Notes

No te entregué esto a las doce porque después de tu regalo, más cosas para decirte se me vinieron a la cabeza y no quería guardármelas.

Mis manos siguen temblando y mi mente está en blanco, una pésima combinación, ya sé. Pero con las pocas palabras que puedo pensar en este momento quiero decirte que me encantas; cada parte de vos me encanta, cada uno de tus defectos que me dejaste conocer hasta ahora. Me encantas cuando me hablas de las cosas que te gustan, cuando te enojas, cuando me contas como estuvo tu día y todas las cosas que te pasaron, sean buenas o malas, me agrada que te sientas en ese nivel confianza como para hacerlo.

Me siento tan afortunada de tenerte conmigo, realmente me importa muy poco si todo esto está sonando cliché, pero no encuentro otras palabras para describir lo que siento por vos. Sos esa persona que me alegra los días enteros, mis días no están completos sin tus ‘’te odio’’ donde algunas veces después de decirlo terminamos diciéndonos que nos queremos… o todo male sal y nos empezamos a patear porque best matrimonio ever.
No sé si lo dejé en claro alguna vez, pero desde que te conocí supe que eras una persona que no quería ni debía perder, es que ¿alguna vez te pusiste a pensar en lo valioso que sos? vales mucho más de lo que imaginas y me enoja que hasta el día de hoy probablemente no puedas darte cuenta de eso, de que sos hermoso en todos los sentidos y nadie tiene el derecho de hacerte pensar lo contrario. Cualquiera que se atreva a lastimarte no tiene idea de la gran persona que se está perdiendo.

Me haces muy feliz, aunque soy consciente de que no lo demuestro a veces. Pero fua, me haces tan bien que no te quiero perder por nada en este mundo. No sé cómo terminar esto porque sabes que fracaso en todo y esta mini carta no es la excepción. Tal vez repetí una palabra muchas veces, pero déjame, en mi defensa son los nervios. Espero que te haya quedado en claro todo el amor que me haces sentir (aunque solo expresé la mitad). Te adoro.