Notes

¿Sabes? Antes cuando me hablaban de perder a alguien, sentía solo tristeza. Sentía que si esa persona se iba no pasaría gran cosa. Ahora es distinto. Es completamente distinto porque a la tristeza se le suma el miedo y la ansiedad.
Desde que te conocí me ha invadido la sensación del miedo y no por falta de confianza en ti o algo similar. Nada de eso. Pero sé quién eres, sé cuánto vales y dé todo lo que mereces y entre todo eso la mejor opción no soy yo. Tengo miedo de que aparezca alguien mejor a quien puedas llamar mejor amiga y con quien hagas todo lo que hoy en día haces conmigo. Tengo miedo de que las personas comiencen a entender la hermosa persona que eres y traten de buscarse un hueco tan lindo como el mío en tu vida. Y sí, me alegraría saber que las personas te valoran y te cuidan, pero por más egoísta que suene, no quiero que eso haga que termines dejando de tener tiempo para mí o nuestra amistad.
Cada vez que peleamos, todas esas veces que me vuelvo insoportable por tener tu perdón a los segundos, no solo es el miedo que me invade, si no la falta que me haces. Se siente feo no tenerte o tenerte de una manera en la que no me consideras imprescindible y es entonces cuando necesito arreglarlo porque la inseguridad se apodera de mí y me hace creer que jamás de arreglara. Entiendo que los roces nos fortalezcan la amistad, pero si por mí fuese no dejaría que existiesen. No dejaría que momentos de enojo te puedan alejar de mí aunque sea por unas horas.
Perdóname por esas veces que tengo miedo y la inseguridad me puede. Perdóname por siempre estar con el mismo tema, pero esta amistad es distinta. Tú eres distinto a los demás y perderte realmente de sentiría como la peor de las pesadillas.