Notes

Jaebumie hyung:

De nuevo estoy escribiéndote algo, y es que no puedo quitarme el vicio de dedicarte mucho más que unas pocas líneas, sino también mis más sinceros sentimientos entre medio de ellas.

Hoy es una fecha que nunca pensé ni imaginé en mis más dulces sueños que celebraría contigo, o al menos no de esta manera, y por ello puedo apostar que seguramente se me ha notado en el rostro, cuando he llegado a la habitación a despertarte, la felicidad que me causa poder mimarte en un día como este. San Valentín, y por ser catorce de febrero tengo permitido ser todo lo cursi que se me plazca porque el señor cura fallecido así lo hubiera querido.

El primer San Valentín de los ochocientos noventa y nueve que nos quedan.


Hace un poco más de un mes, mi vida dio el giro argumental más inesperado y hermoso de todos; los sentimientos se descarrilaron, el control se nos escapó de las manos y nuestras almas decidieron hacer de las suyas con cada uno de nuestros sentires. El primer momento en el cual decidieron rozarse pudo habernos sabido como incorrecto, mas jamás como un error, y de a poquito las cosas fueron tomando su rumbo y, con lentitud y calma, comenzamos a escribir una historia juntos.

Aunque si debo ser completamente sincero, me gustabas desde hace mucho antes; no sabría definir exactamente una fecha, porque lo que siento por ti nació y creció con tranquilidad pero firmeza, instalándome una paz que me atrevía a atribuir sólo a una amistad muy cercana. No sé en qué momento tus sonrisas pasaron de ser agradables a increíblemente hermosas y brillantes; no sé cuándo nuestras conversaciones pasaron de ser banales a terminar clavadas en mi mente, ni sé cuándo deseé estar cerca de ti todo el tiempo, abrazándote o mimándote, o simplemente compartiendo espacio contigo y teniendo toda tu atención para mí. Llegó un momento en el que verte hacía que mi corazón se apresurara al funcionar; momento en el que te extrañaba, que necesitaba saber de ti, y fue allí que me percaté que no estaba viéndote solamente como un buen amigo.
¿Recuerdas lo que dije una vez? ‘Si me gustaras, probablemente me alejaría de ti’, pero me gustaste, y lo único que deseaba era mantenerme a tu lado y velar por tu felicidad, porque sonrieras, que estuvieras bien y nada ni nadie te hiciera sentir mal. Porque alejarme de ti suponía una tortura horrible para mi alma.


Siempre he pensado que eres maravilloso y que te mereces lo mejor. Siempre he pensado que eres carismático, simpático con tu característico sentido del humor, increíblemente ocurrente y decididamente atractivo. Y no me refiero a lo físico, sino a ti; a tu esencia, a lo que te hace como persona y te forma desde adentro, sin saberlo. A la manera que piensas, a lo mucho que piensas, a la forma en la que te preocupas, e incluso la forma que tienes de ver la vida. Simplemente estoy maravillado contigo. No puedo creer que exista una persona como tú, que esté tan en sintonía conmigo, y que haya tenido la dicha de cruzármela y poder mantenerla a mi lado. De verdad, no me canso de repetirlo pero es que de verdad he tenido muchísima suerte. No todos los días uno se encuentra a esa persona que resulta ser un hogar, que nos transmite calidez, paz, y sobre todo seguridad.
Eres una hermosa persona, y no lo digo de manera subjetiva, sino porque todas y cada una de tus características te hace una persona muy bonita, y debo admitir que no ha sido para nada difícil terminar gustando de ti y enamorándome.

Me gustaría prolongar mis palabras un poco más, pero lamentablemente esta tarjeta no es lo suficientemente grande y debería dedicarme a escribir un libro si me lo propusiera, con cada una de sus palabras dedicadas para ti.
Entonces, si bien no puedo expresarme tanto como me gustaría, sí podría inmortalizar lo mucho que te quiero. Porque siempre hay espacio, siempre hay momento para recordarte todo lo que siento por ti.
Te quiero con mi alma; de aquí hasta el fin del universo, tanto como un ocho acostado (con sueñito o muy vago) y superando las barreras de lo inimaginable. Te quiero mucho hoy, te quise mucho ayer, pero no te querré tanto como te querré mañana. Simplemente te quiero, y me gustas como te gustan los cereales rellenos, o como a mí me gustan las islas flotantes o las cerezas, o como ambos nos gusta comer, o sencillamente como nos gustamos el uno por el otro.

Feliz San Valentín♥.

J.W.
(El cachorro).