Notes

Quiero hacerte dos preguntas:

1. ¿Qué te hace evitar enfrentarte a ti misma, Alanna, y aceptar ciertas cosas?
2. ¿En qué momento de tu vida pase de ser “la persona más valiosa” que habías encontrado en este lugar, a un estorbo?

No soy caprichoso. No sabes cuán respetuoso soy, en cuanto alguien decide algo contra mí. Pero esto no quiere decir que no tenga derecho a no echar de menos, a recordar, a ser fiel (momentáneamente) a lo que siento, y sobre todo aceptar que una parte de mi historia bastante importante y a la que, al parecer, ciegamente he tenido en la posición equivocada, se ha finalmente marchado. ¿Es realmente un pecado querer así sea desde lejos? ¿Acaso te estoy imponiendo algo? ¿Te estoy colmando la paciencia, únicamente porque he pasado semanas buscándote solo por querer saber COMO ESTAS? ¿Por querer compartirte mis logros, todo lo que he hecho por costumbre y la exclusividad que siempre te he dado? ¿Por querer estar ahí para ti lealmente en cualquiera de los casos? Me parece de un egoísmo feroz que me subestimes, y pienses que soy sencillamente una inestabilidad. Que tenga problemas no quiere decir que viva en la miseria. Que a veces me sobrepasen, no significa nada. Soy la persona más fuerte que conozco, y la que, impresionantemente, ha pasado a ser alguien que confía en sí mismo, que cree en sí mismo, y que sabe valorar las cosas. Que tiene voz propia y tiene poder para aceptar algo e introducirse en esas cosas honesta y profundamente. Así, como lo hice contigo.
Es evidente que yo en ningún momento te aprese, te hice ser menos de lo que eras, y que me trates como si fuese algo que te detiene a lograr lo que quieres nos deja en algo: ¿Estás segura de que lo que te impide ser tú misma, no eres tú misma?

Deja de actuar como si yo tuviera la culpa. De todo, en general. Y deja de actuar como si solo vivieras ofuscada. Yo se que entre todo esto, esta la misma persona llena de vida y de hermosos sentimientos que conocí y me enamore alguna vez. Y yo creo en ella. Y basta aclarar: eres tú la única capaz de devolver eso, solo si, antes de intentar enfrentar/confrontar/entender/aceptar a los demás, decides empezar por ti misma. No es solo darse cuenta, sino hacer algo al respecto. Si algo he aprendido es que aquí hay que ser honesto, estar desnudo, así te maten.

No soy un juguete, Alanna Bezlaj. No soy alguien al que se toma y se deja cuantas veces se apetezca. Y eso con toda persona que te pase por delante, porque cada es un mundo y por supuesto no se merecen que otra venga y se aferre a ellos por miedo a que venga la oscuridad / soledad y los atrape. Por supuesto, el error fue mío al decidir volver y pensar basándome en todo lo último que me dijiste antes de despedirnos, que te alegraría saber como estoy. Y especialmente, que me alegraría saber de mi persona favorita. Pero en fin, prefieres mentirme, antes de aclararme, y simplemente decirme cosas como “Vamos, Jeremy, no estoy dispuesta a mantener una conversación contigo ahora” y vaya que yo perfectamente lo entendería. Ni me sentiría ofendido, o cualquier cosa. Todo lo contrario.

Ahora bien, que pienses que me moleste que tan repentinamente estés con otra persona, me parece totalmente absurdo. Lo que en realidad me duele es que seas tan desleal a ti misma, y a todo lo que un día viviste y aceptaste. Y además, ¿Por qué no pensar que esa relación viene de mucho antes de terminarme, si ya lo habías hecho una vez? En otros casos: ¿Por qué no poder vivir con la idea de un futuro donde una amistad nos refuerce, o un cierre total nos defina? ¿Sientes que voy a devorarte, Alanna, ya que no eres capaz de enfrentarme?

No hay nada que disculpar en este contexto. Así que puedes vivir tranquila, sin el remordimiento si es que en realidad lo tienes. Eso si: ¿Recuerdas toda esa exclusividad, esa buena intención, esa confianza, y esa forma única de querer a alguien que te di, Alanna? La has perdido, y la he perdido, después de que siempre fue lo más importante y valioso para mí. Aunque no estoy muy seguro de que realmente te importe.

En cuanto a nosotros, por última vez: gracias por darme a entender de que en realidad, todo el tiempo que tuvimos juntos, viviste limitada. Es simplemente impresionante que nunca te tomaste el tiempo de aceptarlo, cuando muchas veces insistí que en mí podrías apoyar cualquier cosa. Cuando te di pruebas con la forma en la que te ame que estaría dispuesto a aceptarte con TODO. Y en fin, este es el resultado.

Jamás se te ocurra volver a subestimarme. Jamás. No tienes por qué preocuparte, puesto que ya no me tendrás más de ninguna manera. Dejaste de ser esa persona a la que me aferraba por más que abriese sus brazos.