Notes

Estoy enamorada. Sí, ya sé, a esta altura no es ninguna novedad. Pero lo novedoso es que no se me pasa. Que puedo mirarlo durante horas, días, semanas, meses, y sigo perdidamente enamorada de ese hombre. De "mi" hombre. Porque él es mío, a pesar de no haber juntado nuestros cuerpos. Es mío, porque es parte de mi ser, de mi pasado, de mi presente y de mi futuro. Puedo buscar otros ojos, pero ningunos me mirarán igual, puedo buscar otras bocas, pero ninguna sonreirá como su boca, puedo ver miles de camisas blancas, pero ninguna me derretirá como la suya. Es un amor que me embelesa, me tiene atrapada suspirando como ningún otro lo hizo. Y quiero estar cerca suyo, sólo para poder admirarlo. Debo confesar que a veces le quiero dar celos, coqueteando un poco con otro. Creo que lo logro, pero él se hace el desentendido. He descubierto que sonríe involuntariamente cuando me ve. Los cruces de miradas son cada vez más sostenidos y penetrantes. Hay momentos que es como una conversación. Igualmente, yo no pienso decirle nada, tiene que salir de él, él tiene que animarse. Creo que tiene miedo de su mujer, pero no creo que sea para tanto.