Notes

Sentía como que todo el camino que había ido labrando hasta aquel momento se desmoronaba mucho más rápido de lo que hubiese podido siquiera imaginar. La segunda eliminación de Produce101 había terminado con los sueños de muchas trainees y Kyeong era una de ellas. Al ser Kyungwon, su compañera de empresa también víctima de la falta de votos, pasaron un buen rato juntas en la empresa hasta que los padres de su amiga llegaron a buscarla. MinKyeong no quería preocupar a sus padres, sabía que ellos sufrirían mucho si notaban lo destrozada que se encontraba, más al ser ella la única hija que tenían.
　
Procuró que la llamada que sostuvo con los que la vieron crecer no durase demasiado pues no podía permitir el que su voz se quebrara en medio de lo que terminó siendo una conversación llena de "lo harás mejor a la siguiente" y "no será difícil debutar". Por un momento estuvo agradecida del poco interés que sus padres tenían por las redes sociales, ya que gracias a ello, no supieron de las fotos que andaban circulando por todos lados. La comunicación cesó y casi de inmediato marcó el número de Jeonghwa, el cual ya se sabía de memoria. Un poco de desconfianza se inmiscuyó en su ser, ¿le respondería? Quizás estaría demasiado ocupada e incluso estaba la opción de que se podría haber olvidado de ella. Varias ideas se acumularon en tanto seguía timbrando el teléfono; sin darse cuenta, las lágrimas habían vuelto a hacer acto de presencia y su respiración estaba ya agitada.
　
Tan pronto la llamada entró, no hizo nada más que pedir su ayuda, incluso sin mencionar quién era, habiéndose olvidado de que la mayor no tendría el número que estaba usando ahora, empero, poco antes de que pudiese identificarse, mencionaron su nombre al otro lado de la línea, pronunciado con un tono notorio de preocupación que llegó justo a su corazón. No tardó en decirle la dirección de un café que conocía muy bien, y, que por la hora que era, lo más probable era que éste se encontraría vacío.
　
—Unnie...la esperaré ahí, por favor...venga.—