NotesWhat is notes.io?

Notes brand slogan

Notes - notes.io

Aquel beso...
Aquel sucio encuentro entre bocas...
Aquella imagen pornográfica y puramente sexual caldeó todavía más la temperatura corporal femenina. Aquello sirvió para que la morena condensara la atención de sus sentidos a uno sólo: el oído. La sonoridad de aquel intercambio ya no sólo de fluidos, sino también de intenciones la calentó en exceso. Ni siquiera fue capaz de privarse del sentido de la vista. Nunca una boca le había parecido tan adictiva. Adoraba escuchar el sonido del sexo (inundando el ambiente), de las atenciones, de lo que (se) provocaban ambas figuras. Estaba cien por cien segura y convencida de que en la habitación; más que a sexo, olía a ELLOS. Besó su boca. Lamió sus labios. Chupó y jugó con la sinhueso ajena de un modo obsceno y lujurioso; lascivo. Entre atención y atención entre bocas, la morena no dudó en expresar su placer con algún que otro « Mmm... » que moría en la húmeda y ligeramente maltratada boca masculina. Hasta que, poco tiempo después, empezaron a aterrizar sobre el perfil de la oreja del muchacho.

Eleanor sabía de muy buena mano que la atención sobre sus senos eran, sin atisbo de duda, flechas directas a la diana sin posibilidad de fallar. O lo que es lo mismo: a su sexo; a su clítoris hinchado y palpitante. No iba a ser ningún secreto entre ambos que aquello aumentaba considerablemente su humedad, y por ende, también su excitación. Inhaló tan fuerte como exhaló. Jadeó. Incluso vibró sobre el cuerpo masculino cuando este sustituyó la suave yema de sus dedos por la húmeda calidez del interior de su boca... Hoy no tenía intención de contenerse, al contrario; ansiaba gemir(le) sin vergüenza. No le importaba en absoluto que sus gemidos resonaran más allá de esas cuatro paredes. Necesitaba gritar. Necesitaba vaciar y condensar el nudo y tensión que le subía hasta la garganta por todo aquello que llevaba haciéndola sentir desde hacía más de un año, y que no menguaba: aumentaba. Lo instó a permanecer allí, utilizando para ello la mano vacante que apretaba y arrugaba la almohada; viajando desde la zona anteriormente mencionada hasta la nuca masculina. Allí, instintiva y concienzudamente, clavó las uñas... Y las arrastró un ápice horizontalmente asegurándose de dejar marca.

Consciente de lo que había provocado en él, cercó los dedos en torno a la virilidad de su ex pareja, unos centímetros más allá del glande solamente. No más. Tampoco menos. Oprimiendo gradual e intensamente estos contra sí, mientras el pulgar trazaba círculos sobre éste e iba generando una intensidad mayor no sólo en el ritmo circular, sino también en la presión ejercida contra la sensiblizada zona. Deseaba que imitase una serie de embestidas, mientras ella meneaba desde atrás y hacia delante sus caderas: sentir su polla abrirse paso entre sus labios vaginales nunca fue tan necesario. Como tampoco lo fue acompasar el ritmo manual al sexual que tenía entre manos. Casi le resultaba más satisfactoria aquella especie de masturbación (más que estimulación) a dos bandas que la de sus propios dedos cuando caía ante la tentación debido al alto grado de excitación en el que vivía sumida (casi) siempre por culpa de aquel hombre: ese que tenía justo debajo, entre el hueco húmedo, chorreante y caliente de sus piernas. Probablemente esa fue la razón principal por la que, tras desatender momentánea y manualmente la rigidez de su erección (atendiéndola con una serie sucesiva de ligeros aunque secos botes de una intimidad contra la otra, fingiendo una penetración que ni existía), acercó esa misma mano a su boca para escupir sobre la palma toda aquella saliva que llevaba segundos acumulando. ¿Era innecesario? Por supuesto. Pero la idea de que sintiese tanto calor húmedo recorriéndole la polla; le encantaba. Quería que le quemase, que suplicase, que le ardiera la piel en deseo cuando mezclase ese calor que emanaba su sexo. Agarró su erección y empezó a esparcirla con unos movimientos de arriba abajo, tan certeros como guarros. Estaba siendo ágil, rápida e intensa. Quería escucharle a él también; quería cerciorarse una vez de que aquello, sólo se lo proporcionaba ella. Y de que él, era todo suyo.
     
 
what is notes.io
 

Notes is a web-based application for online taking notes. You can take your notes and share with others people. If you like taking long notes, notes.io is designed for you. To date, over 8,000,000,000+ notes created and continuing...

With notes.io;

  • * You can take a note from anywhere and any device with internet connection.
  • * You can share the notes in social platforms (YouTube, Facebook, Twitter, instagram etc.).
  • * You can quickly share your contents without website, blog and e-mail.
  • * You don't need to create any Account to share a note. As you wish you can use quick, easy and best shortened notes with sms, websites, e-mail, or messaging services (WhatsApp, iMessage, Telegram, Signal).
  • * Notes.io has fabulous infrastructure design for a short link and allows you to share the note as an easy and understandable link.

Fast: Notes.io is built for speed and performance. You can take a notes quickly and browse your archive.

Easy: Notes.io doesn’t require installation. Just write and share note!

Short: Notes.io’s url just 8 character. You’ll get shorten link of your note when you want to share. (Ex: notes.io/q )

Free: Notes.io works for 14 years and has been free since the day it was started.


You immediately create your first note and start sharing with the ones you wish. If you want to contact us, you can use the following communication channels;


Email: [email protected]

Twitter: http://twitter.com/notesio

Instagram: http://instagram.com/notes.io

Facebook: http://facebook.com/notesio



Regards;
Notes.io Team

     
 
Shortened Note Link
 
 
Looding Image
 
     
 
Long File
 
 

For written notes was greater than 18KB Unable to shorten.

To be smaller than 18KB, please organize your notes, or sign in.