Notes

Me acerque hasta la ventana, mi aliento opacaba el ya de por si empañado cristal, con una mano dibuje una silueta de un rostro feliz, ¿cuándo fue la última vez que me sentí así? Recuerdo que fue un diciembre, estaba cerca de la fogata y bebía chocolate caliente, como toda pequeña tenía la ilusión de que papá Noel me dejara un obsequio, solo había pedido una cosa "una familia real", me dormí con una sonrisa en el rostro aguardando a la mañana y tener ahí mi regalo y esa mañana entendí que existen cosas que el dinero no compra y que no todos los deseos se hacen realidad. Pero lo más importante, aprendí a no esperar cosas que jamás sucederán, aquel día fue el último que yo sonreí de esa manera. Cerré las cortinas y me fui a mi habitación, como cada noche escribí retazos de mi mente en una libreta mientras la música de Beethoven me acompañaba y decidí ir a la cama, mañana sería otro día, tal vez mañana no estaría la lluvia, quizás podría ver la luz de ese sol que hacía tantos ayeres se había perdido entre las nubes grises que opacaban mi ser.