Notes

Estaba destruido por dentro, ni mi cuerpo ni mi mente sabían cómo actuar en conjunto para comenzar a recomponerme luego de una mala experiencia. ¿Cómo podría salir de ésta?, ¿cómo podría yo, alguien tan débil, levantarme luego de tal caída?
La respuesta llegó aquellos primeros meses del año 2014, cuando le conocí. Allí estaba él, tan frío, tan imponente con su personalidad extravagante. No supe cómo reaccionar a aquella persona que se presentaba con un simple "hola" y ya había revolucionado todo mi mundo. En ese segundo supe que él sería la revolución para mí, la salvación y la perdición, el amor y el dolor, el deseo y el llanto.
Al pasar los meses y cuando nuestras conversaciones pasaron de ser un simple "hola" cada ciertas horas, él comenzó a adentrarse a mi vida cual serpiente silenciosa. No me di ni cuenta cuando estaba esperando por sus mensajes y cuando me dormía con el teléfono en la mano siendo él lo último que veía.
Todas las mañanas existían los "buenos días" para él, y luego, cuando llegaron mis vacaciones, no supe lo que era dormir. Así fue como lentamente comenzamos a involucrarnos mucho más. ¿En qué momento pasó?, ¿en qué momento me enamoré?, quizás desde el primer segundo. Lo único claro que tengo, es que hasta el día de hoy, sigo amándolo con locura.
Él es una persona intrigante en todos los sentidos, tiene temas de conversaciones muy interesantes, tiene formas de ver la vida y opiniones personales que llaman la atención y te hacen pensar un buen rato. Tiene un humor que si bien no cualquiera entiende, es divertido pasar el rato con él. Lo digo yo, que llevo más de cuatro años pasando el tiempo con él.
No me sorprende todas aquellas personas que confesaron su "amor" por él, que confesaron una atracción, un deseo de poseerlo, de estar en su corazón, y no mentiré... me aterra pensar que el día de mañana, alguna de esas personas pueda lograrlo. Pero por mientras, estoy agradecido de ser yo quien pueda conocer y poseer todas esas facetas de él. Y es que no han sido momentos fáciles para nosotros, debo decir que para nosotros nunca ha sido fácil, ni siquiera desde la primera semana desde que nos conocimos, ni el primer mes de noviazgo. Pero puedo decir que cada falencia, se ha convertido en una fortaleza, que cada debilidad, se ha convertido en una oportunidad de mejorar, que cada temor, se ha convertido en una seguridad y así lo seguiremos haciendo porque nunca había conocido a alguien con quien me acoplara tan bien, quien me hiciera sentir tan seguro de mí mismo, quien me hiciera vibrar.
Han pasado tantas cosas en estos cuatro años, muchas personas han opinado sobre nosotros, han puesto las manos al fuego porque nosotros terminaríamos pronto, porque el otro es tóxico, porque "mira lo que hizo, está muy mal, no te quiere", pero es que cuando hablan de nosotros, lo hacen desde la inexperiencia, lo hacen desde el egoísmo, lo hacen desde ese bicho de querer opinar, lo hacen desde aquella ignorancia que tanto les caracteriza, porque nadie más que nosotros dos podemos hablar de nosotros dos.
Él me conoce como la palma de su mano y yo lo conozco como la palma de la mía, sé con un simple "hola" cuando algo anda mal, y él sabe cuando tengo sueño con apenas un "mi amor..." No es necesario para el otro confesar pequeñas cosas cotidianas, porque ya las asumimos como algo que ya sabemos, no hace falta poner los límites y decir "eso me molesta", porque el otro ya lo sabe. Los cuatro años no han sido en vano, lo he conocido en casi todas sus facetas (aunque es cierto que uno nunca termina de conocer a alguien), lo he conocido llorando, riendo, eufórico, miedoso, con ganas, sin ganas, y así en un montón de estados de ánimo. Y es precisamente por eso, que puedo afirmar que lo amo, ¿saben? Que lo amo como nunca amé a nadie, lo amo tanto que podría dar mi vida con tal de que esté bien.
¿Y saben lo que pasa cuando amas de forma tan pura a alguien? Pues, estás agradecido de tan solo el hecho de que esté respirando, de que tenga salud, de que tenga todas sus extremidades y que pueda ir a dormir tranquilo. Son cosas tan simples que a veces se nos olvidan lo valiosas que son, pero para mí no.
He estado sin él, he crecido como persona a solas y acompañado a su lado, sé que puedo estar sin él... pero no quiero. No quiero porque con él todo es infinitamente mejor. Una película no es lo mismo verla solo que verla con él, porque con él puedo comentarla, puedo decir: ¿viste eso?, o ¿no te parece que la actriz está de puta madre? Le daría por culo. Y él me dirá: lo sé, quisiera acostarme con ella.
Es una relación donde lentamente hemos encontrado nuestra comodidad, respeto y saber que las cosas pueden ser infinitamente mejor al lado del otro simplemente por el hecho de su compañía.
Y yo le deseo eso a todos, porque no es fácil encontrar a alguien con quien te sientas a gusto, no es fácil luchar por el amor. Y como él siempre me dice: el amor no es para los débiles. Porque en el amor se sufre, se lucha, se decepciona, se aprende, se cae. Pero lo más importante siempre es tener el respeto mutuo, y agradezco que nosotros lo hemos vuelto a encontrar.

Te amo infinitamente.