Notes

Juan el Payaso
Autor: PKMN Goromoiz
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En el capitulo anterior...
Ya en Berimond, no sirvió para nada estar ahí, ya que Ursidae se peleó con Josefino (y Sir Ulrich tuvo que intervenir para que éste lo dejase en paz) y Gerbrandt solamente dijo que Juan se fue al Gran Imperio. ¿Y bien, que pasará ahora? Si quieres saber como acaba esta historia, lee es capitulo final, y sabrás perfectamente lo que pasará...
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Capitulo 11: Donde comenzó la historia... Donde acabará... Y el Gran Imperio...

Muy bien, amigito y amigita, ¿ansioso o ansiosa por saber como acabará esta historia...? Pues ahora, vas a leer (y posiblemente imaginar) el final más épico de toda tu vida:

Cuando nuestros héroes llegaron al Gran Imperio, vieron que todo el reino estaba rodeado de los castillos de los Cuervos Sangrientos, matando y saqueando a todas las víctimas que encontraban. El caos se expandió por todo el reino, ni una casa, ni apenas un refugio era seguro por los Cuervos Sangrientos. Todos los territorios eran conquistados por el ejército de Juan el Payaso, con muertos vivientes andando e infectando a todos, con un ejército de hombres-cuervos con una perforadora del submundo aniquilando a todos, con esqueletos andantes y con un arco con flechas en llamas quemando fortines y castillos. En definitiva, el caos se desató en el Gran Imperio. Entonces, el rey Josefino corrió a por su castillo preocupado junto con su mini ejército inútil (excepto el Sir Ulrich). Nuestros amigos encontraron a su imperio escalvizado con guardias enemigos por todas partes. Por pura suerte, nuestros amigitos consiguieron entrar sanos y salvos al Torreón. Habían guardias, soldados e incluso los pobres aldeanos que no pudieron pagar sus deudas atados en una prisión secreta ni que el mismísimo rey Josefino conocía... Obviamente. El muy tonto siempre se quedaba en su trono y en su cama durmiendo y comiendo... Y haciendo caca. Al fin encontraron a Juan sentado en el trono real con patatas fritas, pizza, kebabs, ETC...

-¿Qué le has hecho a mi castillo, a todo el Gran Imperio?- Preguntó el rey.

-¿Que qué he hecho? Pues lo he convertido en MI reino, conquistaré todos los 5 reinos, incluido a Berimond y todos los reinos que existen en este mundo medieval. Siempre he querido ser el rey payaso supremo. Hasta ahora todos me han maltratado, abusado... Pero yo no me he dado por vencido. Ahora todos están temiendo mi ira, mi brutal enfado... ¡Sobre todo tu, Josefino!

-¡Apartaos, mi ejército!- Ordenó el rey Josefino de Corazón a los 5 soldados, a Lealusfielus Tonticus y a Sir Ulrich-. Voy a detener esto... ¡Yo solo!

Entonces, Juan el Payaso salió del Torreón a toda mecha y una vez fuera, robó un corcel y se escapó... Pero esta vez el rey Josefino corrió tras él y robó un caballo de carrera. Tras una gran persecución, el corcel de Juan se tropezó con una raíz de un árbol y se cayó al suelo. Josefino paró de espolear al caballo y saltó (per tropezó). Juan se levantó enseguida y empezó a correr hasta llegar a un volcán, que al parecer, estaba a punto de provocar la erupción. Una vez ahí, Josefino le apuntó con su espada, mientras que Juan sacó la suya. Juntos se pelearon hasta que Josefino le hizo un corte profundo en el brazo, cosa que la espada de Juan se cayó al volcán.

-¡Espera Josefino, espera!

-¿Para que quiero esperarte?

-Te diré la verdad...

-¿Qué verdad?

-Yo... ¡¡¡SOY TU HERMANO GEMELO!!!

-... (sin palabras, sorprendido).

-¿Te acuerdas cuando nuestro padre creó un gran castillo? Entonces te dejó al mando de todo. Siempre lo hacías todo tú cuando él murió. No me dejabas hacer nada, me dejabas solo y todos me miraban mal. Entonces una señora me pidió un favor, pero yo la dejé mal en público. Después ella me lanzó una maldición de convertirme en payaso durante toda mi vida. Ya no soportaba más y me escapé del castillo... Hasta que conocí a mis primeros amigos, unos payasos de un circo ambulante tan pobres y fracasados como yo. Me uní a ellos hasta que me fui hasta tu Torreón para vengarme... Finalmente lo hize. Pero, como siempre, tu ganas. Mátame y toda mi desgraciada vida se convertirá en un sueño hecho realidad, para tí... Y para el Gran Imperio... Y además los Cuervos Sangrientos desaparecerán. Pero si vuelven, perderán su poder...

-¡¡¡NO LO HARÉ!!!- Gritó entre lágrimas el rey Josefino-. ¡¡¡SEGURO QUE TIENES ALGO EN LA MANGA PARA PARAR A ESE EJÉRCITO DEL INFIERNO!!!- En ese instante, Juan sacó un amuleto con el símbolo de los Cuervos Sangrientos. Y lo lanzó en el volcán. Cosa que éste se tranquilizó y no erupcionó-. Reconozco que te dejé alado. Te traté como si fueras inferior a mí... Pero eso no es cierto. Aunque tengas cara de caca y seas un payaso... Siempre serás mi hermano...- El rey Josefino le extendió la mano, y Juan le hizo un apretón de manos (obvio). Juntos se abrazaron entre lágrimas. Poco rato después, contemplaron como el ejército del Cuervo Sangriento desaparecía y se convertía en arena... Todo volvió a la normalidad... Sí, cuando dije que todo volvió a la normalidad, también me refiero a que Juan (el hermano gemelo de Josefino) le dió una patada en la entrepierna y se largó sin pedir perdón riendo a carcajadas. Escapaba y bailaba a la vez... Mientras lloraba de tristeza... También.

-¡Señor!- Gritó Lealusfielus al rey-. ¡Hemos venido todo lo rápido posible!

-¿Se encuentra bien?- Preguntó Sir Ulrich al rey.

-Sí. Muy bien. Gracias...- Respondió el rey llorando de tristeza y de dolor.

Los 3 volvieron al castillo (sin contar a los 5 soldados que estaban en la Gran Fiesta del Gran Imperio). Como siempre, el rey Josefino se sentó en su trono real hasta que vino Lealusfielus.

-¿¡ÉS EN SERIO!? ¿¡JUAN EL PAYASO ES SU HERMANO GEMELO!?

-Sí, mayordomo mío... Y sé que algún día... Volverá. ¡Y ya estaré preparado!

El Gran Imperio volvió a ser el mismo, donde los jugadores jugaban, chateaban, atacaban, defendían... Etcétera.

FIN.