Notes

Los nenúfares son una de mis plantas favoritas, y en veces logro asociarlas con tu presencia. Se aloja en aguas tranquilas, recibiendo un pequeño rayo de luz solar para mantenerse con vida, flotando en el agua, pero sostenida por las ramas para que la corriente no se la lleve. Puede parecer simple por su anatomía y características. Pero las raíces representan la fuerza para mantenerse en vida, lo que el interior expresa, fortaleza. Y el exterior, aunque sea un diseño simple, sigue siendo precioso ante las miradas de varios quienes adoramos la pintura (favorita mía) de Monet.


Sé que no somos tan cercanos, pero en este poco tiempo siento que necesito hablar contigo veinticuatro-siete, y es que tu compañía me es grata, me divierto bastante y me haces sentir alegre, te quiero mucho-muchito. ¿sabes? al principio me daba miedo hablarte, no sé, quizá los prejuicios, y te pido mil disculpas por ello, pero ten en cuenta que jamás pensé que eras una mala persona, solamente alguien serio, y al interactuar un poquito más contigo, descubrí un diamante en bruto, uno que no necesita ser pulido para ser precioso, un lindo príncipe verde, alguien especial, con corazón de plata. Te preguntarás, ¿por qué no de oro? verás, el oro es muy común, todos lo quieren por asemejar la grandeza, sin embargo, la plata pocas personas la escogen, porque se dan cuenta e investigan más a fondo sus cualidades, descubriendo que es casi tanto o más buena que el oro. La plata es real, el oro es más que falso, y tú eres alguien real, alguien de sentimientos preciosos. Si supieras cuánto me parte el alma el verte mal por alguien que no vale la pena, porque tú te mereces todo, de verdad, mereces un cariño sincero. Te quiero un mundo y dos galaxias, mi niño precioso. Te quiero bastante-bastantito.

Quiero ver esa sonrisita especial todos los días que esté cerquita de ti (y aunque no lo esté, también), una sonrisa amorfa, sí, ¿por qué no perfecta? porque lo perfecto es falso, irreal, y tú, tú sí que eres verdadero, tú existes, tu presencia es vital en mi día a día, y no quiero que jamás te vayas de mi lado. Muestra esa sonrisita de azúcar tan divina que tienes e irradia a todos con su brillantez.