Notes

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, P! Quiero empezar ésto remarcando un punto que me parece de lo más excepcional, y es que... ¡Es el segundo cumpleaños que paso contigo! Y a mí, concretamente, me hace especial ilusión. Y cómo para no... Mi rubia, joder. ¡Se hace mayor! YA ESTÁ. Eso era, tenía que decirlo. Ahora quiero explayarme y dedicarte a ti toda la atención que te mereces en un día como hoy. (¡En tu día!).

Mi jodida, preciosa y rubia despampanante; ¿qué decirte que no sepas ya? ¿Eh? Nunca me imaginé que entre nosotras fuera a surgir un vínculo tan especial y único. Y si no me lo imaginé; fue porque realmente nunca creí posible que fuese a darse la oportunidad y/o posibilidad de que nos conociéramos personalmente. Nos leíamos entre las sombras, eso sí lo sé. Yo a ti. Y tú a mí por tu perfil de preguntas. Todavía recuerdo el primer mensaje que me mandaste; y cómo con aquello me sacaste la primera sonrisa de una mañana de verano cualquiera. Y simplemente, después de ese inicial intercambio de palabras; todo fue rodado. Era inminente. Iba a suceder, y sucedió. Para mí encontrarte fue un regal(az)o. La conexión que surgió entre ambas, lo fue. Hacia demasiado tiempo que no me animaba a conocer a nadie más ahí dentro; mi interés era casi nulo. Pero contigo, fue diferente. Y conforme transcurría el tiempo, más claro tenía que nuestra amistad acabaría siendo de las más importantes en mi estancia hasta el momento. (Y fuera también, por supuesto). Creo que siempre me sorprendió el hecho de ser tan parecidas en ciertos aspectos «difíciles» en nuestro carácter y personalidad. Como tú, por ejemplo, has sido de esas pocas personas que ha entendido el por qué de mis idas sin previo aviso; en vez de atosigarme o incluso, echármelo en cara, te dedicaste a decirme: «Si necesitas algo; estoy aquí».

Eres increíble. De verdad, lo eres. No te haces una mínima idea de cuánto. Y sigo sintiéndome igual de afortunada que el primer día. No cambies, jamás. Ni por nada, ni por nadie; y si algún día esa idea perturba tu mente... Recuerda que no debes cambiar n·a·d·a. Podrás pulir equis aspectos, pero cambiarlos me negaré en rotundo. Tu esencia está en esos detalles que a los demás, pueden no hacerle demasiada gracia. A mí siempre me ha gustado lo directa, clara y honesta que eres. Que te antepongas a ti misma, antes que a cualquiera. Que vivas tu vida como tú quieres vivirla, y no como otros desean que la vivas. Que hagas, digas y pienses; por ti misma sin pensar en las posibles repercusiones. Que expongas tus pensamientos en párrafos sinfín. Que la música te acompañe a cada pequeño (o gran) paso que des. Que los gatos siempre serán mejor compañía que muchos perros. (E incluso, personas). Que vivas gran parte del tiempo subida a unos tacones. Que tu queridísimo iPhone vaya contigo a cualquier lado, para que puedas fotografiar todo lo que llame especialmente tu atención. Que sigas pasando noches enteras escribiendo, ¡por favor! Y que «él» siga siendo tu inspiración. Que sigas superándote a ti misma día tras día; porque si algo tengo claro es que podrás con todo, sin excepción. Cualquier cosa que te prepongas, la conseguirás. Debes seguir comprando libros, películas y series para llenar esas estanterías. Que continúes haciendo Asturias más tuya. Que cada vez que pises Madrid sientas que un parte de ti; le pertenece. Que viajes, joder. No dejes de dejar tu marca allá dónde pises. Y vive; no olvides disfrutar cada momento. Exprimir el tiempo como si no existiese un mañana.

Gracias por ser mi Ophelia personal. Gracias por haber dejado aquel comentario en mi bandeja de entrada. Gracias por, a pesar de todas mis idas y venidas, continuar conmigo. Gracias por las charlas infinitas y los consejos. Gracias por haberme dado siempre tu más sincera opinión. Gracias por perdonar mis spoilers de Suits. Gracias por esas tardes comentando qué nos ha parecido el nuevo capítulo de nuestra serie predilecta por excelencia: The Royals. Gracias a The Containment, por unirnos todavía más. Gracias por cada recomendación de series y películas. Gracias por confiar tantísimo en mí y contarme experiencias tanto pasadas como presentes de tu vida. Gracias por haber aguantado mis dramones personales y mis continuas contradicciones. Gracias por demostrarme lo rápido que hablas y la facilidad para cambiar de tema en el mismo minuto. Gracias por la evidente veracidad de nuestra relación. Gracias, sobre todo, por ser (y por estar). Gracias por todo lo que has hecho por mí. Sin excepción.

Te quiero. Un montón.
Disfruta al máximo de tu día, ¿de acuerdo? Disfrútalo al máximo. Guárdame un trocito de tarta, o guárdame macarons, ¡y bébete una copita (o dos, o tres); a mi salud! Brinda única y exclusivamente por ti. Yo lo haré. Píntate los labios de rojo y sal a comerte el mundo, una vez más. ¡Hoy te lo mereces todo!
Te adoro, rubia. ¡CUMPLEAÑOS FELIZ! ¡CUMPLEAÑOS FEEEELIZ! ¡TE DESEO MI RUBIAAAA! ¡CUUUUMPLEAÑOSSSSS FEEEEEEEEEEEEEEEEEEELIZ!

« Si hablamos de amistad,
se trata de alguien que está
cuando ni tú mismo sabes dónde te encuentras.
Y que te abraza fuerte sin que se lo pidas. »

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