Notes

LAS 4 TORRES
PKMN Goromoiz
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EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
Cuando el rey y sus súbditos llegaron hacia la torre Arendum, un gran sultán les barrió el paso. Afortunadamente, el sultán comprendió la razón por la que debían de destruir la torre, así que les cedió el paso y la destruyeron. Cuando terminaron de destruirla, llegaron de nuevo hacia el Gran Imperio, en el que Lealusfielus se fijó que la torre de Berimond que debían de destruir se movió, mágicamente, hacia las Cumbres de Fuego.
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CAPÍTULO 18: DE CAMINO AL FUEGO


-Oh, oh...-se lamentó Lealusfielus Tonticus-. Tendremos que atravesar el mar de las Cumbres de Fuego...

-¿Y qué hay de malo?-preguntó Rito.

-¿¡Que no te enteras subnormal!?-le estranguló el rey-. ¿¡Acaso no sabes que el mar de las Cumbres de Fuego está ''ultrasupermegahiperenormementeenorme'' mar caliente!?

-Pues no, ¿por?

-Mi Majestad... Déjelo ir; ya comprenderá lo que se siente...-tranquilizó Lealusfielus al rey. El rey Josefino de Corazón dejó ir a Rito, que cayó al suelo... Pero se levantó-. Además, ya hemos atravesado ése mar 2 veces, y la última vez con Rito... Pero me temo que se ha olvidado de la calor... ¡Qué infierno!

El rey y sus súbditos corrieron hacia 30 caballos de 2 Barones Ladrones que estaban dándoles latigazos a montón. Rito les saludó con un ''hola'', mientras que los soldados aprovecharon ese momento de distracción para atar a los Barones Ladrones con una cuerda, y robar todos los caballos. El rey se montó en el más grande... Pero se cayó porque era demasiado grande. Se volvió a montar, se volvió a caer. La tercera vez que lo intentó... ¡Milagro! Lealusfielus se montó en un caballo normalito, mientras que los demás soldados igual. Rito se montó en un ''poni''. Los demás caballos les seguían porque estaban atados con una cuerda que estaba sujetada por el caballo del rey. Empezaron a cabalgar muy rápido.

-¿Cuánto falta?-preguntó Rito impaciente.

-Pa' qué quieres saber eso jaja saludos ''xd''-le preguntó un soldado adicto a las pantallas (que en esa época eran trozos de papel en el que la gente debía de escribir con un lápiz a muy, pero que muy corta distancia).

-Porque me aburro-respondió Rito.

-Queda poco, sí-replicó Lealusfielus.

Pasaron 1 hora y media.

-¿Cuánto falta?-preguntó Rito impaciente.

-Pa' qué quieres saber eso jaja saludos ''xd''-le preguntó un soldado adicto a las pantallas.

-Porque me aburro-respondió Rito.

-Queda poco, sí-replicó Lealusfielus.

Pasaron 3 horas...

-¿¡CUÁNTO FALTA!?-chilló Rito.

-Poco, sí... Muy poco...

-¿Te puedes callar tonto del culo come mocos?-Intervino Rito furioso.

-Oh... ¿Cómo es que hemos venido sin barco?-preguntó el rey.

-Porque no tenemos-respondió Rito.

-Oh...-se lamentó el rey en voz baja.

-Bueno... Ehem...-tosió Lealusfielus-. Ahí hay un marinero.

-¿Cómo lo sabes?-le preguntó el rey.

-Porque lo pone en un cartel...-señaló Lealusfielus.

