Notes

Ahora que he encontrado mi vieja máquina de escribir, no se me ocurre otra cosa que hablar de ti. Te extraño, y esa es la única verdad. No pienso romper mi promesa de contener mis ganas de hablarte, tocarte, sentirte y amarte, porque bien sé que no podemos hacerlo, que tú ya no estás y que yo lo debo aceptar. Por eso necesito escribirte esta carta de amor, que es más bien una declaración de amor, mi nueva declaración. Para que la guardes, bien guardada pero siempre puedas agarrarte a ella, que es lo mismo que abrazarme a mí. Para que cuando necesites oír cuánto te quiero y no pueda decírtelo, puedas al menos leerlo, y estés seguro de eso; para que puedas leer en cualquier momento que te deseo, que me paso los días esperando nuestro nuevo encuentro que, por muy lejano que sea, ha de notarse en mi excitación, en mi sonrisa, en mi ansiedad. También te escribo estas líneas para que compruebes que este amor me llena por completo, que me llena tanto tu presencia como tu ausencia. Porque ahora que no estás a mi lado, que ni siquiera sé cuándo te voy a ver otra vez, te amo más que nunca, tengo más fuerza que nunca. Y es esa espera por amarte de nuevo la que me impulsa a seguir. La verdad es que tienes que saber que te quiero hasta la locura, que no me imagino cómo podría vivir sin esa expectación de volver a verte, de esa búsqueda del mejor momento para los dos, sin imaginarte entre mis brazos en cualquier situación. Que te quiero es lo que quería decirte; y mucho más que te lo diría una y otra y otra vez. Te quiero y te extraño más que nunca, con excesiva locura.