Notes

Qué dices tú de injusticias
cuando le debes la vida a tu altanería
a tu vida de puta y arrastrada
alegando derechos que no mereces
porque no te das a respetar

Bajo mi criterio,
siendo el único validado por la ley y las personas,
siento que mereces morirte.

Que se traguen tus intestinos
y te cague en la boca el gobierno
porque no me gusta verte así
libre
sin saber para qué quieres amarte
regocijándote en un montón de culos mal cogidos
cuando es que me tienes a mí para hacerlo
un hombre que arriesga su pudor para poder amar a una mujer
aún cuando esa mujer es ignorante del significado de ser una dama
o peor
no sabe qué es ser una buena esposa, una buena madre, una buena hembra.

Verás cómo te quiero tanto
una tarde al sol
con recia mano
disciplinándote para ser mejor persona
escupiéndote en el pecho tu comida fría
o dedicándote un "zorra" por tu rebelión insospechada respecto a tu dignidad.

Al fin y al cabo
tu cuerpo se va a desperdiciar tanto
cuando te haya echado de casa
para que te vayas a vivir al panteón
todo porque no me dejaste tocar ese abdomen tuyo
ni besarte en el cuello para acentuar las marcas violáceas
de mi amor inconsecuente

Debiste preguntarle a la vecina cómo quiere ella a su marido
de cena ofrece guisado, justo a las ocho
el postre, riquísimo,
en plato chico de porcelana, importado de Japón;
obviamente se luce, exquisito, ese postre del que te hablo
aquél que a ti no te gustaba servirme
el dichoso "machismo interiorizado".