Notes![what is notes.io? What is notes.io?](/theme/images/whatisnotesio.png)
![]() ![]() Notes - notes.io |
Las personas van tallando su alma con el pasar de los años para encontrarse así mismos. Sin embargo, terminan perdiendo parte de ellos en el trayecto, pequeños fragmentos suyos que muchas veces no regresan, y terminan convirtiéndose y conformando su pasado. No obstante, estoy al tanto que yo, he dejado mucho atrás: personas, manías, sueños, pasatiempos, deseos, ideas, comportamientos, amores y dolores. No puedo asegurar que me he formado para mejorar, no. Sino, todo lo contrario. He retrocedido, y en ese regreso he quedado estancado en unas aguas demasiado espesas a las que, por desgracia, me acostumbré.
Y no, no hablo de vicios, mucho menos de lujurias, sino, de todo aquello que únicamente se convierte en un dolor de espalda, de cabeza, de alma: a cargar con estrés innecesario, con un pesimismo en vano, y un conformismo exuberante, tanto que, a costumbre tan arraigada de no conseguir lo que me proponía, terminé sin saber hacia dónde estaba mi camino. Pero entonces, hubo desconocimiento de mi verdadera situación. Conocía parte de ella, pude entender que no me encontraba bien, pero no hallaba el motivo y tampoco pensé en la magnitud tan fuerte de lo que se trataba. Fue en ese momento, cuando más solo me sentí, porque a pesar de que mi familia no me hubiera abandonado, yo mismo lo había hecho. Fui yo quien se dejó caer al precipicio sabiendo el mucho daño que iba a causarse, pero no importándole.
Desde entonces seguí creciendo infeliz, en resumen. Me alejaba sin saberlo, no sólo de las personas, también de mí. Me enterré profundamente en la oscuridad, donde nadie pudiera verme porque no me creía digno de tal. Claro que, todo aquello sólo era interno, porque en el exterior no iba a humillarme de tal modo (como yo lo consideraba), no. Por fuera mi egocentrismo creció. Y cuando me hubiera dado cuenta, traté de apaciguarlo, pero entonces descompuse otra parte de mi alma que se encontraba en construcción. Me dije que, debía ser mejor persona, entonces tuve más tolerancia y soporté dolores garrafales y momentos que deseo nunca más contar, y que si contaba a mis cercanos con entusiasmo, era para no hacerlo ver tan cruel hacía mí, como si hubiese disfrutado de todo aquello; me dije que estaba bien llorar, y entonces lloré a todas horas cuando antes nunca lo hacia así de seguido; me preocupé por los demás y pues, los coloqué sobre mí, hundiéndome en miseria emocional. Así, esa visión clara de la lucidez y suciedad conjunta y desequilibrada, conllevó a un sufrimiento todavía más extremo, desgarrándome emocionalmente, y haciendo perder mi esencia.
Entonces, cuando ya la hubiera visto perdida, traté de buscarla por todo los rincones: en mi infancia, en mi niñez, en mi adolescencia, e incluso en el día de ayer, y mientras continuaba buscando, encontré traumas que no creí tener. Fue allí donde todo yo, me desprendí y dudé de quién era en realidad. Mi carácter fuerte se debilitó: enfermó tanto que estuvo a punto de fallecer. Mis ideas salieron huyendo, no queriendo regresar jamás. Y mis pensamientos, oh, mis queridos nudos de experiencias y conocimientos, se incendiaron, quedando sólo en cenizas. Me había quedado sin nada, totalmente agotado y débil. No sabía hacia donde correr o con quién refugiarme, puesto que sólo deseaba quedarme en el mismo lugar, y tampoco era que deseara con gran anhelo ayuda ajena, pues creía se trataba de un problema muy mío, que nadie iba a poder resolverme. No sabía cuál era mi yo real, qué principios tomar, y lo peor era, que al dar un paso, éste pesaba demasiado, provocando un lento andar, despojándome de las ganas de proseguir. Me atormenté tanto que lágrimas ya no me salían, tenía tanto miedo de no encontrar el camino de regreso porque parecía haber empeorado todo yo mismo. Me afligí.
