Notes

Es la primera vez que uso una cosa así, se podría decir que me voy actualizando poco a poco. Primero que nada, quiero aclarar que hace MUCHÍSIMO tiempo no escribo algo, por el simple hecho de que me cuesta expresarme como quiero y termina siendo totalmente diferente a lo planeado.
Mi amor, mi vida, mi cielo, mi todo, feliz ''primer'' mes. ¿Por qué las comillas? Porque no lo veo como un primer mes, aunque éste debería ser nuestro... décimo octavo mes. Por Dios, qué tan complicado decirle así, un año y seis meses para ser más sencillo. También podría interpretarse como el noveno mes, but it doesn't matter to me.
En sí, estas cosas las hago para recordar, para refrescarme la memoria y reírme sin razón de mis estupideces, de las nuestras en realidad.
La historia se remontan en el año 500 a.C, no bueno, basta.
Nos situamos en tiempo y espacio; enero del 2016.
Charlie Asimóv vuelve a Facebook con el fin de; ni si quiera él sabe. Tan estúpido como para no saber qué hace en una cuenta nueva y no sigue en la vieja, muy lógico.
Sorpresivamente, día 31 del corriente mes, Charlie decide hablar con un Louis, que se llamaba Lucas Doyle.
¿Por qué nadie fue capaz de avisarle que iba caer, muy profundamente, enamorado de él? Digo, PODRÍA HABERSE AHORRADO MUCHAS COSAS, A VER.
Charlie en un principio se quedó pensando, qué es lo mejor, seguir hablándole a tal dulce chico ó seguir en un tira y afloja con otro que ni siquiera le llegaba a los talones. Pero no se tardó mucho y desechó la segunda opción, tomando la primera; la mejor que pudo tomar en su aburrida vida.
Con muchos coqueteos algo leves, Charlie TUVO QUE CAER ENFERMO. Como siempre el joven, muy frágil (((esto todavía me hace gracia))) no pudo contra un resfriado que le dejó de cama. ¿Y qué mejor idea tuvo Lucas? Ah sí, ir a cuidarle.
A continuación vamos hacer alución a que el accionar de Charlie fue todo bajo los efectos de la fiebre, y por ende, terminó efectuando el primer beso de ambos seres.
Y sí adelantamos el reloj unos días más tarde, para ser exactos, 28 de Febrero, nuestro joven que se enferma por hasta una brisa, decide pedirle noviazgo, sin tapujos.
Ahora voy hablar bien, porque parezco un boludo con todas letras narrando de esta forma.
Hay personas que con sus parejas, se arrepienten de cómo se dieron las cosas, pero yo no. No me arrepiento en absoluto de haberte dado el primer beso en esas condiciones, tampoco de haber sido un maldito ansioso como para pedirte que seas mi novio a tan corto tiempo.
Muchas cosas pasaron en esos ochos meses que duró nuestra relación ése año; muchas discusiones ajenas a nosotros, gente que se quiso meter, problemas normales que a cualquiera le habría sobrepasado como para arrojar la toalla y decir ''Bueno, al parecer esto no era para mí''
Pero conmigo surgió todo el efecto contrario, fue una dosis de realidad a la que no estaba para nada acostumbrado, a la cuál me aferraba por más rabia que me diese pensando en qué me podría deparar el futuro mañana, qué otra pelea se presentaría, creo que podés entender a lo que me refiero.
Y al metido que está leyendo esto, bueno, mucha suerte que logres comprender.
Supongo que Octubre no fue mi mes, en el amplio sentido de la palabra. Fue el comienzo de mi fin, por más dramático que suene.
De aquél mes en adelante, todo se volvió tan gris.
Tenía, cada tanto, tu presencia. Pero sabía que no era lo mismo.
Sabía que yo no te hacía sentir lo mismo.
Y por algo me alejaba de a ratos, y luego me acercaba. Era muy confuso todo lo que yo hacía, pero es como se maneja la gente masoquista. Se aferra a lo que le duele, por el mero placer que sienten de momento.
Pero es como que ése placer, de la nada se extinguía reemplazándose por un dolor muy fuerte, por ende me borraba de todos lados.
Y la parte más dolorosa de borrarse, era que me dejabas hacerlo, y no te echo la culpa de hacerlo. Al contrario, me servía mucho para pensar, para reflexionar sobre mis acciones.
Lo lindo de todo era tu insistencia cuando decidía volver a hablarte, el pedirme que vuelva, que todo estaba bien, aunque sabía que NADA estaba bien.
Me engañaba a mí mismo, servía de momento.
¡¿Cómo terminamos así?! Qué buena pregunta, porque parece todo triste. *suenan violines de fondo*
Yo estaba empecinado en volver otra vez a tu vida, a formar parte de ella, de manera permanente.
Había hecho un mea culpa enorme, sabiendo qué había hecho mal, qué tenía que cambiar para hacerte bien.
Y no me importaba quién estuviese a tu lado en ése momento, lo iba conseguir de un modo a otro, siempre desde el lado del respeto.
Gran parte de éste año fue complicado, pero Junio volvió a teñirse de color, lentamente.
Lentamente como toda herida que va sanando, y las heridas del corazón a veces son las más complicadas de reparar, y las hay que ni siquiera sanan.
Contra todo mal pronóstico que habitaba tu cabeza, tu corazón, vos en general, me propuse hacerte bien por una vez en mi vida; no iba permitirme que sufrieras más por nadie.
Y espero estar cumpliendo con eso.
Espero estar cumpliendo con mi plan de hacerte reír todos los días, de verte feliz, de poder ''iluminar'' una porción de 24 horas que compartimos cotidianamente. Porque es lo único que me importa.
Podría decir de manera muy hipócrita que DURANTE ÉSTE MES APRENDÍ LO QUE ES AMARTE.
Pero los dos muy bien sabemos que es una mentira más grande que una casa, porque vengo amándote hace más de un año y medio. Vengo amándote sin medida, sin delicadeza, dejando que mi amor por vos aumentara con creces, sin darle un límite.
Vengo amándote desde el momento cero en que me dijiste el primer hola, desde que se nos escapó el primer te amo, desde que me dí cuenta que te necesito en mi vida más que a cualquier otra cosa.
Sos mi novio, mi amigo, mi confidente, el papá de nuestro bebé, y el amor de mi vida. Cumplís demasiados roles que no sé cómo haces con todos ellos, pero te manejas a la perfección, nunca fallando.
Y yo fallé una vez, vos podrías fallar, porque somos humanos y esas cosas pasan muy seguido.
Pero justamente ahora, sé que no quiero fallar, y que no lo permitiría.
Ahora para cerrar mi discurso muy pero muy cursi, quiero repetirte como hago a todas horas, lo mucho que te amo.
Te amo con todo lo que soy, con todo lo que tengo para ofrecerte.
Te amo, y te amé, además de que voy amarte siempre.
No sé cómo agradecerte todo el amor que me das en nuestro día a día, pero espero que esto haya servido un poquito para que veas cómo funciona mi corazón.
Nunca me dejes, porque yo no voy hacerlo.
-C