Notes

Una visión general de las enfermedades gastrointestinales.

Las enfermedades gastrointestinales (abreviadas como enfermedades de GI) se refieren a los trastornos que afectan al sistema gastrointestinal, a saber, los sistemas de estómago y esofágico, el intestino delgado, el intestino grueso y el colon, y los músculos accesorios de la digestión. El sistema oesofágico se encuentra en la parte delantera del pecho entre los ganglios linfáticos. Tiene tres órganos distintos: la válvula oesofágica, el esfínter velopharíngeo y el tubo ampano. Una persona con una diarrea crónica o recurrente puede tener una válvula oesofágica anormal o esfínter insuficiente. La diarrea crónica puede deberse a diversos factores tales como trastornos genéticos, nacimiento prematuro, embarazo, ayuno prolongado o infección viral.


Las enfermedades gastrointestinales más comunes se agrupan en tres categorías generales: síndrome del intestino irritable (SII), trastornos funcionales del sistema gastrointestinal (FDC) y trastornos alérgicos del tracto gastrointestinal (TAD). El IBS es un trastorno abdominal, caracterizado por espasmos musculares o contracciones de los intestinos. La contracción se produce en el colon o duodeno y da como resultado dolor o calambres. Los síntomas generalmente aparecen después de comer e incluir el hinchazón, el estreñimiento o los episodios de diarrea o estreñimiento mucosos o alternos. Estos síntomas pueden producir una mayor angustia en la vida de un paciente IBS.


Los trastornos funcionales del sistema gastrointestinal se causan principalmente por la incapacidad del órgano para realizar adecuadamente sus funciones. Los principales síntomas involucran diarrea, pérdida de peso, náuseas y vómitos. Los síntomas varían según el tipo de enfermedad y su severidad. Algunos trastornos funcionales comunes incluyen dispepsia funcional, dispepeptomia funcional, hematuria funcional, colecistitis aguda, perforación aguda del intestino, distemper, enteritis y sinusitis crónica.


Otro grupo de enfermedades digestivas comunes son la hipertensión portal y la enfermedad hepática. Los síntomas incluyen náuseas y vómitos, hinchazón abdominal, descoloración amarilla de la piel o forro mucoso de la boca, hepatitis, hinchamiento abdominal, ictericia, pérdida de cabello, dolor abdominal o malestar, flatulencia, fiebre, anemia o deficiencia de hierro, osteoporosis, hígado. La hipertensión portal, una afección médica, es causada por un fluido excesivo de los pulmones o el abdomen que ingresa al torrente sanguíneo a través de la vena del portal. La hipertensión del portal del sistema gastrointestinal puede provocar complicaciones graves como la trombosis, la colitis ulcerosa y la perforación de la úlcera. La enfermedad hepática, una afección médica, es causada por defectos en la función y la producción de ácidos biliares, lo que resulta en una enfermedad hepática. Los síntomas comunes incluyen anorexia, aumento del apetito, ictericia, ascitis, cáncer de hígado, anemia, letargo y paresis.


Los trastornos digestivos también pueden ser causados por infecciones, irritantes y drogas. Las úlceras en las paredes intestinales pueden resultar de daños al revestimiento intestinal causado por una infección bacteriana y viral. La colitis inducida por fármacos es una enfermedad inflamatoria intestinal en la que el colon se ve afectado por una intolerancia a la droga a uno o más medicamentos. La diarrea inducida por drogas es un efecto secundario común de muchos gastrosintestinales, particularmente los antibióticos. El lupus eritematoso sistémico es un trastorno autoinmune que amenaza la vida en el que el cuerpo ataca su propio tejido (especialmente las células intestinales) que resulta en una enfermedad invasiva.


Otro conjunto de enfermedades que afectan la parte superior del cuerpo son la oesofagitis y la clamidia. La oesofagitis es la inflamación del revestimiento oesofágico, generalmente resultante de una infección. La clamidia es una ETS (enfermedad de transmisión sexual) donde las bacterias de la gonorrea causan infecciones. Un síntoma común de ambas enfermedades es el dolor intenso y la inflamación en el área de Esófago. Los síntomas de la oesofagitis incluyen flema suelta o acuosa en la garganta, sangrado después de tragar, fiebre ocasional, sudores nocturnos, micción frecuente, sentirse incómodo o extraño, y ocasional dolor de estómago.


La enfermedad de Crohn es una inflamación del intestino delgado, que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo y producir síntomas como la pérdida de peso, las náuseas, la fiebre, los escalofríos, los vómitos, la diarrea, el estreñimiento y el sangrado rectal. digestive es el síndrome del intestino irritable, o el IBS, una queja crónica de dolor abdominal y calambres. El síndrome del intestino irritable es causado por un mal funcionamiento de los nervios que controlan el movimiento suave del intestino. Otras quejas gastrointestinales, como la apendicitis, la deshidratación u otras infecciones abdominales, también pueden presentar síntomas tales como náuseas o fiebre. Estas condiciones pueden aparecer junto con una o más de las enfermedades anteriores.


digestive los hábitos intestinales, como la diarrea o el estreñimiento. digestive entrega de un bebé puede causar cierta dificultad para el cuerpo de las madres en absorber los alimentos, ya que la dieta de los recién nacidos es más rica en proteínas que la dieta de las madres. Esto puede resultar en la absorción de alimentos no digeridos en el cuerpo, lo que puede causar síntomas de intoxicación alimentaria, como náuseas y fiebre. La entrega de un niño también puede cambiar los hábitos alimentarios de un cuerpo de mujer mayor a medida que su digestión se vuelve más difícil. Otras afecciones como la hernia, el colon prolapsed, o el carcinoma en el intestino superior también pueden aparecer junto con una o más de las enfermedades anteriores si la causa de la dolencia es un trastorno intestinal.

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