Notes

LAS 4 TORRES
PKMN Goromoiz
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EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
El rey Eric se despidió del rey Josefino y de sus súbditos, mientras que Truti confesó que era un ciudadano normal que quiso ser mayordomo del rey. Cuando el rey Eric se fue de vuelta a su imperio, un ejército gigantesco rodeó a nuestros héroes. El rey Josefino de Corazón desafió a Antonia2015, que les declaró la guerra por su caniche, Perrotte10. El rey Josefino derrotó a Antonia2015 y se fue, montado en su caravana, junto a sus leales súbditos, al Glaciar Inviernoeterno.
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CAPÍTULO 5: EL REINO DE HIELO, EL GLACIAR INVIERNOETERNO

-Bien... Ejem...-Lealusfielus se desmontó del burro-. Ya estamos en el Glaciar... ¡Bien!

-¿Eh...?-el rey Josefino salió de la caravana-. ¡Tonto del culo! ¿¡Es que no ves que todavía estamos en el Gran Imperio!? ¡Mira, feo!-y señaló al suelo, que estaba la hierba verde por un lado, y congelada (literalmente) por otro lado.

-Mi majestad... Me refiero a la parte de la hierba congelada...-contestó Lealusfielus con un poco de miedo.

-¿¡Cómo un ''tontifeo'' como tú se atreve a responderme!?-gritó el rey.

-Quizás porque tiene boca ajjjajjjjajjjXD-contestó el Ballestero Fuerte.

-¡¡Aaaaarg!!-la cara del rey Josefino de Corazón se puso roja, más o menos, como la de un tomate-. ¡Vuelve a montarte sobre el burro, y lleguemos de una vez por todas!

Lealusfielus se montó en el burro y empezó a cabalgar. El rey Josefino cogió una sábana de algodón y se metió dentro, mientras que los soldados, que tenían frío hasta con sus armaduras, empezaron a decir ''Qué frío :(''. Evidentemente, el rey NO les dio la sábana. El burro se cayó al suelo junto a un pino congelado. Lealusfielus también. El rey ordenó que se levantara, y al burro le empezó a gritar, llamándole ''Burro, eres un burro'' todo el rato (cómo no -_-). El mayordomo se montó otra vez y empezó a cabalgar... Que, poco rato después, se acordó del imperio del rey Josefino en el Glaciar. Se lo dijo, y... Se llevó una buena bronca... Porque el rey estaba de muy mal humor (y avergonzado) de no acordarse de su imperio allí. Les fue muy difícil, pero llegaron sin ningún problema, sólo que los soldados se congelaron, bueno, casi se quedaron congelados, al igual que el mayordomo y el burro.

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-¿Qué? ¿Un payaso? ¿Como guardián?-se rieron los Barones Rebeldes xd.

-Je... No sé cómo habéis llegado hasta aquí... Pero debéis de saber que los intrusos como vosotros no son bienvenidos...-dijo el payaso cogiendo un bastón con una bola roja incrustada en él.

-Por cierto... Creo que ya te he visto antes...-dijo un Barón Rebelde xd-. ¿No serás...?-y antes de que terminara de hablar, el payaso lanzó un conjuro con su bastón que convirtió a los Barones Rebeldes xd en payasos sin ningún poder en especial, aparte el de hacer reír.

-Y también debéis de saber que... ¡Seréis mis esclavos!-gritó el payaso.

-¿¡Qué nos has echo!?-gritaron horrorizados al contemplarse en un cristal roto que había en el suelo-. ¡Haz que estemos como antes!

-Así no es como se habla a un superior... Ja... Jajajajaja-se empezó a reír el payaso-. Mirad... Esto sólo lo diré una vez... ¡Si no me hacéis caso...!-alzó el bastón, que lanzó un rayo y pulverizó a un diamante que había en una estantería-. Morderéis el polvo, payasos... Literalmente... Ja... Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.

-No... ¡Perdónanos la vida!

-Con esas pintas tan macabras que tenéis... Habéis traicionado a alguien, ¿no?-les interrogó. Como que nadie respondió nada, el payaso se lo tomó como un sí-. Recordad que estáis avisados; todo lo que tendréis que hacer es hacer todo lo que yo diga... Ah, ¿y a quién habéis traicionado?

-A... Un... ¡¡A UN REY GORDO Y TONTO!!

-¿Cómo se llamaba?

-Jo... Jose... Josefina...

-¿Eh? ¿No será Josefino de Corazón?-preguntó con una sonrisa macabra el payaso.

-¿Cómo lo sabes?

