Notes

Me enciendes, me inspiras, al fin y al cabo, nadie tampoco había conseguido arrancarme tanto verso con tan poca prosa de por medio como llevamos. Es como si inyectaras en fuego el aire que respiro a tu lado y cargases de electricidad cada exhalación que cojo de tu aliento al besarnos. Creo que la belleza de las cosas reside en sus detalles, y sin duda lo mejor de besar, no es el contacto de los labios por el mero choque físico de dos cuerpos, es la necesidad de respirar el mismo aire durante un instante, o sentir como encajan las facciones las unas en las otras. La música de besarse es mucho más importante que la carnosidad de los labios, el olor del pelo es la esencia y no la forma de los dientes que chocan, bueno si los dientes chocasen algo mal estamos haciendo, pero permítame la metáfora. Perdón si me desvió del tema pero perderse en ti es igual de fácil que perderse en un mar, al fin y al cabo, defiendo mi teoría de que el sol y el mar tuvieron una noche loca en tus ojos y cada vez que te miro y tú me miras, se confirma. Si sigues negándolo creo que tu padre te dejo en herencia un pelo a imagen y semejanza de sus rayos para fueras inconfundible, así que no me intentes engañar. Creo que la solución a nuestra pregunta radica en el mismo lugar que nuestra definición, pues nos queremos en función de lo que somos, ¿Y qué es lo que somos mi Bécquer? Creo que las personas son indefinibles como individuo, por eso tú siempre para mí eres y serás Tú con todos los significados que le has conseguido añadir a tu nombre. En cierta manera definir algo es ponerle límite, pero no me asusta admitir que el limité de nosotros está en el infinito. Reconozco que el momento más feliz de aquel día fue mirarnos al espejo con menos vergüenza que ropa ¿Nos has visto? Puede que no sepa muchas cosas, pero sí sé que me discutirás esto, somos dos niños jugando a amarse queriendo escribir historia romántica, Soñando como escaparse juntos a algún lugar lejano. Sé que dirás que de niños solo tenemos la piel tersa, pero es eso. ¿No nos ves tan jóvenes como yo nos veo? Me asusta y me fascina lo jóvenes que somos y el tiempo que tenemos por delante. Fíjate en cada uno de nuestros recuerdos y piensa en la edad que tenemos para andar de un lado para otro persiguiéndonos con poemas bajo el brazo, metáforas en la cabeza y convirtiendo en arte cada encuentro, creando personajes para nuestra propia obra sobre el escenario.
Dije que hoy venía a contarte algo que ya sabías, y creo que sabes mejor que nadie que me has enseñado a hacer realidad el romanticismo de fantasía.