Notes

Méx the woman
Transcurridos unos cuantos minutos desde que bailé pegada a su cuerpo, llevándome puesta en varias oportunidades su entrepierna que parecía saber perfectamente los propósitos que yo tendría para esta velada, me alejé un poco de él para dar una lenta vuelta alrededor de su cuerpo, hasta que me quedase detrás de su espalda, siendo que inclusive llevando puestos unos zapatos de diseñados con un tajo aguja muy importante, me costase el estar a la altura de él.
Sin darle demasiada importancia a esto, me acerqué a su oreja para musitar sobre la misma nuevamente. —Mh, ¿y si mejor vamos a un lugar, en el que estemos menos expuestos, y seamos únicamente vos y yo?
Moxley the lover
Disfrutó cada minuto que tuvo a su pareja bailándole, hasta el punto de sentir un leve y pasajero enfado cuando esta se separó de él, pero cuando se situó tras su espalda y le susurró al oído aquella frase, no pudo evitar sonreír y girarse, para verla de frente.
— Me gusta la idea, vamos. —y sin decir nada más, agarró de la mano a la menor y la sacó de la pista de baile así como del local, con la intención de dirigirse al coche e ir a casa, en donde tendrían toda la privacidad del mundo y podrían hacer lo que quisiesen, ellos dos, solos.
Ya fuera del establecimiento, buscó con la mirada en dónde se encontraba el vehículo y, tras unos segundos sin dar con él, lo situó a pocos centímetros de la zona en donde se encontraban y se acercaron al automóvil, ya que él seguía agarrando la mano de la chica y la había guiado hasta allí.
Méx the woman
Mordiendo mi labio y riendo levemente por la velocidad con la que se estaba manejando de un momento a otro, en un victorioso intento por agarrar mi bolso, me aseguré de no olvidarme nada de valor ahí, y le seguí el paso.
En cuanto nos estábamos acercando al coche, sin darle un previo aviso, ni molestarme porque me invitase a entrar en el mismo, y un tanto apartados del lugar en el que fallidamente le había coqueteado, le empujé suavemente contra su auto, poniéndolo de espaldas contra el mismo, cosa de que se quedase viéndome cuando lo tuviera de nuevo contra mi cuerpo, atento a lo que quiera que yo fuese a hacer o decir.
—¿Por qué tan apurado eh? No sé qué o quién sea el que me esté dando estos deseos, pero por alguna que otra razón, me estaría apeteciendo, hacerlo dentro de tu automóvil, si es que no te molesta. —Musité sobre sus labios una vez más, aunque en esta ocasión acabaría por besarle, sin apartarme en ningún momento de sus labios.
Moxley the lover
Nuevamente en ese día, las acciones de la adversa le pillaron por sorpresa, pero todo cuanto hizo lo agradeció y disfrutó. En cuanto se encontró con la espalda apoyada en el coche, aprovechando que su chica se había acercado más a su cuerpo, la rodeó con sus brazos para evitar que se separase de él, mientras la miraba expectante a lo que haría a continuación.
Escuchó atento a sus palabras y sonrió tras oír su propuesta, aceptando en silencio la sugerencia, ya que lo que menos le apetecía era perder tiempo de estar en contacto cuerpo a cuerpo con ella, por lo que el hacerlo dentro del coche no le parecía mala idea.
Cuando terminó de hablar, si ella no le hubiese besado, lo habría hecho él, ya que no aguantaba más el tenerla lejos de él, necesitaba besarla y tocarla, y eso hizo. Correspondió el beso mientras sus manos, las cuales se encontraban en la cadera de la adversa acercando su anatomía a la propia, comenzaron a bajar unos centímetros de su posición inicial hasta posicionarse en el trasero de la chica, el cual agarró con fuerza —sin demasiada para no dañarla— mientras continuaba el beso que habían iniciado poco antes.
En cuanto la falta de oxígeno se hizo presente en sus pulmones, se separó escasos centímetros de la menor para abrir el coche, al cual accederían por una de las puertas traseras y en donde se quedarían por un buen rato juntos.
Méx the woman
Ni bien sentí sus grandes manos apoderarse de la zona de mi cuerpo que, junto al resto del mismo, le pertenecían y únicamente podían ser disfrutados por parte suya, emití un suave jadeo acompañado de un suspiro, mordiendo luego levemente de su mejilla.
Ya dentro del coche, ni bien él cerró la puerta, lo cargué sobre mí, empezando así a besarle nuevamente, a medida que con mis manos buscaba deshacerme de la ropa de ambos. Lo que sería una pena, ya que el que estuviese siquiera tan sencillamente vestido, lograba excitarme de manera desmesurada, pero más lo haría el tenerle desnudo frente a mí, por lo que no sería un gran problema el que ya nada cubriese su muy bien entrenado y cuidado cuerpo.
Moxley the lover
Ya dentro del vehículo y besando a su pareja sin intención de alejarse de ella, la ayudó a quitarle la ropa, mientras que él también se las apañaba para quitarle el vestido a ella. Sabía que la adversa pensaba que había fracasado en su coqueteo, pero lo cierto era que todas las acciones que había llevado a cabo a lo largo de la estancia en el bar habían conseguido excitarlo hasta el punto de no querer perder el tiempo con tonterías y deseaba penetrarla lo antes posible para conseguir así que ambos disfrutasen de la unión que estaban a punto de iniciar.