-¡Nada de tutearme! ¡Sólo háblame de vos!-se sentó en su trono. Puso la pierna izquierda sobre la derecha y continuó-: ¡''Feazos'' traedme a Josefino!-miró la bola roja que estaba incrustada en su bastón-. Je, el muy tonto ha ido a parar en su imperio... ¡Cómo no! ¡No ha cambiado nada desde la última vez! ¡Me sorprende que sea mi hermano!

-Sí... Ahora vamos-y salieron corriendo los Barones Rebeldes.


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En el imperio del Glaciar Inviernoeterno del rey Josefino, todos estaban sorprendidos por su inesperada llegada. Muchos ni lo conocían... Pasaban de él. Pero los que lo conocían, habían los que lo alababan, y habían los que decían que era tonto, así que lo ignoraban y ya está. El rey se fue en su habitación, pero con tan sólo al entrar, un criado suyo le dijo que iban a la cantera a por más piedra. El rey decidió ir con ellos, ya que quería evaluar la situación... Aunque el muy tonto no sabía ni por dónde empezar. Una vez ahí, le pareció absurdo que los canteros utilizasen picos para picar la piedra, y, por eso, les gritó con una furia tremenda que utilizasen las manos, que por algo tenían dos. Los canteros, dolorosos, le pidieron al rey que, por favor, que pudieran utilizar el pico... Pero justo cuando el rey estaba a punto de darles un latigazo, Lealusfielus intervino en sus mandatos.

-Mi majestad, ¡nuestros exploradores dicen que han localizado una cueva en la que hay carbón para 3 años!

-¿¡QUÉ!?-preguntó entusiasmado el rey Josefino-. ¡¡VENGA, TRAE LOS CORCELES Y AVISA A LOS EXPLORADORES Y A UNOS CUANTOS SOLDADOS!! ¡¡RÁPIDO, NOS VAMOS!!-y después de mirar seriamente a los canteros, les dijo-: venga, haced lo que queráis... Adiós... Nenes -_-

Una vez que estaban fuera del imperio, el rey, que iba con el corcel más grande, les preguntó a los exploradores dónde vieron la cueva de carbón. Los exploradores le contaron que la encontraron cuando estaban persiguiendo a un normando que escapó saqueando monedas del imperio. Detuvieron al normando, pero aún así, creyeron que lo mejor era acabar con él. Le cogieron y le tiraron en el mar que conectaba los demás ''mundos''... Y claro, si lo tiraron desde el Glaciar Inviernoeterno, el mar debía de estar más frío que... Llegaron, sorpredentemente,
sanos y salvos, ya que en el mes que estaban, habían tormentas muy peligrosas y duraderas. Cuando ya estaban dentro de la cueva de carbón, descabalgaron de sus corceles y, con una antorcha, siguieron ahí dentro. El rey iba entusiasmado, pensando en cuántas monedas podría conseguir intercambiando el carbón con la gente desterrada de las afueras del imperio... En cambio, los exploradores pensaban en estar en casa con un chocolate caliente bien rico, con una sábana cómoda y fuego en la chimenea. Cuando los carboneros terminaron de sacar el carbón (tenían 150 barriles llenos), volvieron con sus respectivos corceles hacía donde estaba el rey, que estaba distraído hablando y felicitando a los exploradores:

-Jajajajaja, ¡me alegro de que seáis los de mi imperio! ¡No sé qué haría sin vosotros!-hizo una pequeña pausa-. ¡Ese Lealusfielus, siempre por ahí tirando como un zopenco, va y me dice algo que no me creí! ¡Pero ya sabéis, hice caso a ese feo integral sólo porque si no llora...! Pero cuando os veo a vosotros, con esos trajes nobles, honorables, fantásticos... Pienso: ''¡Pero que personas más fuertes, valientes e inteligentes que son! No como ese Lealusfielus Tonticus ni esos soldados'' jajajajajaja... Y al final... ¡Es cierto lo que me dijo! Pero claro, ese tonto del culo sólo ha tenido razón porque se lo habéis explicado, que si no... Jajajajajaja...

-Mi majestad, ya hemos acabado de sacar el carbón. Se nos han terminado los barriles. Tendremos que volver antes de que se desate alguna que otra tormenta...-anunciaron los carboneros.

-De acuerdo, ¡volvamos al imperio!-aceptó el rey.

Montaron en los corceles y volvieron al imperio. Ahí, Lealusfielus y los soldados que acompañaron al rey desde el Gran Imperio le estaban esperando. Los exploradores acompañaron a los carboneros hacia los pobres desterrados... Que nadie sabe cómo, tenían infinitas monedas. Intercambiaron la mayoría del carbón y consiguieron 938.000 monedas... Pero de repente, una gran tormenta arruinó los planes que tenía el rey Josefino de ir a la torre para destruirla.

-Continuará...-