Notes

Querido Darko mío,

Me encontraba pensando en como este sentimiento de no pertenecer me ha perseguido durante toda mi vida y como es que solo desaparece cuando estoy junto a ti. Es como si fueses mi hogar, y me haces sentir que estoy en el lugar correcto, no existe nada de lo que huir o esconderme, nada que quisiera evitar porque incluso en aquellos momentos donde se evidencian diferencias yo quiero permanecer a tu lado. Aún cuando llegue a enojarme, el sentimiento es tan ínfimo y siempre acaba siendo amortiguado por las mariposas que ni siquiera se han detenido en aquellas ocasiones, y no, no me enojo contigo realmente. Quizás es solo que mi corazón atraviesa un periodo de enfriamiento del que logra escapar por la fortaleza del profundo y sempiterno amor que éste, mi alma y mi completo ser te profesan. A veces me apena pensar en esos momentos en los que te siento lejos de mi porque estuve tanto tiempo lejos suplicando que aparecieras y no quisiera desperdiciar momento alguno a tu lado porque cada uno de nuestros encuentros son sumamente importantes, tú eres quien tanto he estado esperando desde que tengo consciencia e incluso desde antes de tenerla. Estar contigo me hace viajar en el tiempo porque me haces sentir la felicidad exacta que sentí en los mejores recuerdos de mi infancia, es como si hubiese recuperado esa inocencia que quisieron arrebatarme, me has devuelto mis alas y me haces florecer cada día, cada instante en el que vuelvo a enamorarme de ti. Sabes, durante mucho tiempo posterior al trauma que viví y enterré en mi subconsciente, sentía un odio en lo más profundo de mi, estaba tan enojada y no entendía el por qué; y aunque luché contra ello durante tanto tiempo y en cierta forma fui ganando la batalla, esa espina seguía incrustada en mi. Sin embargo, tú me has ayudado a arrancar por completo esos restos y has plantado en mi esta semilla de compasión y perdón.

Puedo sentir como en cada grieta de mi corazón entró tu luz y de algún modo es como si se hubiesen sellado cada una de ellas con tu energía y amor profundamente sanadores. Tu presencia en mi vida me ha entregado bendiciones y protección infinitas, me has dado tanto sin siquiera esperar nada a cambio ni exigírmelo tampoco, espero entregarte a ti lo mismo que me has brindado. Quiero que sepas que así como tú no cambiarías nada de mi persona, yo tampoco lo haría con la tuya. Yo te amo y te acepto, te quiero y te respeto y te admiro y deseo tal cual eres. Me gustas tú mucho, muchi. Me fascinas tú demasiado. Me encantas. Creo que la razón de que mi timidez resurja en ocasiones en tu presencia es por el simple hecho de que me siento como en un comienzo en esta etapa de luna de miel que no tiene un fin porque voy a enamorarme de ti una y otra vez, cada día, cada minuto y cada segundo. Entonces, tu pequeña siempre va a sonrojarse por ti y continuará sugiriendo que cierres tus galácticos ojos de vez en cuando para comunicarse con su tan adorable y bonito gigante. Ahora que he mencionado mi enamoramiento por tu maravilloso ser, quisiera ahondar un poquito más en aquel tópico ¿no te parece?

