Notes

Mi ángel:
No soy muy bueno haciendo este tipo de cosas, tengo que admitirlo. De hecho, en cuanto pensé en escribirte algo, automáticamente deseché la idea, pero luego pensé que tú realmente mereces que yo lo intente, que me siente frente a la computadora a partirme la cabeza tratando de encontrar las palabras justas y que no sean las que te digo todos los días.

Uhm, bueno, no sé cómo empezar esto más que diciendo que feliz primer mes, mi amor. A veces miro hacia atrás, todo lo que hemos pasado, y me parece que el tiempo ha pasado tan lento a tu lado, siento como si lleváramos años estando juntos, ¿sabes? Y sé que tú tambíén lo sientes así. No sé si realmente se deba al hecho de que escondimos lo nuestro por un tiempo antes de hacer las cosas oficiales, o si es que... no sé; como si aquella sensación que tuve la primera vez que hablamos, que sentía que te conocía de toda la vida, siguiera ahí intacta.

Hemos pasado tantas cosas en tan poco tiempo, desde cosas hermosas hasta cosas para nada buenas, y agradezco todo ello; de los buenos momentos me quedan recuerdos hermosos que me gustaría volver a revivir de nuevo, y de los malos... de los malos me llevo tu apoyo, tu incondicionalidad, cómo jamás dudaste de mí a pesar de todo lo que te han dicho.

No tengo más que agradecerte por eso, así que quiero hacer un punto allí, y es que creo que jamás había conocido a alguien que confiara tanto en mí como tú, quien se animara a apostar todo lo que tiene por mí, y me siento muy agradecido por ello, no sé cómo devolverte todo lo que hiciste y aguantaste por mí, y espero poder encontrar la manera algún día, por mientras, voy a agradecerte dándote todo el amor posible, demostrándote día a día lo feliz y afortunado que me siento de tenerte a mi lado. Además de eso, quiero agradecerte también todo el cariño y el amor que recibo de tu parte todo el tiempo, y es que no hay un sólo segundo en el que yo no me sienta amado, en el que yo no me sienta seguro de lo que tú sientes por mí. Y sé que ya te he dicho esto antes, pero quiero que lo tengas presente... es la primera vez en mi vida que me siento tan cómodo al lado de alguien, es la primera vez en mi vida que ni siquiera siento celos (más que porque me prestes atención cuando estás haciendo otra cosa), o miedo de que tú puedas fijarte en alguien más, porque tú sabes perfectamente cómo demostrarme tu amor, cómo dejarme claro que me amas tanto como yo a ti.

Y bueno, creo que me dejaré de palabrerías e iré al punto de esta carta, que es algo que he decidido hacer para que esto quede más dinámico y entretenido, por eso, ahora vas a leer 30 razones por las cuales tú me encantas tanto y por las cuales estoy tan enamorado de ti. No están en ningún orden en específico, aunque seguro algunas te serán muy familiares porque te las vivo repitiendo como loro.