Mi vida se convirtió en algo deplorable: mediocre, sin metas, conformista, con mucha tolerancia de mí para los demás, con miedos, perezosa, sin ganas ya, de vivir. Pero mucho menos, de morir. Eso era peor. Quedarme en la línea intermedia de dos dimensiones contrapuestas a las que hallé incluidas una dentro de la otra. La visión de la vida y la muerte tuvo una connotación tan ramplona que poco interés me provocaba ambas. Sólo era yo, supuestamente existiendo, supuestamente muriendo. Sin identidad. Sin pasatiempos. Sin brillo. Ni tono gris. Era una persona vacía, sin dolor y amor para sentir, o dar, a la que ya nada le producía la más mínima conmoción. Estaba por completo hundido en un pozo, sin luna a la que admirar desde allá abajo. Estaba en algún lugar, con exactitud cuál, ni la menor idea. Pero estaba. Y cuando pensé en ello, en si yo seguía existiendo o lo había dejado de hacer hace mucho que si quiera lo hubiera notado, la nostalgia creció.
Entonces, sólo me abracé y acomodé en el gélido ambiente del sitio tal. Me dejé llevar. Pero algo, muy dentro mío, seguía luchando para ser encontrado, sin embargo, no se le permitía hacerlo, porque muchos años llevó ahí escondido, y cuando hubiera querido exponerlo a la humanidad, era ya muy tarde… No entendía porqué, pero algo me lo hacía entender así. No hallaba forma de escapar, por más que tratara de animarme, enfocarme, de ver con amor y pasión las cosas que alguna vez me prometí hacer, no podía. Lo intenté tantas veces; intenté escalar ese pozo más de cien, pero siempre caía, tanto que el dolor de la caída se me hizo habitual y me acostumbré a sentirlo, a vivir con él. De pronto, dejé de ver la salida, todo se volvió oscuro. Frío. Sentí mucho miedo. Me preocupe tanto por mí, como nunca antes lo hubiera hecho. Entré en una desesperación exagerada, donde sabes que debes hacer algo, pero no tienes la mínima idea de qué. Tiré todo. Me deshice de lo poco que tenía: de los recuerdos, tanto buenos como malos. Todo comenzó a desprenderse de mí.
Pensé se trataba de un final demasiado joven. No contaba con algo a lo que aferrarme. Siquiera el amor propio que una vez me tuve. Ya no queda rastro mínimo de él. No entendía nada, me costaba comprender lo que veía, leyera, o escuchara. Mi percepción de la realidad se distorsionó, al punto de no lograr diferenciarla ya de los efímeros pensamientos que mi mente entretejía. Me costaba concentrarme y dirigirme a un lugar especifico. Se trataba de la peor lucha interna que jamás hubiera experimentado, y no, no era debido a la adolescencia, para esos entonces ésta ya hubiera quedado demasiado atrás. Tampoco eran signos de tratarse de ella. Mi mente no estaba equilibrada, mi cuerpo había enfermado tanto... estaba cansada de padecer así y decidí buscar ayuda. El resultado fue peor, porque siempre lo supe, pero lo ignore. Sin embargo, me dije que podía vivir así: miserable por dentro mientras por fuera, cambiaba de personalidad, teniendo altas y bajas pero sin que nadie notara que no se trataba sólo de cambios de humor, no. Porque no era así. Era algo más interno. Todos creían que era mi apatía creciendo y disminuyendo a ratos. Nadie lo notó, y cuando alguien se hubiese dado cuenta, colocaba el pretexto entre la persona y yo de "estoy estresada", funcionaba.
Me ofrecieron ayuda luego de ir por mi cuenta a buscarla una vez me informaron del diagnostico. La rechacé.
En una sesión de mis clases, sentí tanta ansiedad sin razón que frente a todos lloré. Éste era el punto para darme cuenta que había llegado muy lejos mi padecimiento.
Una noche, estando con un amigo, lloré sin motivos, así, de un momento a otro. Puse de pretexto el estrés por exámenes.
Había contado estas situaciones a mis cercanos, con la esperanza de hacerles ver que no me encontraba bien; lo platicaba como algo más, mi voz se disfrazaba e incluso sonaba divertida, pero sabía que, si muy fijamente veían mis ojos, notarían lo lastimada que estaba.
Cuando me hubieran llevado a dirección por un reporte, me sentía tan frágil que terminé llorando aún peor.
La directora notó mi dolor.
Notó mi problema.
Lloré aún más.
Desgarré lo último que me quedaba.
Y mientras lloraba, me sentí feliz.
Alguien, por fin, luego de tanto tiempo, me había hallado.