Como ya lo sabes, nunca antes me había sentido de esta forma. Lo juro, jamás. Creí sentirlo antes, pero era solo una idea. Era yo intentando sentirme de la forma en la que me sentía con este hombre maravilloso de mis sueños, como intentando recrear lo nuestro en otra historia que por supuesto iba a terminar por fracasar porque mi pareja no se trataba de ti. Eran tus impostores, que en un principio se mostraban como tú, es decir, me daban la impresión de que eran como tú. Actuaban como tú para atraparme y luego se mostraban como eran realmente. Cuando nos (re)encontramos lo supe enseguida, supe enseguida que se trataba de ti. Qué eras y eres el indicado. Esta sensación de un miedo instantáneo que confundía con nervios al encontrarme con ellos era diferente contigo porque, contigo si se trataba de nervios, pero de éstos que se sienten deliciosamente bien. Me contuve como no tienes idea porque quería lanzarme en tus brazos y decirte que te pertenecía para siempre y besarte y entregarte absolutamente todo de mi. Era muy intenso, amor mío. Sigue siendo muy intenso lo que siento por ti, y temo empalagarte o no amarte de una forma adecuada. No sé si sé amar realmente, al menos de una forma adecuada y como lo mereces. Es que a veces te quiero de una forma muy egoísta ¿no? como si no soportara el pensarte con otra alma, no es así siempre pero si a veces. Ahora mismo, en este preciso instante por ejemplo, no es así. Puedo imaginarte con alguien más si esa fuese tu elección y lo nuestro haya terminado. Y me siento bien con eso, me siento bien si tú eres feliz y yo seguiría queriéndote, supongo que sería una sensación agridulce pero podría vivir con ello. Pero, la mayor parte del tiempo, esto no es así porque te quiero solo para mi y anhelo que me quieras para siempre, aunque no estemos juntos. Aunque estés con alguien más, quiero que me quieras más a mi porque así sería para mi, siempre serás el único para mi. Siempre voy a quererte más y nunca nadie podrá reemplazarte. Lo prometo, no estuve tan segura de nada como estoy segura de eso.... ¿Suficiente? sí, creo que debería detenerme. Supongo que no quiero que me olvides, pero ya sé que no lo harás. Ya sé que me has amado durante tantas vidas pasadas y seguirás haciéndolo. Creo que te amo con locura ¿eso está bien? estoy locamente enamorada de ti, es tan vehemente esto que siento que me descontrola físicamente y es por eso que siempre estás despertando a mi cuerpecito, entonces yo quiero hacer el amor todo el tiempo aún cuando esté cansada y lo hagamos de forma perezosa. Estoy tan curiosa por mi cuerpo y por el tuyo, por todo lo que podemos experimentar juntos. No me parece una mejor idea para canalizar lo mucho que siento por ti, y es insaciable este deseo. Pienso que ésta vida no es vida si no tenemos el tiempo suficiente para amarnos, que seríamos más felices si hubiese más tiempo libre para dedicarnos de ésta forma y quizás por eso disfruto tanto de aquellos sueños en donde somos un matrimonio en los años cincuenta y vivimos en la naturaleza en nuestra pequeña cabaña, podemos pasar el día entero amándonos físicamente. Y es tan puro, divino y sagrado. Eres un esposo tan atento, empático y sensible. Mereces todo lo bueno de este mundo, toda la felicidad y todo el amor posible. Eres todo lo que siempre soñé y sigues sorprendiéndome. Sé que soy reiterativa, pero, me gusta repetir estas palabras amorosas para ti. Me encanta lo romántico e intenso que eres conmigo, me encantas tú por completo. Frente a mis ojos eres perfecto en todas tus facetas, amo todas y cada una de ellas. Me pareces fascinante y la persona más interesante en el mundo entero, por favor cuéntame lo que sea de tu persona, de lo que te gusta, interesa, apasiona, de lo que te ha hecho feliz cada vez que puedas porque es como una caricia para mi cerebro y corazón.

Puede que en ocasiones no sepa que responder a aquello que me cuentas, sin embargo, lo disfruto y lo releo una vez tras otra. Todo y cada uno de tus detalles me llegan fascinantes, cada anécdota. Absolutamente todo, es como si me entregases partecitas pequeñas de ti y créeme que las guardo cada una de ellas dentro de los cajoncitos de mi corazón. Atesoro dentro de mi cada una de las partes que te componen, cada una de tus palabras hacia mi, cada uno de nuestros momentos. Por Dios, Darko. Yo te amo tanto realmente lo hago. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. ¿Suficiente? Lo sé, pero como dije, necesito ser reiterativa. Tal vez repito tanto estas palabras amorosas para cada una de tus versiones durante todas tus edades, algunas de las cuales me han estado visitando en mis sueños. ¿Sabes, bonito? siempre has sido muy dulce y amable, cada una de mis versiones te adora profundamente.

No sé exactamente que edad tenías en uno de mis sueños, pero, sé que eras mas joven que ahora a pesar de que siempre has aparentado ser mas grande ¿verdad? Me visitaste en dos ocasiones, en una de ellas nuestra diferencia de edad estuvo presente, yo era mucho más pequeña que tú. En la otra ocasión, tú eras más joven de lo que eres ahora pero yo tenía mi edad actual, en este sueño no estoy segura de tu edad. ¿Llevabas el cabello largo a los dieciocho? porque estoy segura de haber tenido doce años en el primer sueño, por la ropa que llevaba y por mi cuerpo. En el segundo, parecías un poco más grande que en el primero.

