Notes

Estimado XXX, en el programa se le indican todos los alimentos que transformarán su metabolismo, incluyendo antioxidantes, polifenoles, grasas saludables y muchos mas para acelerar el metabolismo y evitar el estancamiento metabólico.

Por otro lado, si le daríamos un menú de comidas semanales, podría perjudicar su progreso porque no estaría aprendiendo lo que realmente necesita. Esto puede generar presión innecesaria, y llevarlo a un efecto rebote.

Le paso una parte de uno de los bonos al final del programa, donde Denis explica este problema. Esto es un adelanto, va a recibir este bono al final del programa.

Espero que le sea util para comprender por que hacemos esto:

EXTRACTO- ([STM] Bono 6 de 6: Menú de comidas, helicóptero y el Fin del Mundo)
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Hoy quiero contarte dos historias de vida de personas que admiro personalmente, y contestar una pregunta que me han hecho una infinidad de veces muchos de los que han seguido este programa.

La pregunta recurrente es por qué nunca te di un plan de menús semanales con ejemplos de desayunos y comidas saludables.

Pues bien, puede que esto suene algo chocante, pero ya nos conocemos lo suficiente así que sabes que soy un tipo directo…

La razón por la que nunca te di un plan de comidas, es porque NO LO NECESITAS.

De hecho, si hubiese decidido basar este programa en una ‘dieta’ con platos pre-hechos, seguramente no tendría tanto éxito.

Con esto quiero decir que los libros de cocina no funcionan?

La respuesta es sí y no.

Verás, si quieres transformar tu vida a largo plazo, primero debes cambiar tus hábitos.

Una receta de un plato (aunque sea sabroso), NO hará que eso pase.

De hecho, si todavía no cambiaste tus hábitos y no sabes qué es lo bueno y qué es lo malo para tu cuerpo, un libro de recetas podría hacerte más mal que bien.

No es que estoy en contra de los libros de recetas (de hecho, ME ENCANTAN porque no tengo tanta imaginación para cocinar como quisiera).

Supongamos que te diera varias recetas ultra sabrosas como ejemplos concretos de alimentos.

Una vez que se te acabaran las recetas, necesitarías más y más de ellas, además, pronto te quedarías sin ideas al respecto.

En vez de eso, te enseñé qué ingredientes le hacen bien a tu cuerpo, y cuáles deberías evitar.

Por ejemplo: en lo personal no suelo desayunar temprano, ya que de esta forma promuevo períodos de ayunos intermitentes de forma 100% natural.

En otras palabras, uno de mis hábitos es NO desayunar. Lo hago porque acostumbré a mi cuerpo a ser de esa forma, y porque en realidad lo disfruto.

Quiere esto decir que deberías hacer lo mismo? En realidad, no tienes la obligación… (aunque definitivamente te haría un gran beneficio).

De hecho, algunas veces rompo mi propio hábito y puedo comerme un huevo frito con mantequilla, y acompañar todo eso con un riquísimo aguacate, nueces, o alguna fruta.

De vuelta, quiere decir que debas desayunar con huevos solo porque me gustan?

En realidad no!

Lo que sí deberías hacer, es desayunar las cosas QUE A TI TE GUSTAN.

Y si no te gusta desayunar, pues no hacerlo.

Ya te das cuenta de mi punto? Si te diera recetas sin contarte como aplicar hábitos saludables a tu vida, sería algo TOTALMENTE INÚTIL.

Recuerdo que una vez recibí un correo de una mujer que me había pedido darle ejemplos concretos de marcas de productos saludables en su país.

Mi respuesta fue un rotundo NO, ya que sería como darle un pescado sin enseñarle a pescar.

En vez de eso, le sugerí volver a revisar la semana 2 sobre las etiquetas, además de ir leyendo las semanas que describen los nutrientes que le hacen bien a tu cuerpo.

Obviamente esto sumó trabajo de su parte.

Le hice la vida más simple al decirle que haga su tarea? Definitivamente no, pero la hizo más saludable.

Después de explicarle estas mismas razones, mi consejo la motivó a volver a revisar varios productos en su heladera.

Una semana después, recibí un largo correo agradeciéndome por haberla empujado a revisar sus hábitos.

Ahora sabía qué cosas necesitaba en su heladera, y qué productos que solía traer del supermercado eran malos, y en realidad estaban envenenando a toda su familia.

Me agradeció por ser ‘tan poco flexible’ con ella, y por haberle dado ‘esa patada en el trasero que tanto necesitaba’.

Ese fue el mejor halago que había escuchado en mi vida:

Verás, no quiero darte un pescado (generando mucha presión y un posible efecto rebote)…

…sino enseñarte a pescar, y que tú mismo tomes las decisiones correctas en cuanto a tu alimentación de por vida.

Esto me lleva a un estudio que había leído no hace mucho: se trataba de niños ricos que habían contratado un helicóptero para subir al pico de una montaña.

Esos adolescentes habían desperdiciado el placer de cada paso hacia la cima de la montaña para contemplar su majestuoso paisaje, cambiándolo por un rápido ascenso de tan solo unos minutos.

El estudio revelaba que ninguno de ellos había valorado el paisaje que habían contemplado, comparado con los verdaderos alpinistas que habían luchado con la montaña para alcanzar la cima.

Los pasajeros del helicóptero manifestaron que el viaje era casi como una ‘pérdida de tiempo y dinero’ ya que no había nada especial en él, y habían caído en depresión creyendo que los habían engañado.

En otras palabras, sufrieron un efecto rebote.

Querían VERDERAS AVENTURAS. Querían más. Estaban insatisfechos.

Nunca habían sentido el placer del dolor en todo su cuerpo después de una intensa subida, para descubrir el mayor tesoro de la montaña:

El esplendor de la cima después de un ascenso.

Eso es justamente lo que no quiero que te pase.

No quiero que sufras un efecto rebote, un pozo depresivo, o una disolución porque consumiste una receta y deseas más y más, sin haber experimentado el placer de conocer lo que verdaderamente le hace bien a tu cuerpo.

Aunque las recetas y planes de comidas pueden ser una herramienta genial, y no estoy en contra de ellas, prefiero darte la patada en el trasero y empujarte cuesta arriba cada hacía la cima de la montaña.

Nunca te daría un helicóptero que solo te llevaría por un atajo momentáneo, sin resolver tus problemas.