Notes

Buenas noches, querido Emil. He estado pensando, analizando y enfriando mis emociones para poder escribir esto de forma adecuada, sin darle mis palabras al dolor, al contrario, dárselo a la alegría que dominaba cuando estaba junto a ti. ¿Es correcto que esté pensando en entregarte esto? Posiblemente no, pero una gran parte de mi dice que suelte todo aquello que siento, que creo y que pienso. ¿La razón? La importancia y el gran lugar que tienes en mi corazón. Con esto me refiero a que es inconcebible verte ir una vez más y que tu lejanía te haga creer que no eres alguien especial para mi, porque lo eres, lo fuiste y lo serás por mucho, mucho tiempo. También debo decirte que te amé desde el primer momento y aunque sea exagerado se que lo haré hasta el último. Lamento mucho cualquier error que pude haber cometido contigo, te aseguro que mi intención no fue esa, no porque me imaginaba cada día de mi vida estando contigo, poder contar con tus palabra y tu sonrisa. Por otra parte, gracias, por brindarme tu compañía y amistad, porque en muchos momentos estuviste a mi lado y eso siempre lo voy a apreciar. Gracias por las sonrisas, las risas y la felicidad que es tan invaluable como tu hermoso corazón. De último, y no menos importante, quiero desearte lo mejor de la vida, que puedas ser siempre feliz, lo mereces, que seas esa persona tan risueña y divertida que tanto me encanta. Desde lo lejos estaré viendo por ti y esperando que nada ni nadie te haga mal porque, aunque ya no esté a tu lado, puedo enviar maldiciones para que se le caiga el cabello, jajaja. En fin, realmente espero lo mejor para ti.

Te quiero y te amo.