NotesWhat is notes.io?

Notes brand slogan

Notes - notes.io

LA ESPADA PAYASAL
PKMN Goromoiz
_____________________________________________________________________________________
EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
Un gato llamado Gato y un conejo llamado Conejo emboscaron a nuestros héroes. Después de que Rito se desahogara, Gato reflexionó y los dejó ir.
_____________________________________________________________________________________


CAPÍTULO 8: DORKHOM


Nuestros héroes (sin contar a Mercader Buenchico, un estafador malnacido) llegaron en las afueras de Dorkhom, el pueblo en el que tenían que llegar. Había un gran muro que protegía al pueblo, un muro gris y muy alto, y arriba habían torres con arqueros y ballesteros vigilando toda la zona exterior. También había un gran portón levadizo marrón, con el lema de Dorkhom:

''Lealtad, confianza y fuerza.''

-Habéis llegado a vuestro destino, ¿no es así? -Dijo Buenchico.

-Sí, muchas gracias por traernos, señor Buenchico -agradeció Kenfu bajando-. Vamos, Rito, date prisa. ¡Ya sabes que no tenemos mucho tiempo!

-¡Vaaaaaleeee! -Dijo Rito y bajó de un salto.

-¡Creo que os olvidáis de algo! -Gritó Buenchico.

-Oye, viejo -dijo Rito a Kenfu-, creo que nos hemos olvidado de darle jabón... ¿Acaso no te acuerdas que tocó la caca de su burro creyendo que el Conejo de Pascua le dejó un huevo de chocolate?

-Yo creí que los burros hacían boñiga, en vez de esa caca de conejo... -Dijo Kenfu pensativo.

-¡¡EL DINERO!! ¡¡EL DINERO!! -Rugió Buenchico demasiado nervioso.

Cuando Kenfu ya estaba a punto de sacar el dinero, una criatura extraña, baja (1 metro de altura), delgada, oscura y con los ojos lila, apareció de repente y dio un salto en el burro. Lo estaba a punto de morder, pero Kenfu impedió que eso pasara y le dio con su bastón de 2 metros, mandando así a aquella criatura muy lejos. <<¿Qué ha sido eso?>>, pensó Kenfu. <<Recuerdo haber visto a esos bichos en la batalla contra Belord...>>, siguió pensando. El burro de Mercader dio un rebuzno y se marchó corriendo por donde habían venido. En realidad, Mercader se salvó, aunque estuvo insultando a su burro sin parar y con los peores insultos del mundo. ¿Que por qué se salvó? Pues porque ahora, un ejército de aquellas bestias llegaron por los lados.

-¡Maestro Kenfu! -Avisó una voz que venía desde arriba-. ¡Entre rápido en la ciudad!

-¿Ciudad? -Preguntó Rito-. A mí me dijiste que era un pueblo.

-Da igual, tú entra antes que estos bichos nos maten -dijo Kenfu.

El portón se abrió y Rito y Kenfu entraron en Dorkhom.

-Ah, ¿y ahora también eres un maestro? -Preguntó Rito y se puso las manos sobre la cintura e hizo cara de estar enfadado-. ¿Y por qué no me lo has dicho?

-¿Eh? Tenía pensado en decírtelo en el mejor momento... Que es ahora.

Apareció un espadachín y les dio la bienvenida a nuestros héroes, no sin antes sorprenderse al ver a Kenfu. Rito creyó que Kenfu era la persona más conocida del lugar, y se sintió muy orgulloso de él.

-Estoy muy orgulloso de ti, viejo -dijo Kenfu y le guiñó un ojo.

Kenfu no hizo nada, y el espadachín tampoco. Él ni se atrevió a preguntar quién era Rito, así que los acompañó en el Templo de Dorkhom, un templo en el que Kenfu entrenó a todos los soldados de Dorkhom, y a otras personas más. Cuando llegaron, el espadachín le dio la lista. Con esa lista Kenfu miraba quién había venido y quién no, pero eso en el pasado; ahora no había tiempo que perder.
El templo, por fuera, era más parecido a un castillo. Era blanco y unas lianas verdes estaban en el techo y en las paredes.

-Adelante, maestro Kenfu -dijo el espadachín-. Usted también venga, acompañante del maestro -se refería a Rito.

-Yo le he enseñado a jugar al póker -dijo Rito-. ¿Quieres aprender tú también?

-Gracias, Hoj -dijo Kenfu-. Vámonos, Rito.

Kenfu y Rito entraron en el templo: había un gran vestíbulo con el suelo celeste y las paredes blancas. Habían armaduras como adornos y unas alfombras para hacer la oración. Rito, por lo asombroso que le pareció, se quedó con la boca abierta.

-Subamos arriba, al aire libre -dijo Kenfu-. ¡Qué recuerdos que me trae!

-Pero viejo, ¿no dijiste que eras general? -Le dijo Rito.

-Sí, es verdad, pero sólo hasta los 49 años. Después me dediqué a entrenar a los soldados como yo sé.

-Aaaaaahhh...

Kenfu y Rito subieron por las escaleras que había en la esquina derecha. Las escaleras eran grises. Estuvieron subiendo por quince minutos, y cuando llegaron, Rito se quedó aún más asombrado que antes. ¡Era una arena de combate! No habían muros que rodeaban la arena.

-De ahora en adelante, me llamarás ''maestro'', o sino, ''maestro Kenfu'' -dijo Kenfu.

-¿Por qué?

-Pues porque de ahora en adelante te entrenaré.

-Pero dijiste que no teníamos tiempo suficiente.

-Igualmente; mis entrenamientos son muy efectivos, jeje.

-Pero yo ya tengo mi As de Picas y puedo zurrar a cualquiera.

-¿Pero si pierdes tu As de Picas?

Rito dio un salto.