Cómo alguien tan ajena a mí pudo notarlo con facilidad. Eso dolió muchísimo. A las personas que veía a diario o casi a diario, les pasó por encima darse cuenta. Me enojé inconscientemente con ellas, sin que lo supieran. Las perdoné en silencio. Me perdoné a mí. Entendí que nadie era culpable. Sólo se trataban de situaciones dolorosas que desde temprana edad arrastré conmigo y no dije a su tiempo. Luego, se sumaron otras más. Y más. Y más. Y más. Me llené de ellas. La obsesión era aquello que me había acabado, lo que me llevó al punto donde me perdí. La inseguridad, el miedo de fracasar, el perfeccionar todo lo que hacía, dijera, pensara. La soledad a la que me quise acostumbrar a estar. El pensamiento de poder hacer todo yo, sin ayuda. El rencor conmigo misma. La desilusión y decepción que me llevé de aquellos que admiré. Tomar dolores ajenos a cambio de mi bienestar, creyendo que eso era querer. Todo eso durante cuatro años, siendo en los dos últimos cuando empeoró. Los primeros dos no tuvo repercusión, pero a mitad del tercero aumentó. En el cuarto, explotó. No podía más. Los sentimientos de vacío que eran por periodos, se prolongaron casi por ocho meses.
Acepté la ayuda.
Me costó abrirme y contarlo todo. Situaciones que yo creía eran mínimas, pero que me había lastimado mucho, como esas espinas pequeñas que se encajan en tus manos y te molestan tanto. Imagina tenerlas durante mucho tiempo, y luego, que se encajen otras más grandes. Si contara las situaciones que me llevaron a estar así, seguro las personas pensarían que son estúpidas, que fácilmente hubiera podido superarlas.
Pero comprendí que esas situaciones eran mi dolor, no el de ellos. A todos nos lastiman diferentes cosas. Todos sufrimos por lo que creemos importante o significativo. Y por justa razón, todos tenemos diversas cosas por la cual, preocuparnos.
Poco a poco volví a mi realidad. Tuve que volver a reconstruir mi ética moral, mis pensamientos, ideas, valores, lazos con personas, metas... Unos coincidían con las que alguna vez tuve, otras, por más que tratara de traerlas, fue imposible. También comprendí que algunos de éstos sólo se tienen a determinada edad o momento, que está bien desprenderse de ellas, cambiarlas para mejorarlas o incluso dejarlas atrás porque te has dado cuenta que no es lo que verdaderamente quieres. Claro que ha costado y mi situación no está aún finalizada, todavía no encuentro mis pasiones, pero estoy buscándolas, tratando de sentirlas una vez más. O encontrando nuevas.
Voy con lentitud, pero consolidando lo que construyo para que no caiga, para no volver a ese pozo.
Voy observando a mi alrededor con mayor minuciosidad, para ayudar a quien esté a punto de caer, o ya haya caído.
Voy amándome por todo lo que está en mi situación, lo que consiga o no, y así, voy amando a los demás.
Voy respetando a mi persona, dándole su lugar, no dejando que nadie se sobreponga arriba de mí. Que si yo quiero hacer algo, sea meramente porque yo así lo deseo.
Voy aceptando mis errores, que no todo puede ser perfecto, no todo siempre resulta como lo planeo.
Estoy entendiéndome para entender a los demás. A quien pueda entender, qué gloría, y a quien no, lo siento.
No puedo asegurar que ya me encontré, posiblemente nunca lo haga, tal vez me quedé a la mitad. Pero con la porción que tenga de ello, trataré de avanzar. Tampoco aseguro que a partir de ahora tendré la mejor disposición, no todo tiene su final feliz, pero yo quiero que el mío sea así.
[...]
![]() |
Notes is a web-based application for online taking notes. You can take your notes and share with others people. If you like taking long notes, notes.io is designed for you. To date, over 8,000,000,000+ notes created and continuing...
With notes.io;
- * You can take a note from anywhere and any device with internet connection.
- * You can share the notes in social platforms (YouTube, Facebook, Twitter, instagram etc.).
- * You can quickly share your contents without website, blog and e-mail.
- * You don't need to create any Account to share a note. As you wish you can use quick, easy and best shortened notes with sms, websites, e-mail, or messaging services (WhatsApp, iMessage, Telegram, Signal).
- * Notes.io has fabulous infrastructure design for a short link and allows you to share the note as an easy and understandable link.
Fast: Notes.io is built for speed and performance. You can take a notes quickly and browse your archive.
Easy: Notes.io doesn’t require installation. Just write and share note!
Short: Notes.io’s url just 8 character. You’ll get shorten link of your note when you want to share. (Ex: notes.io/q )
Free: Notes.io works for 14 years and has been free since the day it was started.
You immediately create your first note and start sharing with the ones you wish. If you want to contact us, you can use the following communication channels;
Email: [email protected]
Twitter: http://twitter.com/notesio
Instagram: http://instagram.com/notes.io
Facebook: http://facebook.com/notesio
Regards;
Notes.io Team