Notes

El amor en sí es una cuestión muy complicada y completamente subjetiva, todo depende de las experiencias que haya atravesado cada uno para determinar una postura sobre el tema. Aquel que fue herido incontables veces por distintas o repetitivas razones, creerá que el amor es algo totalmente innecesario, fastidioso y sin significado alguno, o puede que le sirva como simple recordatorio de los malos momentos vividos por mera culpa de éste. En cambio, aquel que está enamorado (y tiene la suerte de que sea recíproco) creerá que éste sentimiento es lo mejor que le pudo haber ocurrido en la vida y algo indispensable para ser feliz. Todo hasta que se termina. Porque sí, es absurdo negar que todo lo que conocemos tiene un final; a veces uno lejano, a veces más temprano que tarde, pero en algún momento todo llega a su fin. Puede terminar de buena manera o puede que de la peor forma posible, pero ese es un riesgo que se toma desde el momento en que consideras aceptar el amor en tu vida, y es un hecho que todos ignoramos pero que en el fondo sabemos que es inevitable. Depende de cada uno decidir si es mejor intentar una vez más, amar a alguien y dejarse amar, aprovechando el transcurso de la vida para dedicarse a esa persona; o por el contrario alejarse de cualquier tipo de relación para centrarse en uno mismo, que obviamente tampoco es algo malo y muchas veces termina siendo la mejor opción. Yo personalmente atravesé ambos extremos y concluí que es cuestión de paciencia y suerte. No puedes esperar que todo lo bueno suceda por arte de magia, ya que si no lo intentas posiblemente nunca logres algo, pero tampoco hay mucho que puedas hacer cuando la suerte simplemente no está de tu lado. Pasé por momentos en los que pensé que el amor no era lo mío y que debía estar contento con mi soledad, pero hoy sé que cuando se ama a la persona correcta es lo más hermoso que uno puede llegar a vivir. Hay veces que es mejor estar solo que mal acompañado, pero otras veces te das cuenta de que la felicidad está ahí afuera, y que tiene un nombre y apellido. Solamente hay que saber elegir, o en todo caso, aprender a ser feliz con uno mismo.