Notes

—El pequeño gato, al notar que el muchacho extendía su mano en dirección a él, subió al sofá y se recostó en el regazo del chico. La joven, por su parte, rió.— Uhm, Bunny es demasiado cariñoso con todo ser que respire. —Miró al minino mientras negaba suavemente, con una pequeña sonrisa en sus labios. Al percatarse de que no quedaba más café en su taza, se estiró para dejarla en la pequeña mesa de algarrobo. Mientras aún acomodaba los cabellos del joven, podía sentir sus ojos puestos en ella. Apretaba suavemente sus labios mientras sentía como los latidos de su corazón se aceleraban. El joven la ponía nerviosa, pero de una manera buena por así decirlo. Sus manos comenzaron a temblar sólo un poco al sentir como su acompañante la tomaba del mentón y decía tan dulces palabras a su oído. Al separarse, sus mejillas se encontraban de un ligero tono carmesí. Negó suavemente con su cabeza y ahora, ella depositaba su pequeña mano sobre la mejilla del señor, así acercándolo ligeramente hacia ella.— El perfecto aquí es usted, señor. —Masculló a unos cinco centímetros del rostro, dedicándole una pequeña sonrisa. Se separó después de unos minutos, sentándose tipo indio sobre el sofá, pero sin dejar de mirar al joven.— Me parece una idea maravillosa, señor. ¿Qué tiene en mente para la cena?