Notes

La escuela era agotadora, el equipo de fútbol era lo que más cansaba a Skylar, ella ni siquiera quería estar en él, quería estar en el club de teatro, esa era su pasión, pero si sus madres lo descubrían ella no sabía que pensarían, y realmente la asustaba. Bajó del auto-bus y se puso en marcha, la parada de este la dejaba a tres cuadras de su casa y debía caminar. Al llegar vio a su pequeña hermana jugando en el suelo con sus autos de juguete que le habían regalado sus tíos por su cumpleaños. Se dirigió a la cocina donde su madre Katherine estaba preparando la cena, la saludó con un beso en la mejilla y dirigió su vista a lo que su madre cocinaba.
—¿Pollo a la cacerola con crema de leche? ¿Pasará algo especial hoy, ma?— preguntó Sky al ver su comida favorita.
—Los tíos Adrian y Scott vendrán a cenar, están repartiendo las invitaciones a su boda— contestó.
—¡¿En serio?!— preguntó emocionada Sky, Adrian y Sott eran sus tíos favoritos y estaba feliz de que al fin llegaran al siguiente paso.
Su madre asintió con la cabeza y le dijo que fuera a prepararse, pues solo llegarían en un par de horas.
Subió a su habitación para tomar una ducha y ponerse un mejor atuendo. Se cambió por un jean negro bastante bonito y una remera blanca sin estampa, se puso unos zapatos negros y bajó a sala. Sus madres estaban ahí con un bonito atuendo cada una, y su hermanita tenía un bonito vestido de flores.
Salió corriendo a abrazar a su tío Scott, el hermano de su madre Alisson. El la recibió con los brazos abiertos antes de fundirse en un hermoso abrazo. Parte de la cena se baso más en sus madres hablando con sus tíos mientras ella disfrutaba de su comida favorita, hasta que una pregunta la hizo casi atragantarse.
—Y ¿cuándo conoceremos a tu novia, Sky?— preguntó su tío Adrian.
—Hmn, aún n-no tengo— solo tenía 15 años ¿por qué le preguntaban esto ahora?
—Vamos, debe haber alguna chica especial ¿verdad?— ahora habló Scott, a este punto Sky ya estaba lo suficiente nerviosa como para decir algo. S
Su madre Alisson dijo algo que Skylar no escuchó ya que estaba demasiado ocupada tratando de mantener controlados sus nervios, pero le agradeció mentalmente porque gracias a ella pudieron cambiar de tema.
Al otro día en la escuela todo fue bastante normal, clases de matemáticas, luego historia, ir al gimnasio a entrenar un poco, literatura, y entrenamiento de fútbol. Al terminar el entrenamiento salió con paso apurado hacia los vestidores.