Notes

Sentado en nuestro sofá, vengo a disfrutar la sensación de tu cabeza descansando en mi hombro por un momento. Respiro hondo el aroma que desprende tu cabello sedoso antes de que nuestras miradas se conecten una vez más y la tuya venga a contemplarme. Percibo la admiración que brota de ellos y una de mis sonrisas torcidas comienza a jugar en la comisura de mi boca.
Con mis grandes manos tu cintura es acariciada por mi mientras con los ojos cerrados vengo a concentrar todos mis sentidos encada acción tuya. La primera, naturalmente, me brindó un ligero escalofrío, teniendo la punta de tu nariz frotando suavemente contra mi cuello, avanzando hasta mi mandíbula, haciendo que mi mano amase un poco tu cintura en lugar de solo acariciarla cuando pasas a frotar como un felino tu mejilla contra mi barba, acción que vienen A a conjurar una sonrisa en mis labios que se amplia convirtiéndose en una sonrisa completa con los dientes ocultos, ante el contacto entre tu mejilla y la suavidad de mi barba. En el momento en que se concluye esta acción y tus labios comienzan a plantar pequeños besos en mi mejilla. Mis ojos te miran un poco juguetones, como un felino a punto de hacer una travesura. Pronto mis dientes le brindan una afectuosa y suave mordida a la mejilla que mi lengua viene a lamer a continuación, una cálida y corta risa se manifiesta de mi parte.
Nos quedamos en nuestro sofá un rato más, entre abrazos, pequeños besos y tiernas caricias. De vez en cuando se comparte una risa, se hace un comentario ingenioso o se ofrece una declaración de amor entre miradas cómplices. El silencio también está presente en ocasiones, permitiendo que nuestros corazones hablen entre sí a través de sus latidos.
Cuando noto que el sueño se acerca a ti mientras tu petit cuerpo se anida en mis brazos, te conduzco a nuestra cama, donde vengo a ayudarte a ponerte el pijama, después de cepillarte los dientes y hacerte una trenza. Me uno junto a ti en esta, sintiendo que te refugias en la solidez de mi cuerpo. Una de mis manos pasa a aplicar un suave masaje en tu cuero cabelludo hasta que te duermes. Entonces cierro los ojos y en el mundo onírico vengo también a unirme a tu persona.
Por la mañana, despierto temprano y vengo a organizar por el dormitorio una pequeña caza a los huevos. Pequeños huevos chocolate artesanal fueron escondidos por este, y entre ellos tres pequeños huevos de madera pulida decorados por Kai, Kaori y yo desde el plano onírico. El concepto del huevo de Kai orbitaba a las hadas mientras el de Kaori, los dragones. El mío se centraba en los felinos, en honor a nuestros felinos interiores. En todo el dormitorio había «huellas» de conejos y se podían encontrar varios origami de conejos coloridos dondequiera que se posara la vista.