Notes

Hoy tenía algo preparado para la fecha. Pero siento que no es momento. Así que únicamente voy a sentarme acá, voy a dejar salir todo lo que te tengo que decir (y te quise decir alguna vez) y haré una de las cosas que espero me salgan bien, escribir.

Voy a comenzar confesándote algo: te conocí cuando estaba en una época bastante triste de mi vida.
Había estado llena de problemas de todo tipo y realmente no me sentía para nada óptima. Conocer a otras personas no era un panorama que me resultaba tan increíble en ese entonces, pero cuando empezamos a intercambiar conversaciones, realmente se me dio una facilidad.

Acá está la primera cosa que me encanta de ti. Que emanas confianza. Emanas tranquilidad y lealtad. Creas un tipo de aura tan potente a tu alrededor que fue lo que me permitió contarte cosas que me había guardado hace mucho. Te conté que tenía un trastorno, te conté cómo me sentía al respecto, te conté la vez que me sentí mal por el hecho de sentirlo. Normalmente siempre las vivía sola; me informé sobre el tema y me lo detectaron cuando ya tenía hecha mi vida, no podía aparecer contándole a todos y cambiando completamente la percepción sobre mí. Pero contigo fue una de las cosas más fáciles, hablarte de lo que me pasaba, contarte hechos de mi vida. Realmente fuiste la primera persona que me conoció en todo el sentido.

De acá partimos a otra confesión: Tú fuiste la persona que me ayudó a todo el proceso de aceptación.
Comenzar a dialogar contigo de forma natural fue lo primero que me ayudó a sentirme mejor. Sí, me tenía un odio tremendo y me sentía lo peor de la tierra. Pero hablando contigo y no guardándome o falsificando cosa alguna se sentía normal. Yo me sentía normal. Quizá no era tan empática como todos, quizá no tenía tantos ánimos o me sentía de la misma forma que otros. Pero era normal.

Hablar contigo me permitió comenzar a ser de la misma forma con los demás. Lentamente, dejé de decir te quiero cuando no lo sentía. Dejé de sentirme mal cada vez que fallaba, cada vez que no podía reaccionar como una persona completamente estable. Comencé a quererme con todas esas cosas medias weirdo que sabes que tengo. Comencé a quererme siendo así, poco emocional. No pasó mucho tiempo antes de sentirme aceptada tanto por mí misma como por los demás. Y todo eso te lo agradezco a ti. No sabes cuánto.

Acá otra confesión: Me pareces una de las mejores personas que he conocido en mi estadía aquí.

Y es que eres alguien de un corazón tan noble y lindo. Alguien que es capaz de hacer tantas cosas para que las personas que quiere estén felices. Alguien preocupado, alguien atento. Eres como siempre te digo cuando tengo la oportunidad: Alguien íntegro.

Y acá es donde te pones feliz porque hablo de ti y te lleno de halagos.

Ezra, no puedo expresar en palabras lo agradecida que estoy de tenerte y tener la amistad que hemos ido formando con el tiempo. La forma en que me llego a reír contigo y nos llegamos a relajar en compañía del otro (la mayoría del tiempo, otras veces nos queremos sacar los ojos). Estoy agradecida de tener a una persona tan increíble apoyándome siempre que lo necesito y aconsejándome.

Estoy agradecida de tomar contigo, de poder escuchar música mientras te mando todas mis idioteces y que tú estés de la misma forma. Estoy agradecida de poder quedarme hasta las cinco de la mañana viendo vídeos de terror y mandarte mensajes literalmente gritándote del miedo. Estoy agradecida de poder ver una película contigo (o no verla para nada), de poder compartir mis gustos. De poder confiarte muchos de mis pensamientos más secretos y también otros que muchas veces yo misma oculto para sentirme mejor. Estoy agradecida de que estés ahí aunque a veces sea una terca terrible y discutamos por tonteras.
Me pareces una persona tan interesante, tan capaz e inteligente. Y quizá esto suene muy máquina contestadora, pero confío en que todo te saldrá bien. Que vas a terminar (vamos) en Canadá mega felices viviendo entre nieve, personas amables y cero drama. No te olvides que en cualquier problema legal que tengas, siempre me vas a tener. Y voy a ser tipo Analisse, así que vas a ganar en todo.

El cariño que te tengo es tan increíble que no soporto verte mal. No soporto verte triste. Me duele y me lástima que lo estés y además termino sintiéndome muy impotente por no poder hacer maravillas con tu ánimo. Admito que soy muy sobreprotectora a veces, y también muy osa preocupada. Pero la verdad es que por mí todos los días me gustaría que fueras feliz. Todos los días me gustaría que te sintieras en bienestar permanente. Si pudiera eliminar todo lo que te hace daño y te hará daño en un futuro, lo haría. Este es un momento para ponerme de nuevo máquina contestadora y decirte que todo saldrá bien, que tu vida estará bien y luego vas a mirar atrás y simplemente vas a pensar que esa época ya está lejos.
Siento que nuestra amistad es bastante bacán sabes (bacán es la mejor palabra acá), nos apoyamos, nos queremos, nos ponemos en plan malévolo los dos y somos un equipo perfecto. LITERALMENTE somos Naomi y Ely.

Me has ayudado en momentos bastante malos para mí, y realmente espero que sientas que yo he hecho lo mismo. No quiero ni pienso dejarte de apoyar en un tiempo que llega hasta confines bastante lejanos.

Como ya dije arriba, pero siento que hace falta repetirlo, te quiero.
Te quiero un montón y ese montón es la misma cantidad de bienestar que me traes.
Vera.