Notes

Hola Mireia,
te escribo esta carta para poder expresarme correctamente y transmitirte lo que siento. Entiendo que estés agobiada por mi actitud, ya sabes que estoy muy arrepentido y dolido por ello. Me has avisado unas cuantas veces pero, iluso de mi, no me tomé en serio tus advertencias y ahora mira lo que me he ganado a pulso. Como bien sabes, no me estaba dando cuenta (o no quería hacerlo) y ahora, cuando la cosa ya está seria, es cuando lo he hecho. Mi exceso de comunicación contigo imagino que ya sabes por qué es, me siento bastante solo aquí y desde que te conozco te considero una mejor amiga a la que puedo contarle cualquier cosa, algo que te agradezco muchísimo. Además, mi falta de seguridad ha hecho que te pregunte cosas que no debería (como lo de pedirte tu agenda de una semana a otra) porque para mi has sido el centro de mi vida durante estas semanas. Saber que por la noche iba a hablar y a jugar contigo me daba alegría y me ayudaba a pasar los días con mayor facilidad. Yo, como ya te he dicho, voy a cambiar y voy a intentar limitar mis mensajes a lo normal, te lo prometo. Entiendo que estos días te hayas sentido incluso más agobiada de lo normal pero es que, teniendo en cuenta cómo soy, para mi es MUY doloroso verte tan enfadada y dolida conmigo, no soy capaz de aguantarlo y necesito comunicarme contigo para intentar arreglar las cosas. Desde que te conocí vivo en un sueño y me has cambiado la vida a mejor, has sido una luz que ha iluminado mi camino y para mi está siendo un infierno ver cómo la cosa ha cambiado tanto en tan poco tiempo. Admito que no he tenido una actitud correcta contigo, ha sido muy feo hacerte tantas preguntas sabiendo cómo estás y me arrepiento hasta el infinito. Me has aguantado muchas cosas y, aunque no me haya dado cuenta de ellas, sé que te han podido hacer daño y te agradezco que me las hayas dicho. Una vez dijiste que las cosas había que hablarlas y tenías razón.

Espero que puedas entenderme y podamos recuperar la relación que teníamos hasta hace una semana (respetando lo que me has pedido de que no estemos todo el día hablando), no hay nada que me haga más feliz que eso ahora mismo. Para mi sigues siendo la Mireilla que me ha hecho tan feliz y a la que quiero tener conmigo todo el tiempo posible. Te quiero muchísimo y te doy gracias por enseñarme cada día cosas nuevas y por aguantarme, que no es poco.

Merillo.