Notes

El amor me hace suspirar. Me hace feliz. Me hace volar. Me rejuvenece, y me adelgaza. Nada de lo que siento lo planeé, pero es lo mejor que me pasó en la vida. El no sabe cuánto lo amo. Tal vez se imagine que me interesa, pero no puede ni siquiera suponer lo que estoy dispuesta a hacer por él. Soy inmensamente feliz, y no pienso ocultar mi felicidad. Cuando estoy con él, todo me da risa, hasta el problema más complicado, y soy capaz de resolverlo con alegría. Tal vez él crea que es parte de mi personalidad, que soy risueña por naturaleza, y aunque en parte es así, no todas mis risas suelen ser tan facilonas. Él provoca mi sonrisa todo el tiempo. Me quita las preocupaciones con cualquier detalle. Y está pendiente a todos mis detalles. Y yo a los suyos, obviamente. Me gusta ayudarlo porque me recompensa con una sonrisa, aunque a veces sea un poco debilucha. A veces me tengo que esforzar por hacerlo sonreír, a veces sonríe sin motivo al verme. Hay días que llego molesta a la oficina, y al verlo el sol sale en todo su esplendor, y no puedo evitar ponerme feliz. No me preguntes, ya no sé cuánto tiempo lo sueño despierta, cuándo delirios me inventé por él, cuántas palabras escribí por él, cuántas lágrimas le dediqué. Sí, lágrimas. Porque sé que es un hombre prohibido. Pero igual es mío. Tan mío como las sonrisas que me entrega cada día, y los saludos con la mano a la distancia cuando nos cruzamos en la puerta. Si hasta su musical "Hola, Noe" está especialmente diseñado para mí, lo fue puliendo con los días de repetirlo, con las veces que lo espero ubicada estratégicamente para que pueda saludarme, y él se queda caminando un poco más despacio para llegar último y poder saludarme. Ya es casi como una señal entre los dos. Como esas miradas en las que nos entendemos sin palabras, sabieno que ambos estamos leyendo el mismo mail, o como cuando me hace preguntas a medias y yo ya sé de lo que me está hablando. Y así puedo seguir enumerando infinitas situaciones que repetimos todos los días, que compartimos, y disfrutamos, también reimos y un poco sufrimos...