Notes

Alrededor de las diez de la mañana, había quedado con su mejor amigo, para verlo después de tanto tiempo. El chico parecía evadirla lo más que podía pero no tendría éxito puesto que ella es muy insistente. Desde NY hasta Canadá sería su viaje con sus respectivas escalas. La última vez que se habían visto sería cuando él se enteró por azares (publicaciones) del destino que ella estaba embarazada y viajaría a verla cuando el niño a bordo haya ascendido aunque el padre del bebé no le agradase lo suficiente [nada, para ser más claros].
Al llegar al aeropuerto Jean-Lesage, marcó en su celular el número del moreno para que éste le mandara la dirección de su hogar. Según las malas lenguas, vivía a una hora de ahí, pero no quería perderse en lo bello de Quebéc el primer día con un compromiso presente. Al esperar los tres sonidos antes del buzón de voz, le contestaron del otro lado de la línea.


H: ¿ya te perdiste tan rápido?
G: no aún. Por eso pido tu generosa ayuda. ¿Dónde vives?
H: en mi casa. Tengo un cliente aquí, si hubieras llegado unos minutos antes yo habría recorrido la cita. Ya lo preparé psicológicamente, tenía planeado esperarte ahí pero éste hombre llegó.
G: basta, qué dulzura de mejor amigo tengo, ves. Cuando quieres ser atento sabes cómo. No te preocupes, envíame la dirección y le diré a un taxi que me lleve. Oremos porque no tome una calle distinta.
H: va. Acá te espero. Enviaré mis plegarias para que al menos venga un rato el taxista. Si quiere después te puede llevar de regreso.
G: Ja-ja. Adióssss.

Tomó el taxi, sin pensar en las malas posibilidades que podrían acontecer. Ella no tenía a su papá como en Búsqueda Implacable; que la rescatara de matones trata-blancas, o algo así. Iba practicando su francés con el conductor y riendo ante los ademanes que éste hacía cuando no sabía hablar el idioma de ella. En todo el camino no paró de hacer lo mismo y observar lo que pudiera. Era un lugar tranquilo, pacífico como para aprender a vivir con un plus excelente: los canadienses siempre son los más humildes y atentos. Éso la motivaba a quedarse el fin de semana con su mejor amigo aún más.