Notes

Había pasado ya un tiempo desde que Vernon puso un pie en su hogar, por una gran parte los nervios la comían por dentro como si fuese la primera vez que lo invitara. Sintió como si viviese ese momento precisamente ahora, sin embargo, la alegría abundaba por completo su corazón y quería que la emoción permaneciera por ahora, dejando lo demás de lado y sabía que esta continuaría. Si se trataba de Vernon, en cualquier lugar o circunstancia la alegría destacaba por sobre todas las cosas. Decidió por despojarse de las prendas anteriores que había utilizado desde que había vuelto hace no mucho a casa, prefería estar cómoda, no obstante, tampoco quería parecer desarreglada. Utilizó unos jeans los cuales eran un poco holgados, los combinó con un suéter gris, flojo y delgado. Procedió por ponerse unas zapatillas blancas. Apuró sus pasos hasta el baño donde se lavó los dientes y acomodó algunos mechones de su cabello que se encontraban desacomodados. Al finalizar soltó un suspiro sintiéndose ya más tranquila desde que tuvo en mente que la presencia del chico ya estaría próxima. Por alguna razón siguió en su cuarto, se recostó en su cama mientras esperaba una llamada del timbre o de su celular, lo que le extrañó es que no fue ninguna de esas opciones. Percibió una melodiosa voz en presencia afuera de su casa, lo que hizo levantarla por su evidente curiosidad. Abrió las ventanas de su cuarto encontrándose frente a frente con la persona que se encontraba cantando, le sorprendió demasiado, podría sonar exagerado pero aquella voz sólo la había escuchado como susurros en la noche cuando ese mismo chico intentaba hacerla dormir, mas, no había tenido la oportunidad de oírla de ésta manera. Una sonrisa se dibujó en sus finos labios mientras apoyaba su codo sobre las barandas del balcón, con su mentón encima de su puño. Era increíble como Vernon podría llegar siempre con una nueva sorpresa y con esto, robándose su corazón desde el primer instante. Aunque no quiso que terminase de cantar, llegó el momento y ella felizmente le aplaudió. No tardó en correr hasta las escaleras y bajar hasta la primera planta, abrió la puerta y de esa misma manera fue a lanzarse sobre los brazos del contrario. Lo rodeó con fuerza y se acurrucó en su pecho-. Vernon-ssi… Extrañaba tenerte cerca.