Notes

Hace un tiempo estuve muy familiarizada con la oscuridad. En toda su esencia. He estado destrozada, rota, sin ganas de seguir avanzando. Pero entonces me di cuenta que era muy dichosa, valiosa y afortunada. Tenía una familia y amigos que se preocupaban por mi, un departamento que pagaba yo sola y una carrera que me gustaba. Hay tantas personas con problemas reales, que van más allá de una ruptura o una recaída emocional... personas que mueren y desean vivir. Darse cuenta de que se ha estado viviendo en una especie de burbuja me ha cambiado la vida. Quiero valorar todo lo que soy y todo lo que tengo, no importa si es mucho o poco, mi felicidad no se mide por cantidades. Me preocupaba por cosas tan patéticas, solamente me hundía sola. ¿Por qué nos preocupamos por cosas tan simples como el costo de un celular? ¿Por los regalos de navidad y año nuevo? ¿Por la cantidad de maquillaje o personas que tenemos en nuestra cama? ¿Por qué codiciamos las cosas 'mejores' de los demás? ¿Por qué perdemos a las personas que más amamos por algo tonto? Sin embargo, he aprendido a vivir. A vivir de verdad. No sólo por mi, si no por todos aquellos que no tienen oportunidad, que desean que nos demos cuenta de lo afortunados que somos con sólo el hecho de estar sanos y poder vivir.