-¡Eso no vale! Pues llamaría a mi carta y esta vendría hacia mí. Después le diría que no se alejase, que hay monstruos y que si le pillan se lo comen: ñam ñam. Y que hay conejos bandoleros y que a los conejos, aunque sean bandoleros o no, son capaces de comerse el papel así: ''ñam ñam'' -dijo Rito-. Estoy orgulloso de ser tan inteligente.

-Eeeeheeeem -Kenfu tosió de la manera más falsa que pudo-. ¡Tu entrenamiento comienza ahora!

Y muchísimas criaturas vinieron en la arena del templo, escalando desde abajo.

-¿Eso lo has hecho tú? -Preguntó Rito.

-¡No! ¡No lo he hecho yo! -Dijo Kenfu un poco alterado-. ¡Rito, ponte a salvo!

-¿Dónde? ¿Tirándome? Porque los soldados me protegerán -razonó muy ''bien'' Rito. Kenfu se lo quedó mirando-. Pues si no me dices nada, me tiro.

-¡¡RITO!! ¡¡VEN AQUÍ CORRIENDO!! -Ordenó Kenfu. Rito hizo lo que le dijo-. Y ahora, aprende de tu nuevo maestro.

Esas criaturas extrañas corrieron hacia Kenfu mientras rugían sin parar. Kenfu, por su parte, se mantuvo calmado: un buen maestro no tiene que perder la calma. Así que, cuando ya estaban bastante cerca suyo, este golpeó el bastón en el suelo y un gran escudo celeste ovalado le cubrió a él y a Rito.

-¿Eso lo has hecho tú? -Preguntó Rito con la boca abierta.

-Sí, y puede que tú también aprendas algo semejante si entrenas conmigo...

Las criaturas que saltaron encima del escudo ovalado de Kenfu rebotaron, les dio una descarga eléctrica tremenda y cayeron de nuevo a la ciudad, donde los soldados los atacaban y perseguían. Fue entonces cuando Rito se motivó muchísimo. <<Así no acabaremos nunca... Tendré que arriesgarme>>, pensó Kenfu y así hizo: golpeó el bastón en el suelo y el escudo celeste ovalado estalló como una pompa, mandando así, a todas las criaturas cercanas, muy, muy lejos. Algunas de ellas fueron empujadas por las que salieron volando. Ahora sólo quedaban unas cincuenta y siete.

-Rito, tú quedate a mi lado y no te separes de mi, pero te recomiendo estar agachado, si no quieres llevarte un buen porrazo en toda la cara...

Las criaturas extrañas avanzaron más y más rápido, pero Kenfu, empezó a girar el bastón con una mano. El bastón se empezó a mover como la hélice de un avión y todas las criaturas que saltaban encima de Kenfu fueron mandadas fuera del templo y tuvieron el mismo destino que las de antes. Sólo quedaron unas veinticinco, pero estas fueron electrocutadas por varios truenos que salieron del bastón de Kenfu.

-Y ya está... -Dijo él-. A partir de mañana empieza tu entrenamiento, Rito. Hoy come y descansa; mañana será un día duro.

-Yo no quiero utilizar el bastón, viejo, que pareceré viejo...

-¿Y quién ha dicho que utilizarás un bastón? Tú la espada. Y respecto lo que has dicho, un bastón es un arma muy útil. ¿Acaso no has visto lo que he hecho yo? Pero claro, un palo de dos metros de largo tampoco es algo malo... Si dominas estas dos armas a la perfección, puedes ser un guerrero formidable. ¿Acaso nunca has entrenado con palos?

Rito no respondió.

-Venga, vayamos abajo... Que han hecho una comida fantástica, jeje... -Dijo Kenfu.

-¿¡Ah, sí!? ¿¡Qué hay!? ¿¡Dulce o salado!? ¿¡Y la bebida!?

Y maestro y discípulo, bajaron de la arena para comerse el... ¿Qué? Ah, sí, la comida.

<<Esos bichos... Belord los utilizó contra mí invocándolos... Son los... ¿Qué dijo? ¿Krads? Sí: dijo ''Yo os invoco Krads, y sembrad el caos por el mundo''...>>, pensó Kenfu bajando las escaleras.

·Continuará...·
     
 
what is notes.io
 

Notes.io is a web-based application for taking notes. You can take your notes and share with others people. If you like taking long notes, notes.io is designed for you. To date, over 8,000,000,000 notes created and continuing...

With notes.io;

  • * You can take a note from anywhere and any device with internet connection.
  • * You can share the notes in social platforms (YouTube, Facebook, Twitter, instagram etc.).
  • * You can quickly share your contents without website, blog and e-mail.
  • * You don't need to create any Account to share a note. As you wish you can use quick, easy and best shortened notes with sms, websites, e-mail, or messaging services (WhatsApp, iMessage, Telegram, Signal).
  • * Notes.io has fabulous infrastructure design for a short link and allows you to share the note as an easy and understandable link.

Fast: Notes.io is built for speed and performance. You can take a notes quickly and browse your archive.

Easy: Notes.io doesn’t require installation. Just write and share note!

Short: Notes.io’s url just 8 character. You’ll get shorten link of your note when you want to share. (Ex: notes.io/q )

Free: Notes.io works for 12 years and has been free since the day it was started.


You immediately create your first note and start sharing with the ones you wish. If you want to contact us, you can use the following communication channels;


Email: [email protected]

Twitter: http://twitter.com/notesio

Instagram: http://instagram.com/notes.io

Facebook: http://facebook.com/notesio



Regards;
Notes.io Team

     
 
Shortened Note Link
 
 
Looding Image
 
     
 
Long File
 
 

For written notes was greater than 18KB Unable to shorten.

To be smaller than 18KB, please organize your notes, or sign in.