Todos descabalgaron de sus caballos (y Rito de su ''poni'') y se dirigieron hacia aquel marinero. Tenía una camiseta blanca con rayas verticales azules y un pañuelo verde en la cabeza. El marinero era muy flacucho, por lo tanto, se le podían ver los huesos muy claramente. El rey Josefino de Corazón explicó al marinero que si les podía llevar en las Cumbres de Fuego... Con lo que el marinero le empezó a insultar. Rito se cayó al suelo y empezó a reír durante media hora, ya que ése fue el tiempo que duró la ''simpática'' conversa entre el rey y el marinero. El rey Josefino ya no pudo soportar más, así que les pidió a sus soldados una cuerda, y éstos se la dieron. El rey se lanzó sobre el marinero y se escuchó un ''crack''... Que era el sonido de los huesos del marinero.

-¡Qué haces gordo de...!

-¡No te muevas, cacho burro!-le advirtió el rey mientras le ataba con la cuerda. Cuando terminó, se lo tiró a un soldado, que lo cogió como a una dama-. Venga, Lealusfielus, a controlar al barcucho ese...

Todos subieron al barco, excepto el marinero, que tuvo que ser llevado hacia el barco por un soldado. Lelausfielus manejó el timón con destreza. Sólo transcurrieron 45 minutos y el arduo mar de las Cumbres de Fuego hizo su presencia. Las olas eran muy agitadas, pero aún así, el barco de aquel marinero no se daba por vencido y seguía navegando.

-Anda que...-rugió el marinero-. ¿Por qué vais a las ''Cuembras da Fugo''?

-Es a las ''Cumbres de Fuego'', canijo-le corrigió Rito-. ¿Estás seguro de que aprobaste castellano?

-¡Que yo no he estudia'o, ''casho'' buro.

-¿Por qué has pronunciado ''burro'' con una erre?-le preguntó Rito-. ''Burro'' se pronuncia como se escribe, y como tal eres tú...

-¿Qué quierez dechir?

-¡Mira! ¡Yo seré tu profesor!-replicó Rito emocionado-. ¿Por qué no has traído los libros? Y es que... ¡¡¡SUSPENDIDO!!!

-Rito, déjalo en paz...-le dijo el rey.

-Tú también estás suspendido, cacho ''gordote''... Entre comillas porque ''gordote'' no existe.

-¿¡Qué me has dicho!?

-Una cosa... Suspendidos los dos por no estar atentos en clase.

Y así siguió la discusión. Obviamente, Rito era el que provocaba la discusión. Tal era lo que decía que hasta ni el más tranquilo podría contenerse.
Lealusfielus vio tierra y empezó a gritar ''tierra''.

-Que sí, que estamos en la Tierra-respondió Rito a Lealusfielus al oír sus gritos-. ¡Te apruebo sociales! ¡Pero te suspendo castellano porque no has estado atento en clase y has creído que estamos en la hora de sociales!

-¡Que no tonto! ¡Que ya hemos llegado en las Cumbres de Fuego!

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh-exclamó Rito, se sentó, y miró hacia el intenso sol sin parpadear. Parecía un títere, pues sólo se movía su pelo por el aire.

Salieron del barco unos minutos después. Todos, excepto Rito, empezaron a tener calor. Dejaron al marinero desatado y se lo llevaron consigo... Pero el desgraciado del marinero le dio una bofetada al rey y huyó hacia su barco. Caminaron y caminaron. Caminaron y caminaron... Y no encontraron refugio. Se quedaron mirando el mapa, en el que Lealusfielus dijo que se encontraba al centro de las Cumbres de Fuego, cerca de un volcán que lanzaba piedras con forma de calaveras... Con mucho fuego. Cerca de Rito cayó una piedra con forma de una calavera, que aún tenía un poco de fuego. Rito cogió la piedra con las dos manos y se la lanzó al rey... Y éste último, al sentir el cálido toque de la piedra, empezó a saltar diciendo: ''¡Quema!'' sin parar. Lealusfielus rodeó aquel volcán y se topó con la torre. El rey y sus súbditos se la quedaron mirando. Desde lo más alto de la torre, se podían escuchar unos gritos de bufones... ¡Joker Jack y Juan el Payaso estaban ahí!

-Continuará...-