Notes

　　 　　 　　　　 　　 　　 #privacynight
　　 　　 　　　　 　　 Busan, Wednesday, 15th; closed.

Cuando las luces se apagaban y Joao se encontraba en casa solo, las ganas de tener privacidad profunda eran inmensas; la noche ya caía y únicamente estaba él en su apartamento, los recuerdos le invadían haciendo memoria de cuándo había sido la última vez en la que el hombre había estado con una mujer, no sabía la respuesta. Malos amores, momentos con mujeres que nunca terminaban en buenos términos.

La soledad y el saber que cada noche Joao podía hacer lo que se le plazca, ¿Qué era mejor para él? Una mujer siempre fomentaba el deseo sexual del hombre cada noche. Sirena, castaña, ojos negros, piel blanca, el deseo del mayor para que fuera a buscarla siempre. Los nervios no podían dejarlo tranquilo. El aroma de la mujer siempre era su debilidad y para su suerte ella podía controlarlo. Su belleza rondaba en su habitación, un gran encaje negro, panties negras y zapatos que hacían resonar las cuatro paredes de la habitación.

— Ya te echaba realmente de menos, ¿Dónde diablos te has metido?
— Ya conoces a mi jefe, no me deja tranquila si es que no termino con el trabajo.
— ¿Debería ir a cortarle las pelotas? Sabes que ganas no me faltan.
— Tranquilo, me tienes ahora aquí. Así que disfrutemos.

Joa, un tipo serio, mal humorado y con poca paciencia, ¿Cómo había conseguido una mujer que soportara hasta cuándo estuviera demasiado prepotente? No se lo explicaba, la suerte estaba de su lado; experiencias buenas y malas. Pero si de algo el productor rescataba era a la hermosa mujer que lo enloquecía de pies a cabeza. La mujer estaba ahí siempre para él, dispuesta a todas las fantasías que llevaban consigo mismo al acto, una hermosa modelo de las mejores empresas, ¿Cómo no contratarla? Sabía perfectamente el muchacho en que consistía su trabajo, sin embargo; él las aceptaba por completo.

La llamada de la modelo hacía él le sorprendieron, ¿Acaso le había leído la mente? Probablemente y es que la compañía con la hermosa modelo con quien frecuentaba yacía presente, y Joao siempre estaba a gusto con ella, su simpatía y las ganas de verla eran infinitas. La conversación entre la modelo y él como de costumbre ya era agradable planes, encuentros que ambos se ponían de acuerdo para verse. Puesto que., la fémina nunca estaba desocupada y que ella hiciera excepciones, eso al mayor increíblemente le gustaba.

— No pretendas está vez dejarme con las ganas.
— ¿Y si lo vuelvo a hacer?
— Las puertas están cerradas y escondí las llaves. Te dejaré libre hasta que yo acabé con lo que no he empezado.
— Mi amor, ¿Puedes relajarte y olvidarte de eso?
— ...

Dos horas después y el encuentro pactado ya estaba hecho. La blanquiñosa quien conocía el apartamento de Joao estaba ahí, ingresando con suma confianza a su apartamento, ¿Convivencia? No fue hablado entre ambos, sin embargo; la idea de convivencia para él siempre era un tema serio. El hombre con esa seriedad tomó a quien era su mujer, amiga, y amante entre abrazos y besos, susurrando entre besos que iban y venían lo muchos que ambos se echaban de menos. La singular voz de la modelo y más alta que él lo atraparon, logrando que Joao llamará su atención y tomarla aún más en brazos.

Volvían a estar juntos después de una larga semana, ¿Y qué mejor que matar las ganas y el estrés jugando bajo las sábanas? La diversión, morbo y palabras sucias entre movimientos era lo que nunca faltaba en ellos, la presencia de la mujer más perfecta para los ojos del hombre tatuado se lucía en todo su esplendor como en cada encuentro nocturno que ambos tenían sin interrupciones.