Notes

Ya sé que necesito.

Nunca supe lo que quería. Y es algo gracioso. Resulta que pensaba que sabía, veía a muchas mujeres que, en mi errada y nublada opinión, suponía que eran para mí, pero nunca lo sentí así.

Te encontré, y puedo confesar que mi relación contigo fue una de las cosas que pudo fluir de la manera más natural posible en mi vida. Si alguien me preguntaba, antes de darme cuenta, diría que eras el tipo de mujer que me caería bien, pero que no consideraría para una relación. Y ya he hablado de eso, nada nunca es como piensas.

Pues me enamoré de ti, además. Lo repito, "nada nunca es como piensas".

Y es aquí cuando empiezo a hablar de como una pareja se complementa. Y va a parecer un tema cliché. En mi opinión, lo es. Aún así discutiré eso.

Me considero una persona de carácter fuerte, he probado ser amable, servicial, pero también he probado ser capaz de dar órdenes, ser frío, calculador, y un tanto imponente si así lo deseo.

Tu eres exactamente eso.

Veamos, me referiré a una frase también muy común: "Los opuestos se atraen". Me anuncio en desconocimiento total de si esa frase refleja la realidad en todos los casos o no. Sólo sé que en mi caso, no fue así. Somos dos piezas muy parecidas de un rompecabezas, que, a la lógica general aplicada no encajarían, pero lo hicieron, y muy bien.

Yo soy fuerte cuando tú estés vulnerable, y cuando yo esté vulnerable, tu serás fuerte. Eso, aparte de muchas otras cosas me hizo amarte.

"Lo que necesito es una mujer jodida, que no me ponga las cosas fáciles. Que me saque de esa rutina frustrante en la que siempre tengo el control de todo. En la que siempre muevo las piezas de igual manera, y sigo ganando. En la vida que me ha acostumbrado a que ese juego en específico no cambia".

Te necesito a ti.