Notes

El día inició con la rutina de siempre, levantarse, ducharse, prepararse para el trabajo y marcharse. Aquella era una rutina diaria, al menos por la mañana antes de asistir a su trabajo, pero ese día precisamente debía acudir a una cita previa al interrogatorio que tendría lugar cuando llegase al edificio en que laboraba. Su desvío no le llevó más de diez minutos y pronto se encontró a menos de una manzana del predio al cual deseaba llegar; aparcó y bajó de su auto, caminando entre las personas que le saludaban con cordialidad como cada mañana, irónico, pues con la mayoría no había cruzado palabra, al menos no directamente. — Heights, tu testigo llegó. Está en la sala de interrogatorios B.— Musitó el comandante del turno de día, mientras recién dejaba su abrigo sobre el respaldo de la silla. — Enseguida. — Articuló el moreno en respuesta, esperando el supervisor saliera de su oficina, al menos había tenido la delicadeza de dejar la puerta cerrada.

Abrió su portafolios y sacó un breve expediente obtenido por medio de la base de datos de la Policía, en donde yacían los datos más relevantes del que sería su acompañante al menos la primera hora del día. Tomó el archivo y caminó con tranquilidad hacia la sala de interrogatorios B, como le habían anunciado con antelación. Procedió a abrir la puerta e introducirse a la sala; a esa hora del día era escaso el personal en aquel piso del edificio, así que al menos tendría la comodidad de contar con privacidad, aunque no era algo relevante. Al entrar en la sala fue recibido de forma cortés, por lo cual correspondió a la cortesía y se evitó el utilizar la breve y predecible introducción a un interrogatorio, él no era el típico agente, iba siempre más allá. — Buen día. La hora es debido al proceso de ajetreo que tendrá el cuerpo policial debido a la baja que se sufrió anoche. Lo cual manejas. — Mencionó el moreno, quien envió un mensaje a Agatha, quien no tardó más de un minuto en llegar con el pedido del contrario, el cual dejó sobre la mesa frente a él. Kestrel dejó el breve expediente sobre la mesa y prosiguió a sentarse sin alteración alguna en su traje cuando lo hizo. — Debo decir que la información proporcionada en tu expediente es bastante normal y destacable. Aunque no hay nada que me interese ahí.— Agregó el detective, mientras ponía una pausa a la cámara que grabaría aquel encuentro. — Así que puedes decirme porqué resultaste ileso al momento en que tu compañero fue acribillado. Podría obtener información científica de buena calidad en el ala forense, pero quiero escucharte y créeme, no sucede a menudo.— Finalizó él, esperando la otra parte diese su opinión al respecto.