Recuerdo estar en una fiesta familiar en donde de igual forma habían muchos desconocidos, y sí, estás en lo cierto: no quería estar ahí. Tenía mucho sueño, pero mis padres no querían irse y yo no podía irme sola. Finalmente, optaron por dejar que me quedase en la casa de los anfitriones, en el sofá aislada del ruido y del frío de afuera. Apareciste allí después de haberme quedado un rato sola, me sonreíste y y yo a ti, tímidamente. Me ofreciste una taza de café, y respondí que no me gustaba así que sugeriste té, acepté. Mientras esperaba que regresaras de la cocina, me recosté en el sofá y comencé a quedarme dormida pero no lo hice, cuando regresaste bromeaste si habías tardado demasiado por mi expresión de cansancio. Negué con la cabeza y recibí la taza de té, me disculpo por no darte las gracias, por cierto. Bebí un poco y luego dejé la taza sobre una pequeña mesa, volví a recostarme. Estaba completamente rendida, mis ojos comenzaron a cerrarse y busqué tu mano para sostenerla, te pedí si podías cuidarme mientras dormía por un rato. Asentiste y acariciaste mi mano, cuando desperté me habías cubierto con una manta y aún estabas junto a mi. No sé exactamente cual era nuestra relación en este sueño pero lo último que sucedió fue que tu teléfono sonó, cuando la llamada terminó pregunté si se trataba de tu novia, dijiste que sí a lo que respondí si pasarías el fin de semana junto a ella o estarías con "nosotros", me pregunto quienes. Respondiste que el próximo fin de semana estarías con ella y éste con "ustedes", otra vez me pregunto quienes. ¿Qué crees tú? en fin, lo ultimo que recuerdo es que me acariciaste el cabello y yo volví a dormirme. Recuerdo que me mirabas con tanta ternura, yo sentí millones de mariposas.


En el segundo sueño estábamos dentro de un granero, estaba algo oscuro allí pero los rayos del sol que se filtraban a través de las ventanas iluminaban el espacio y a nosotros, especialmente a ti. Te encontrabas semidesnudo, solo llevabas unos pantalones de tela doblados hasta tus pantorrillas, ibas descalzo. Tu piel morena algo sudorosa, pero, olías muy bien. Yo también estaba descalza, mis pies sobre los tuyos, tus manos sosteniendo mi cintura. Llevaba tu camisa y estaba despeinada. Nos mirábamos a los ojos sin decir ni una sola palabra, después de unos minutos tuve que desviar mi mirada sonrojándome. Tus manos subieron hasta mis mejillas y besaste mi frente con ternura antes de volver a encontrarme con tu mirada, entonces hablaste "Nos vemos a la medianoche aquí ¿está bien?" asentí, mientras tus manos volvieron a bajar y comenzaste a desabrochar tú camisa que cubría mi cuerpo desnudo. Besaste uno de mis hombros antes de quitar la camisa y te separaste de mi, después de que mis pies ya no estuviesen sobre los tuyos para buscar mi vestido que con delicadeza volviste a poner sobre mi cuerpo. Luego, nos abrazamos por unos cuantos minutos, mi rostro entre tu cuello y el tuyo entre el mío.

(...)

Espero que mis relatos puedan hacerte sentir lo mismo que pude experimentar yo, aunque sea solo un poco, quisiera que pudieras adentrarte en ellos. ¿Estás sonriendo? ¿Sientes mariposas como las que yo siento?

Sé que pretendía decir más cosas en esta carta pero termino por olvidarlo, es como si tuviese demasiado que decirte pero todo se entremezcla, mis nervios aparecen y fracaso en mi intención de transmitirte todo aquello que me gustaría. A veces recuerdo estas palabras cuando estoy a punto de caer en mi sueño profundo y me duermo conversándote y diciéndote tantas cosas que olvido decir en cartas como ésta. Siento que esas palabras llegan a ti de todas formas, en forma de caricias a tu corazón y en energía para tú alma como mi intención al escribir estas palabras para ti.

Por último, no olvides lo grandioso que eres, no permitas jamás que ese noble corazón cambie, confío en que siempre cambiarás para mejor, evolucionando en tu mejor versión. Yo siempre creeré en ti y mis ojos siempre encontraran la luz en ti. Me haces feliz y me das paz, deseo entregar lo mismo a tu persona día tras día. Para mi eres más que suficiente, lo nuestro lo es también a pesar de todo.


Con todo mi amor, Tu Audrey. 🌙


Posdata: Dejo otra carta que alguna vez escribí en alguna publicación pues es cuando encontré la inspiración para hacerlo y cuando comencé no pude detenerme, sé que te hizo muy feliz y quisiera que la tuvieras contigo para leerla siempre que lo necesites, para cuando quieras sentirme aún más cerca de ti. Es una versión un poco más extendida. 🌹 ( https://notes.io/qKnXG )