Notes

21 de agosto, 2017. 00:00 am. Maijdee, Noakhali—Bangladesh.
Un día como hoy, hace un año atrás, a quien estuve considerando amor de mi vida durante muchos meses, me pidió por primera vez, noviazgo, sin altas expectativas; y aquí hemos llegado.
Sé que estás leyendo esto, de hecho, sé que tú estás leyendo esto y algún entrometido más, o quizás algún amore vero tuyo, que ha sido el mismo que te ha delatado, lamentándose por su garrafal error, porque a mí no me pueden privar de mi libertad de expresión desafortunadamente, no a mí, y no contigo, que has formado parte de mi vida durante tanto tiempo, solo porque algún ligue tuyo poco afectivo para mí, se rompa. Huelo el miedo que tienen algunos, no he nacido ayer, pero tampoco los culpo, ¿sabes?
Es inevitable no rayarse, y pensar todo el jodido día qué ha salido mal, sobretodo yo, ahora, que no hago nada en todo el santo día. Es inevitable no ponerme a pensar si el problema he sido yo, o por qué coño has tenido que recurrir a nuevas personas, sin embargo me queda la suficiente autoestima, me queda suficiente cabeza como para realzar mi figura y tener claro que el problema eres tú. Y siempre serás tú, y tus ansias desesperadas por faltarle el respeto al prójimo, degollarlo, por un poco de placer tocando lo mórbido con la punta de los dedos. Es inevitable, no ponerse triste, por haber dejado que una persona con esa contextura en su personalidad de mierda mantuviese un puesto tan importante en mi vida hasta hace poco, porque solo caigo en cuenta de que nunca ha sido recíproco. Es triste, inevitablemente, desechar esta historia, de esta manera. Aún sueño contigo, y tus amantes.
Sé que no vas a responder. Sé que tienes conciencia de que lo sé, otro secreto más. Sé que lo sabes todo, y que te callas, porque te has callado desde el mismísimo segundo en el que te vi comer miembros viriles por unos cuántos peniques a cambio allá por WhatsApp. O ni eso. Porque no tienes nada que decir, ¿qué se supone que dirías? ¿Que lo sientes? ¿Que te he pillado una vez más, y que lo sientes? ¿Que te has refugiado en diversas cuentas de Twitter, en busca de nuevas personas, mientras me rogabas perdón en pleno mes de Julio, y que lo sientes? ¿Que no puedes decir nada, porque has llevado las cosas a tal punto que ni siquiera puedes dar la cara, y que lo sientes? ¿Que le has comido el coño a la catalana independentista con pocas luces, y que lo sientes? ¿Que lo sientes? ¿Que recuerde una promesa que me has hecho a mí, y a veinte zagales más? ¿Que lo recuerde? ¿Que soy el amor de tu vida a pesar de todo? ¿Que me dedicarás unas cuántas lágrimas al otro lado del teléfono mientras en tus diversas cuentas te estás comiendo una polla? ¿Que has estado conociendo a cuarenta pavxs, incluso estando conmigo, en una cuenta distinta, y que lo sientes? ¿Porque cada noche antes de cerrar los ojos piensas en mí? ¿Que te quieres acercar y no puedes porque te estás cambiando las sábanas manchadas con los flujos de otrx? Sabes, que abrir la boca solo te hundirá más en tu faceta de sinvergüenza que llevas enfatizando durante todo el año del 2017, en una fecha como esta, y si tenías planes de hacerlo, espero que hayas leído esto antes, y no tengas la cara tan dura de presentarte, ten un poco de compasión, aunque sé que es imposible después de todo lo que has hecho. Echo muchísimo de menos lo que fuimos el 2016, durante los seis primeros meses. A partir de ahí, me resultas irreconocible. Un monstruo sin pies ni cabeza, sin ética en el coco, sin principios, sin valores, sin remordimientos, sin absolutamente nada. Eres, serás, y has sido mi mayor error.
Empiezas algo nuevo con una persona distinta, lo comprendo, y también me comprendo, no te lo mereces. Yo también me he dado la libertad de fijarme en otras personas, ¿sabes? De ponerme cachondo, de soltar mierda sucia por la boca, como tus preciosos "te quiero comer la boca, y el coño", que jamás olvidaré, y que le dices a otro desde que me vienes pidiendo perdón por lo primero mismo. Qué locura, ¿verdad? Estoy tan seguro, dil, de que no hay ser en el planeta que por muchos berrinches que haga, se merezca que le quiten la seguridad, la confianza, la estabilidad a base de infidelidades. Siempre es cuestión de tiempo que, quien tenga que enterarse de algo, lo haga, la vida es una mierda, pero es sabia. Nunca lo olvides.
Te he amado como a nadie he amado. Has sido mi primer amor, de ti me he enamorado. Y has sido la primera persona en quitarme la poca cordura y decencia atreviéndote a hacerme lo que jamás nadie me ha hecho, y estoy seguro de que, gracias al cielo, serás la última en hacerlo, ¿pero piensas que todo esto te saldrá barato? Puedo poner las manos en el fuego, porque, reitero, la vida es sabia, y pagarás por todo esto y más.
Ojalá esto fuesen palabras bonitas, pero por desgracia no tengo nada bueno que decir de ti, que quien lo lea, se preguntará "qué poca seriedad, escribirle algo así a quien te ha hecho feliz", y no, no me has hecho feliz. Nunca has sido lo suficiente para hacerme feliz, no me has llenado el alma, solo me la has podrido, es como si yo estuviese pagando algún mal que he hecho en otra vida, y tú seas mi karma. Mi mal karma. Y sé, que yo tampoco te he hecho feliz, ¿sabes? Pero nunca he tenido el atrevimiento de quitarte lo poco que tenías. En el fondo te he amado, esa ha sido nuestra principal diferencia, tú no lo has experimentado y te ha llevado a esto. Que sigue sin ser justificación, aunque tenga la poca cordura de intentar entenderlo.
Esto, más que una felicitación por nuestro aniversario, es una despedida. He hecho millones de cosas por ti, a tener en cuenta. He soportado lo que me he jurado jamás soportar, por ti. Me he humillado como nunca. Y me he roto. Pero en el pecho un alivio se esparce, porque yo sé que lo mío lo podré superar, y quiero que sepas que conoceré a nuevas personas, quiero que sepas que besaré unos labios que no son los tuyos. Quiero que sepas que me enamoraré de la persona indicada, y esa no eres tú. Quiero que sepas, que un día, dejarás de ser una espina, y acabarás siendo nada. Quiero que sepas que mi corazón ya no te pertenece, ya no te ama. Y el tuyo me ha dejado de pertenecer hará mil años, pero qué decirte, yo ya tengo asimilado todo, absolutamente todo. No duele tanto como antes. No me haces tanta falta como antes. Un alivio en el pecho que tú jamás tendrás. Esto es lo que tú eres.
Y de una vez por todas, te olvidaré.
Feliz 21 de agosto, "amor de mi vida". Por muchos más, sin ti.