Con solo la ropa interior tapando a ambos, se apresuró para quitarse el calzoncillo y, tras agarrar el preservativo que había guardado en su pantalón antes de salir de casa pensando que esa situación podría darse, se lo colocó y se dispuso a acabar con la poca ropa que se encontraba en el cuerpo de su chica, desnudándola por completo.
Méx the woman
Ni bien se apartó de mi boca tomé una gran inhalación ya que bien me estaba quedando sin aire que respirar a causa de la intensidad de nuestros besos.
Mientras él se encargaba de buscar el condón para ya luego colocárselo, yo llevaba a un paso apresurado dos de mis dedos a la zona de mi entrepierna, ya que el simple hecho de tenerle cerca mío era motivo suficiente para querer estimularme a mí misma y brindarme un momento de placer, mientras le pienso, recordando todo lo que siento cuando se encuentra dentro mío, haciéndome el amor. —Mh, o algo raro ocurre hoy, o se te creció un poco, pero algo pasa que tu miembro no deja de enloquecerme con su apariencia eh. —Le comenté, dejando después una risita pícara rondando por el espacio del auto, siendo ya después interrumpida por un fuerte gemido que se había generado a causa de su penetración tan repentina y potente.
Moxley the lover
Antes de penetrarla, apartó su mano de su entrepierna para pasar él a ser quien le diese placer, y sin hacer ninguna referencia a su comentario introdujo su miembro rápidamente en ella y comenzó con un ritmo bastante acelerado, haciendo a su vez algo de fuerza en cada sacudida, pero controládonse para no hacerle daño, sino todo lo contrario, hacer que disfrutase al igual que él del momento.
A cada segundo que pasaba su respiración se hacía más entrecortada y sus jadeos comenzaban a ser sonoros, por lo que para controlar un poco ambas cosas dirigió sus labios a los de su chica para comenzar a besarla, confiando en que los besos conseguirían ahogar los gemidos tan pronunciados que estaba emitiendo en ese momento.
Méx the woman
Ni bien comenzó a moverse dentro mío, del modo en el que solamente él podía hacerme perder la normalidad en el sentir de mi cuerpo y emociones, llevé mis manos a su espalda y con una de mis piernas, procuré mantenerme agarrada de su cuerpo ya que poco a poco comenzaba a acelerarse con sus embestidas, y no me daba siquiera tiempo de querer intentar algo. Si bien esto ocurría casi siempre, fue en esta ocasión muy particular el que lo hiciera, y dicha realidad me llevó a cuestionarme a mí misma si había conseguido alterar muchos de sus nervios en dicha oportunidad al momento de bailarle, o bien la falta de nuestro contacto tan preciado, lo tenía "necesitado".
Sin darle mucha relevancia a mis ideas, besé sus labios en cuanto los mismos se enfrentaron a los mismos y pasé mis manos hasta su cabeza para acariciar la misma.
Pocos segundos luego, y a causa de tanto gozo, tuve que dejar ir su boca para gemir una y otra vez, demostrándole así lo maravillosamente bien que me estaba sintiendo en ese entonces.
Moxley the lover
Continuó con sus penetraciones sin detenerse en ningún momento, aumentando constantemente el ritmo y la velocidad de estas, mientras que el placer que le generaban hacía que sus jadeos fuesen haciéndose más sonoros según iba trascurriendo el acto, aunque no le importaba, en ese momento estaba centrado en ellos dos y en la situación que estaban experimentando, por los que sus gemidos habían pasado a ser mudos para él, escuchando únicamente los sonidos que provenían de la garganta de su pareja.
Transcurrieron varios minutos desde que dieron inicio al acto sexual y, olvidando completamente de dónde se encontraban y sin preocuparse de si podrían oírlo o no en el exterior del vehículo, según se iba a cercando al clímax sus gemidos se hacían más sonoros hasta culminar el acto gritando el nombre de su pareja, tumbándose al lado de ella exhausto pero sin sacar su miembro de su interior, mientras se acercaba a sus labios para besarla nuevamente, antes de intentar recuperar el aliento.
Méx the woman
Cada uno de sus jadeos lo único que lograban hacer era despertar un animal en mí que no veía como una posibilidad el que llegase un momento en el que me saciara por completo de su sexo y cada una de sus penetraciones que me llevaban al bendito cielo, me bajaban al infierno y así por mucho tiempo, en un abrir y cerrar de ojos.
Después de haber intentado una cuantas posiciones, aunque bien no fueron demasiadas debido a que nos encontrábamos en un espacio que nos limitaba al momento de elegir cómo disfrutar de nuestros cuerpos y el modo espectacular en el que nos desenvolvíamos cada que hacíamos el amor, abrí grandemente mi boca al notar que había conseguido tener su mayor orgasmo, siendo así que el mismo fuese acompañado por un grito tan fuerte que no hice más que encontrar nuevamente un motivo para querer devorármelo de nuevo. Y fue así que tras haber notado que ya había quitado de su interior todo el esperma que fue exteriorizado, mordí su labio inferior para después acariciar su pecho ya todo sudado, y sonreírle.
—Ufa, lo que sos cuando estás bien calentito eh. —Le comenté llevando mis manos a su pelo para acariciar el mismo y sonreírle.