Notes

Nombre: Amanda Coleman
Edad: 29 años
Lugar de origen: Atlanta (EEUU)
Estado: Georgia
Esta es la historia de Amanda Coleman, hija de Marcus y Liz Coleman.
Comienza una fría noche de enero de 1988, cuando el silencio de aquel hospital se vio interrumpido por un llanto de un bebé recién nacido.
Con el paso de los años, se convirtió en una adolescente con un futuro brillante de no haber sido por la situación que vivía actualmente. Pero, retrocedamos unos años más atrás. La vida de Amanda no fue fácil. Sus padres apenas pasaban horas en casa con ella por lo que desde muy pequeña tuvo que hacer las cosas por su propio pie. Ella sola iba al colegio, y a los 11 años era capaz de hacerse la comida. Y no solo a ella, también a sus padres que pasaban por casa cinco minutos para volver a ir a trabajar. Amanda no tenía tiempo para salir con sus amigos, aunque tampoco es que tuviera muchos, y los pocos que tenía los iba perdiendo al convertirse en una persona demasiado madura para su edad.
Cuando cumplió 18 años, sus padres dieron la noticia de que esperaban un bebé varón. Amanda ya se preparaba para ir a la Universidad. Quería ser abogada, pero justo el mes antes de irse a Chicago, su madre dio a luz a un hijo precioso y sano, aunque el destino no fue del todo generoso. Tras el parto, una infección acabó con la vida de Liz Coleman.
La Universidad tuvo que esperar, pues Brann necesitaba de la atención y cuidado de Amanda. A los 22 años, por fin pudo entrar en la Universidad. Su padre se había prejubilado y ya tenía tiempo para cuidar de Brann. Perdió un año en la Facultad de Derecho. Parecía que no era lo que realmente le gustaba y al año siguiente, se metió en la Facultad de Historia, sacando la carrera año por año. En el último curso, conoció a un chico en una fiesta. Cuidaba de ella y ambos se querían. Todo fue bien en los años siguientes, pero aquella mañana, cuando las alarmas saltaron por Atlanta de una invasión zombie, todo cambió. Amanda había salido al trabajo, y nunca más volvió a su casa.
Un hombre salvó la vida de la joven cuando iba a ser sorprendida por un grupo inmenso de caminantes. Atlanta estaba infectada y tuvo que huir de aquella ciudad. Las carreteras estaban colapsadas de personas que pensaba que Atlanta era seguro y otras que huían de allí. Fue entonces cuando Amanda y aquel hombre coincidieron con una mujer, su marido y su hija, Sophia. A su lado estaba Lori, que también tenía un hijo. Fue entonces cuando el hombre que estaba con Amanda, Dale, decidió que era bueno juntarse un grupo para poder sobrevivir, apartados de aquella carretera, viviendo en coches y la caravana del viejo Dale, bastante seguros hasta que, tras la llegada de Rick, quien ahora era el líder del grupo con el que estaban viviendo numerosas aventuras para sobrevivir. Ellos eran “The Walking Dead”.
Personalidad: Amanda pasó de ser una niña débil a convertirse en una persona fuerte y decidida. Si quería vivir, tenía que luchar por ella y por quien ahora era su familia. Además, la fe por encontrar a su hermano y padre no había desaparecido. Podían estar en otro grupo, con otras personas. Podrían estar vivos, y ella debía mantenerse viva igual.
Amanda es una persona ágil, de complexión delgada. En los años que estuvo en la Universidad, el deporte era una vía de escape para ella.
Al inicio del apocalipsis, portaba una pistola que el viejo Dale le había dado, pero no la usó hasta que Rick no la enseñó. Junto a Andrea se convirtió en una de las mujeres indispensables en cualquier expedición. Además de esto, manejaba la ballesta de Daryl a la perfección, convirtiéndose ambos en un gran equipo.
Ahora no usa otra cosa que una ballesta que encontraron en una base del ejército, donde se hicieron con un montón de armas que llevaron a su ahora, nueva comunidad, Alexandría.
Uno de los principales defectos de Amanda es que es bastante impulsiva, y en alguna ocasión su vida se vio en peligro. Su vida y la del resto del grupo.