Notes

-Sentía como mi piel se erizaba y ardía en cada lugar que recorrías con tus manos, logrando que mi cuerpo sólo necesitara más del tuyo, y si esto tenía que desmoronarse por qué no hacerlo ahora. Sentir con tal fuerza la erección que cargabas logró que de mis labios arrancase un gemido, ahogándose en tu boca y de pronto toda la ropa se volvió innecesaria, mis caderas comenzaron a moverse sobre ti en un vaivén, presionando con lentitud y queriendo torturarte un poco. Ya que tu camisa se encontraba fuera del juego tuve completa libertad de recorrer con mis manos cada lugar en donde sólo había tinta cubriéndote, arrastrando mis uñas de repente pero sin rasguñarte. Mientras hablabas no pensé detenerme en nada de lo que hacía, tan sólo te escuchaba pero sin importar quién fuese no estaba en mis planes dejarte.- De seguro puede esperar.- Mi voz era susurrada y en el tono más seductor que pude hacer para que no pensaras si quiera que era una opción irte ahora. Mordí mi labio de forma obvia, sabiendo que los estabas mirando, mientras acariciaba tus hombros y mis movimientos de cadera eran lentos círculos sobre tu pelvis.-