Notes

—Sonrió algo satisfecha al notar lo que había causado en el joven. Muy pocas veces se comportaba de esa manera. El chico la tenía completamente cautivada también, era tan obvio. Lo peor, era que aún no podía descifrar qué era lo que le llamaba tanto la atención en él. ¿Será su forma de expresarse? ¿Su amabilidad? ¿El hecho de que su sonrisa era la más bonita que había visto en años? Miles de preguntan rondaban por su cabeza, mientras observaba cómo el muchacho jugaba tiernamente con su gato, Bunny. Era adorable, sin duda era una de las cosas que más le gustaba de él. Sacudió su cabeza, dispersando sus pensamientos al oír la voz de su acompañante.— Para nada, señor. Mi paladar no es fino, ni un poco. —Respondió, tapando su boca un poco para reírse.— ¿Pollo al curry? Genial, me encanta. Mi abuela solía prepararlo para mí cuando era más pequeña. —Asintió, sonriendo inconscientemente al recordar su infancia y parte de su adolescencia. Se levantó y caminó detrás del joven, con la taza que tenía antes en mano.— ¿Le gusta cocinar, señor? A mí sí. Aunque siempre he preferido preparar pasteles o cosas así. —Comentó y dejó la taza en el fregadero. Finalmente, se sentó en la mesada. Este era el lugar en donde siempre desayunaba, o simplemente se sentaba mientras leía o escribía.— Por lo que sé, le gusta escribir, ¿no? —Preguntó, ladeando un poco su cabeza mientras miraba al muchacho.— ¿Qué le gusta escribir, señor? —Le sonrió, esperando una respuesta de su adverso. —