Uno; eres una persona tan dulce y tan linda con todos, eres tan divina con todo el mundo y siempre andas preocupándote tanto porque yo y tus amigos nos encontremos bien.
Dos; tienes una sonrisa preciosa que me vuelve loco. Sé que debes estar cansada de que te lo repita, pero lo siento, no puede faltar en mi conteo.
Tres; eres una mujer sumamente inteligente, aunque tú no lo creas. Estoy 100% seguro de ello y pongo mis manos al fuego por ti. Y también sé que serás la mejor abogada del mundo.
Cuatro; me complementas como jamás nadie había logrado complementarme alguna vez en mi vida (amorosamente hablando, claro). Siento que estás hecha tan delicadamente para mí, que no se te ha pasado un sólo detalle.
Cinco; eres la única persona que sabe cómo disipar mi enojo o mal humor en cuestión de segundos. Pudimos haber tenido una pelea, pero juro que no puedo pasar más de tres segundos estando enojado contigo, ¿qué me has hecho?
Seis; eres sumamente cariñosa conmigo, y eso es algo que a mí me fascina y lo sabes, siempre estás diciéndome cosas bonitas, besándome y abrazándome.
Siete; los pequeños detalles que tienes conmigo me vuelven loco, y es que me fascina que tú me demuestres tu cariño aún sin siquiera darte cuenta, pero créeme, yo sí lo noto.
Ocho; me haces muy feliz, y esto te lo digo todos los días, pero es la verdad, me siento muy bien a tu lado, muy cómodo y tranquilo.
Nueve; tú me transmites paz, siempre que me encuentro mal, sé que si estoy contigo, automáticamente me sentiré mejor, tienes ese poder en mí, a tu lado nada puede estar mal.
Diez; siempre sabes qué decir, siempre tienes las palabras correctas para absolutamente cualquier ocasión. Si me encuentro mal, siempre sabes qué decir para hacerme sentir mejor. Si me encuentro bien, tú siempre sabes hacerme sentir incluso más feliz.
Once; me encantan tus caricias, sobre todo en el cabello y en la espalda, tienes un toque tan suave que me relaja en el instante y, si pudiera, me la pasaría el resto de mi vida acostado disfrutando de ellas.
Doce; tus besos me hacen sentir cosas que realmente no puedo expresar con palabras. Cuando tú me besas puedo sentir cómo mi corazón late cada vez más rápido.
Trece; me has hecho perder los miedos. No voy profundizar esto porque es algo muy personal como para hablarlo en una carta que cualquiera puede leer, pero tú sabes cuál era una de las razones por las cuales no quería que los demás supieran que tú y yo lo estábamos intentando... pero mira ahora, estamos cumpliendo un mes y estoy muy feliz por ello y no podría arrepentirme de haberlo dado a conocer.
Catorce; jamás es aburrido pasar el tiempo contigo, siempre surge algo para hacer, si no nos estamos riendo, estamos tirados en la cama como buenos flojos hablando tonterías, o nos escapamos a la playa solo porque sí.
Quince; me has enseñado a quererme tal cual soy, una tarea muy difícil que nadie había logrado antes.
Dieciséis; me haces querer ser mejor persona, me inspiras a querer cambiar esas pequeñas manías que tengo y que no son para nada buenas.
Diecisiete; siempre intentas protegerme, siempre estás ahí para abrazarme y decirme que todo estará bien cuando me encuentro mal.
Dieciocho; cuando te pones celosa (que igual no sucede mucho porque confías en mí, te amo) eres un completo y verdadero amor, me dan ganas de abrazarte y llenarte de besos hasta que comprendas que sólo tengo ojos para ti, que estoy demasiado ocupado mirándote a ti como para estar mirando a alguien más.
Diecinueve; eres muy graciosa cuando estás ebria y una verdadera dulzura, tengo que admitir que eso me encanta, aunque no me encanta tanto el hecho de que te embriagues.
Veinte; me encanta lo decidida que eres, cómo estás segura de lo que crees, de tus ideales, de tu forma de ver las cosas.
Veintiuno; esto tiene que ver con la anterior, pero decidí separarlo porque también quiero englobar un poco más el término, y es lo respetuosa que eres siempre, cómo siempre aceptas lo que el otro opine aún cuando es todo lo contrario a lo que tú crees, o como mantienes esa simpatía que te caracteriza aún cuando estás discutiendo con alguien o hablando con alguien que no te cae bien.
Veintidós; me da mucha ternura lo preocupada que te pones cuando alguien viene a decirme cosas de ti. Y aquí abriré un paréntesis para aclarar que, así como tú ignoraste todo lo que te han ido a decir de mí, a mí tampoco me interesa lo que el resto tenga para decir de ti. Me tomé el trabajo de conocerte e incluso día a día me doy cuenta de que eres una caja de sorpresas que jamás terminaré de conocer por completo, y todo lo que he descubierto de ti hasta ahora, es maravilloso. Así que deja de tener miedo por lo que el resto quiera decirme, yo te conozco, paso mis días contigo y puedo decir que eres perfecta, lo que diga el resto o no diga, me da igual.
Veintitrés; me encanta la manera en la que me miras, cómo me dejas ver todo lo que estás pensando, cómo me haces sentir como un superhéroe con una sola mirada.
Veinticuatro; te gustan las tostadas con palta, y tal vez parezca una estupidez, porque incluso yo me estoy riendo mientras escribo esto, pero realmente jamas había conocido a alguien que amara tanto las tostadas con palta como yo. Eso era una señal, sin duda alguna.
Veinticinco; eres una mujer hermosa físicamente hablando, te ves como la maldita reina de todo, me tienes como tonto babeando detrás de ti. Gracias a lo que sea que pasó que hizo que una mujer como tú se fijara en mí.
Veintiséis; eres tan inocente y tan buena, y con esto me refiero a que eres una de las personas con las mejores intenciones que he conocido en mi vida. Eres una bebé, siempre haces todo pensando en que todos estén bien, en ayudar a los demás.
Veintisiete, tienes una risa preciosa, una risa que jamás me podría cansar de escuchar, que ilumina todo mi día por más gris que sea, una risa por la que moriría para poder conservar en ti.
Veintiocho; eres mi ángel, quien apareció cuando todo estaba mal, eres quien me salvó de perderme a mí mismo. Recuerdo que tenía marcado el día que me iría de aquí, y entonces apareciste, y aquí estoy, planeo quedarme todo el tiempo que tú me permitas estar a tu lado.
Veintinueve; eres una gran compañera, siempre me acompañas en mis locuras, siempre me sigues en mis tonterías, siempre estás ahí para mí, eres esencial en mi día a día. Si estás a mi lado, sé que jamás estaré sólo.
Treinta; te amo, me has hecho amarte en tan poco tiempo, me has hecho amarte de la manera más madura que he logrado alguna vez, me has hecho sentir algo distinto a todo lo que había experimentado antes.

Y, después de estas treinta cosas, aún tengo mucho por decir. Sin embargo, creo que esta carta se me ha ido de las manos, así que prefiero decirte lo que falta en persona.

Lo último que quiero agregar es que espero que tú te sientas tan bien como yo en esta relación, que te sientas tan plena como yo lo hago, estar devolviéndote aunque sea una mínima parte de todo lo que tú me das, y que estés tan feliz como yo por estar cumpliendo el primer mes de muchos que se vienen. Muy feliz aniversario, mi reina.

Con todo el amor del mundo,
tu novio, Jason Klevixt.