Notes

Derramor de lagrimas. Abrí mi boca sorprendido esperando que la verdad no fuera verdad... Negué las noticias. Me siento enfermo ahora ¿Qué diablos se supone que debo de hacer? Sólo perder y perder. La primera vez que te vi estabas sentado detrás del escenario con un cigarrillo en la mano derecha, un perfecto desastre. Nunca supiste esto pero me moría de ganas por que tu quisieras mi amor. Dejado en el suelo, dejando tu cuerpo cuando los altos son las bajas y las bajas son la razón tan dura para quedarte, supongo que ahora sabes que te amo tanto. Me gustaban tus barbas y me gusta el hundido de tu barbilla y tus pálidos ojos azules. Tú pintaste cuadros porque el único que lastima te puede dar tanto y tú me diste tanto. Ahora no queda más que decir un adiós, despedir tu palida piel y tus hermosos cabellos de oro, esa nariz fina y labios carmesí delgaditos. Maldito sea el momento que aquella escopeta apuntaba de tu garganta a tu cabeza, mandito sea el momento que decidiste todo aquello. Seattle se despide de ti con una gran fiesta como deseabas, tus mejores amigos dejaban tus cigarros favoritos al lado de la lápida en el suelo y tu pequeña hija lloraba a pesar de tener nada más un año, tu partida duele para cada corazón, mi rey, tu partida rompió el corazón de mil y un personas. Todos lamentan las veces que te lastimaron y dijeron cosas que no debieron, todos lamentan haber dañado tus sueño, todos lamentan haberte haber tratado destruirte... y tú, a pesar de el dolor que atrapaba tu corazón seguías sonriendo, seguias tratando de verte fuerte, aún sabiendo que todo tenían claro que eras la persona más triste.
Adiós a las pastillas de lithium, los cigarrillos y las botellas de cerveza que estaban en tu habitación, adiós a ti, gracias por tanto.