Notes

Eras un ángel. Eras un ángel abatido, perdido en el dolor, hundido en constante sabores amargos. Eras un ángel él cual sus alas fueron cayendo sin darse cuenta; descuidada hasta de tu forma de caminar. Eras un ángel perdido en la confusión, un ángel con heridas más hondas que aquel hueco del volcán más grande de una ciudad, un ángel creyente. Un ángel que ya no es ángel. Un ángel que dejo esfumar sus sueños como aquél drogadicto que deja su dignidad por otro momento de alegría. Hoy me presentó ante este ángel que no es ángel, hoy le enseñaré miles de cosas. Hoy, me encargare de reparar aquellas alas de aquel ángel, quizás armen heridas en mi piel, quizás lloré por ese ángel, pero cada acto que haga por aquel ángel, vale la pena. Hoy le enseño como volar de nuevo; como afrontar las caídas. Hoy le veo una sonrisa en su rostro, quizás no sea un poco sincera, pero me hace bien. Hoy aquel ángel esta aprendiendo algo de la vida. Hoy aquel ángel, me habló por primera vez; suave, dulce, melancólica. Una voz armoniosa. Hoy, he pasado varias horas con aquel ángel, no he podido dejar de mirarle, hoy me he dado cuenta que me he enamorado de aquel ángel. Hoy, me sonroje, sólo un poco, aquel ángel no sabia que era aquel color rojizo en mis mejillas, trate de explicarle sin tartamudear, evitando algunos detalles. Hoy, note aquel ángel mas colorido, sus alas estaban sanando, sus cicatrices seguían ahí, pero quizás en su interior estaban sanando, no podría ver el interior de aquél ángel para saberlo. ¿Quien era yo? Solo una persona normal, aquella la cual se había enamorado de lo que era aquel ángel sin pensarlo. Hoy aquel ángel, ya esta mucho mejor, ayer tuvo una pequeña recaída. Ayer se recostó en el suelo mirando hacia el cielo, sus labios se movían, seguro estaba contando las estrellas, ya que también señalaba alguna de ellas o quizá hablaba con una de ellas. Ayer escuché cantar aquel ángel por primera vez, ayer mi mente no dejaba de repetir aquella canción. Ayer note que escribía algo, quisiera leerlo, pero quizá aquel ángel se enojé, pero mientras escribía, notaba como sus alas se movían, brillaban en cada aleteo, no había visto algo así antes. Hoy, hoy le di un beso en la mejilla aquél ángel. Hoy le agradecí aquel ángel, y aunque el no supiera el por qué de mi agradecimiento, lo note sonreir. Hoy el me entregó un pequeño papel, hoy me dijo que se tenia que ir. Hoy aquel ángel me dijo que me amaba, hoy le vi marchase. Hoy lloré, hoy me desvele, hoy me sentí mal. Hoy abrí la carta de aquel ángel: Ahora sabes quien eres, ahora, te puedes amar, te puedes enamorar, y si tienes miedo a caer; sabes como levantarte. Hoy me di cuenta que aquel ángel, era yo. Hoy me di cuenta de qué me había encontrado a mi misma.