Notes

GATO OVERLORD: ASCENSO AL TRONO
Autor: PKMN Goromoiz
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EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
Los piqueros descubrieron que los ''médicos de plagas'' eran, en realidad, unos bandoleros que vinieron para saquear el castillo del rey Josefe, y éstos se lo dijeron a éste. El rey Josefe, indignado, inició una persecución para ejecutar a Zekkon y a Gato. Ambos bandoleros huyeron en un bosque, en el cual, encontraron una cueva y decidieron esconderse ahí. Después de unos instantes, se encontraron con otra bandolera, Vanda, que les dio permiso para que se quedaran en la cueva hasta que acabase la tormenta. Cuando la tormenta terminó, Vanda se fue con Zekkon y con Gato, a través del carro de la diligencia, a su casa.
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CAPÍTULO 7: ¿QUIÉN ES VANDA?


Una vez en la casa, Zekkon le explicó la historia de ésta, y la acompañó hasta su habitación.

-¿Es ésta?- Preguntó Vanda.

-Sí, es esta-. Respondió Zekkon.

Y dejó a Vanda en la habitación sin decir nada más. No estaba muy a gusto que una bandolera desconocida estuviera viviendo en su casa. Así que, cuando Zekkon subió al piso de arriba, Gato captó su mirada incómoda.

-Zekkon, quítate la gabardina y cámbiate...

-¿Para qué?

-Para estar más cómodo... ¿No?

-Supongo que tienes razón...- Y tiró la gabardina en el suelo-. ¿Qué quieres para comer?

-De momento nada; ya he comido un pescado enorme cuando estabas con ella-. Y Gato le enseñó el plato, con los restos del pescado.

-Entiendo...

Gato se levantó y abrió la puerta. Miró atrás y le preguntó:

-¿Quieres que vayamos a hablar fuera de lo que te pasa?- Y, ante aquella pregunta, Zekkon cogió su gabardina negra caída en el suelo, se la puso y salió fuera-. ¿Qué es lo que te pasa, Zekkon?

-No confío mucho en Vanda... No sé, es como si la hubiera visto antes...- Respondió Zekkon encogiéndose de hombros.

-¿Y dónde?

-En el lugar en el que hemos estado hace unas horas... En el imperio del rey Josefe.

-¡Si es ahí donde la hemos visto!

-Sí, pero... No como una bandolera, sino como una de la realeza.

Después de una pausa incómoda, el caballo blanco de Vanda salió disparado hacia Gato y a Zekkon. Por poco mueren pisoteados si no fuera por los reflejos que tenían. <<¡Ya se están vengando, los de la granja!>>, pensó Gato. El caballo, de nuevo, intentó pisotearles, pero la voz de Vanda lo calmó e hizo que se parara en seco. Vanda salió con una ballesta y amenazó a los dos bandoleros con dispararles.

-¡Manos arriba!- Rugió ella-. ¡O disparo! ¡Soy capaz y no os tengo miedo aunque seáis dos y éste sea vuestro territorio!

-Miedo vas a tener si no aciertas a la primera...- Murmuró Zekkon, mirándola fijamente. Una pequeña oleada de aire sacudió a los árboles y la hierba que había en el suelo, mientras que la melena negra de Zekkon, y la roja de Vanda se movía inquietamente-. ¿Qué quieres?

-¿Yo? ¡Pues adivina antes quién soy!

-¿Una bandolera que nos quiere matar?- Dijo Gato, arqueando una ceja.

-Haces bien de bandolero, Gato-. Felicitó Zekkon-. En serio.

-Sí, ya lo sé; aprendo de alguien llamado Zekkon...- Respondió Gato, con una sonrisa.

-¡¡BASTA!!- Rugió Vanda y dejó ir una flecha-. ¡Mi padre me felicitará muchísimo si os traigo muertos!

-¿Tu padre?- Preguntó Gato.

-¿Jo... Sefe?- Preguntó Zekkon.

-Sí-. Respondió Vanda y disparó de nuevo, y después puso otra flecha-. Soy la princesa Vanda, y yo seré la que os abra la puerta del Infierno... ¿Unas últimas palabras?

Zekkon bajó, lentamente, la mano derecha hasta su rostro y silbó. Vanda, que no se esperaba eso, se sorprendió tanto que dejó ir otra flecha.

-Más bien un último silbido...- Dijo Gato, mientras que se escuchaba a Blast venir.

Blast le hizo un placaje a Vanda, haciendo que se chocara contra un gran árbol, y después le dio una coz al caballo blanco de ésta. Gato aprovechó la oportunidad y corrió rápidamente hacia la ballesta que estaba unos metros lejos de Vanda, la cogió, y apuntó la ''bandolera''. El caballo blanco se quedó en el suelo e intentó levantarse, pero no pudo; la coz de Blast le dejó sin fuerza alguna. Zekkon caminó hasta Vanda tranquilamente, y desenfundó su claymore. Con media sonrisa, dijo:

-¿Princesa? Le pido perdón por mi falta de respeto hacia usted pero... Ha demostrado ser tan mala persona como su padre... Aunque su rostro, comparado con el rey, es otra cosa.

-¿Qué piensas hacer, Zekkon?- Preguntó Gato, aún con la ballesta en las manos... Bueno, en las patas.

-¿Tú qué crees? ¡Vamos a matarla y...!

-¿Y si pedimos un rescate?- Sugirió Gato-. Quizás así, consigamos algo más que dinero... ¡Quién sabe!

-¡Buena idea!- Opinó Zekkon-. Ve a trer una cuerda... Y que sea fuerte, ¿eh?

Gato, sin decir nada más, se fue, eufórico, a por la cuerda. Cuando volvió, se la dio a Zekkon, y éste se encargó de atar a Vanda. Pero el problema surgió cuando ambos bandoleros pensaron cómo tenían que pedir rescate si sólo estaban ellos dos.

-¿Cuándo crearán los teléfonos móviles?- Preguntó, irritado, Gato.

-¡Más les vale crearlo antes de que muramos!

Y, después de unas horas, vinieron Maximiliano y Tun, montados en dos burros. Parecían perdidos... Y es que lo estaban.

-¡Mira ahí! ¡Una casa!- Dijo el mexicano Maximiliano, tocando su bigote.

-¡Sí! ¡Te quiero Maxi! ¡No la hubiese encontrado sin ti!- Dijo el regordete Tun y lo abrazó saltando de su burro al suyo... Y haciéndolo caer.

Y ambos, sin saber el peligro que corrían, empezaron a golpear la puerta de la casa. Después de unos minutos, Zekkon y Gato salieron armados con ballestas y espadas (claro, Zekkon con su claymore). Ambos se quedaron mirándolos. <<¡Sí son ellos!>>, exclamaron felices y los empujaron hasta dentro de la casa.

-¿Vosotros otra vez? ¡No!

-¿Eh? ¡Si os necesitamos!- Dijeron Zekkon y Gato con sonrisas enormes-. ¡¡Por favor!! ¡Ayudadnos! ¡Os daremos lo que queráis! (Excepto la casa.)

-¿Pero qué queréis? ¡No queremos ayudar a ningún forajido!

-Es sólo darle ésta carta al rey Josefe... ¡Tomad! ¡No la abráis! ¡E id rápido si queréis la recompensa! ¡Si os preguntan que quién es el que la envía, decid que no sabéis nada!- Pidieron Zekkon y Gato con una sonrisa aún más grande y eufóricos

Y Maximiliano y Tun fueron enviados de nuevo en el imperio del rey Josefe.

·Continuará...·