Notes

¿cómo podrías diferenciar el amor de la obsesión?
//existen varias y notables desemejanzas entre el amor y la obsesión, pero al mismo tiempo ambas palabras poseen de semejanzas que una persona podría confundir a simple vista si no fuera acreedora de lo que es la experiencia del amor, e incluso puede que aunque haya experimentado esta experiencia que consiste en un “ hielo abrasador; fuego helado; y una herida que duele y no se siente" continúe sin poder distinguir las grandes desemejanzas que aún existen entre ambas palabras. Las sensaciones anteriormente mencionadas son producidas por las endorfinas del cerebro, hormonas que actúan como neurotransmisores y que aumentan en los momentos placenteros de la vida, generando sustancias como la norepinefrina, la dopamina y la feniletilamina {drogas que genera el cerebro a causa del sentimiento llamado, amor}. Mientras que la obsesión se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente; este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él; es la preocupación o idea que domina y acapara la atención intelectual y que siempre va a acompañada de un penoso sentimiento de ansiedad. Como se puede apreciar notablemente ambas sensaciones, sentimientos o como gusten denominarle son muy semejantes debido a que ambos afectan en el sistema nervioso, lo que puede provocar una falta de control sobre el cuerpo; la única diferencia podría ser que en el caso del amor, las drogas que este produce no alteran en gran impacto al cuerpo como lo puede hacer la obsesión.

+i wanna go away from this hell;
//necesito irme, alejarme de esta inmensa mierda que aprisiona el corazón; necesito alejarme de todos ellos que me hieren con vislumbrantes miradas; necesito alejarme de ti y de tu recuerdo, pues ya no sé lo que quieres o buscas en mí. Mírame ¿Qué puedo ofrecerte siendo solo un puñado de versos rotos sin nombre? No puede ofrecerte nada más que decadencias continuas y el infierno que me rodea y que ni siquiera es de mi propiedad. Mírate ¿A mi qué me puedes ofrecer? Tan solo déjame irme; déjame olvidarme de todo lo bueno y lo malo que pasamos en compañía de ambos; déjame olvidarme de ti; del “nosotros” que existió tiempo atrás, de las palabras, de las cartas, de los poemas a la sola luz de las velas y la luna. Tan solo déjame irme. Déjame congelarme sin ti. Déjame regresar al lugar dónde pertenezco y de donde nunca debí haberme movido ni por un segundo.