Notes

Viernes 27 de Julio del 2018.
12:00am


Hoy es una de esas noches donde mi cabeza comienza a viajar por muchos momentos y a analizar emociones, sentimientos y actitudes provenientes de mi persona. Sinceramente no sé ni por dónde comenzar esto ni si tendrá un final realmente establecido, pues no quiero terminar nunca de escribir algo que tiene que ver con un ser humano que me hace feliz.


Hola, Hades, Hache... nene. Sé que esto será algo inesperado para ti (pues para mí también lo es) y sé que no entenderás mis escritos inoportunos y llenos de palabras que quizá para ti sean vacias o falsas pero que en mi interior desean salir a flote cuanto antes. Pues si bien es cierto que lo que no se dice te termina matando, también es cierto que lo que se dice muchas veces es un arma de doble filo. Nadie está 100% preparado para decir lo que siente totalmente y más si eso que sientes no es aceptado por otro.

Recuerdo que cuando te conocí, mis primeros pensamientos fueron una mezcla de curiosidad, interés y muchísima intriga, pues la manera en como te expresabas era algo fascinante para mí (y siempre te lo hacía saber); supe lo hermosa persona que eras con el pasar de los días, en donde tus buenas vibras siempre me hacían sentir cómoda y segura de cualquier palabra que quisiera decirte, expresarte y confesarte. Tu manera de ver el mundo, a las personas, en como deseabas hacer tus cosas y ese positivismo era claramente algo que yo no quería soltar y que honestamente llenaba nuestras conversaciones de esa manera tuya de ser y que con el paso de las horas me tenían allí sin poder dejar de responderte ni un segundo. Sé que te dije que no me apegaba a las personas fácilmente y que el alejarme de ellas no se me era una tarea tan complicada, pero como siempre, llega ese "alguien" que modifica tus planes completamente y te hace desear cosas muy diferentes a las preestablecidas en tu vida.


Poco a poco te colaste en mi ser, en mis pensamientos, en mis planes y en mi vida y sabía que eso me daba miedo, ya que conociéndome, sabia que si eso sucedía, no habría marcha atrás. El no hablar contigo era una pesadilla para mí, el no saber de tu día, de cómo te sentías, cómo te iba, era algo que me frustraba y me llenaba de estrés porque ya mi mente se había acostumbrado a tenerte presente a cada momento. La sensación de perderte la saboree de cerca en repetidas ocasiones, fue ahí cuando confirmé lo difícil que sería si llegara verdaderamente a pasar. Quisiera encontrar las palabras exactas para describir lo que significas para mí y la manera en como te miro, ya que es algo que yo ni siquiera he logrado comprender para mi misma. Simplemente eres alguien tan fundamental, una pieza invaluable en el rompecabezas de mi mente y de mi presente vida diaria, eres alguien primordial y un ser tan importante que llenaba de luz y vitalidad mi cotidianos días a días y alguien que simplemente supo cómo conocerme y sacarme sonrisas incomparables y sinceras y alguien que me desnudó los pensamientos y los besó incontables veces con sólo presencias ocasionales pero llenas de amor y sinceridad de la buena.

Yo quisiera creer que todo esto es un juego, que mis confusiones no se hubiesen presentado así y que el perderte no estuviese siquiera en mi diccionario, pues sólo el aire sabe lo que significó tu lejanía momentánea en tus momentos de desequilibrio conmigo y sólo yo sé los vacios tan grandes en mi pecho que yo sentía por saber que tu ser ya no estaría conmigo siempre. Nada de eso se compara remotamente a cómo me siento en este momento y en cómo me he sentido desde que simplemente te perdí. Pues te llevaste contigo una parte muy grande de mi alegría actual y de un amor sincero que te tenia y que aun queda aquí, en un pedacito de mi ser el cual traigo a mí cada vez que te veo y leo en silencio.

Yo te agradezco por tanto, Hades. Por ser alguien tan honesto, dedicado, por darme tanta seguridad y hacerme sentir valorada, querida y protegida, por ser un ser tan lleno de luz y tan pero TAN humano de pensamiento, palabra y acción. Por haberme dado tanto en tan poco, por haberme dedicado horas preciadas de tu tiempo, por haberme querido abrir tu corazón y que yo por imbécil no haya sabido valorarlo como lo merecías, pues me arrepiento a cada segundo de no haber hecho las cosas correctamente en vez de lanzarme a la primera sin ver las consecuencias que eso traería en un futuro. Ojo, no con esto digo que me arrepiento de las cosas con Christo, pero si se que todo pudo haber sido mas ordenado y equilibrado si yo no fuese una lanzada de mierda.

No hay segundo que yo no te piense, que no este triste por no poder hablarte y contarte todo lo que mi mente guarda, no hay segundo que no desee tu felicidad entera y que no me sienta miserable por haber perdido a alguien que yo sé me marcó para bien y para siempre. No lo digo como palabras banales, lo digo como realidades que guardo en mi pecho y que sé no cambiarán asi me vaya de fake, pues personas como tú difícilmente se olvidan.

Te adoro tanto, nene. Y te extraño como tú no te haces una mínima idea de cuanto; lamento a cada momento lo que sucedió y sé que todos esos días contigo me los llevo en una cajita con tu nombre. Eres un ser de luz que aún brilla en mi corazón, así ya no lata constantemente con tu presencia.

Gracias por tanto que me dejaste y gracias por tanto que me seguirás dejando en mi mente, porque contigo aprendi cosas incomprables y certeras.

Eres, fuiste y serás, mi más linda casualidad siempre.

Te quiere con todo su corazón y se despide con mucha tristeza en su corazón;
Tu nena, Ámunett.
Para ti: https://youtu.be/ShcpC8sBnjk