Notes

La tonalidad resplandeciente de la luz de la luna parecía acompañar esta atmósfera de destellantes y profundas sensaciones provenientes de cada latido de mi corazón, los cuales aumentaban ante la conexión de nuestros cuerpos y también de nuestras almas. Aquella comunicación donde se omitían las palabras y el lenguaje se transformaba en caricias y miradas cómplices me resultaba inmaculada, mi espíritu se sentía protegido a tu lado y estar contigo se transformaba en mi lugar favorito, mi hogar. Donde sea que estuviese junto a ti, se sentía de esa forma, como si de alguna forma fueras mi religión.

Mis ojos permanecían cerrados con suavidad en esta sensación de ensueño, ante el toque de tus dedos en mis cabellos, ladié con delicadeza mi cabeza otorgandote mayor acceso hacia mi cuello, la piel se me erizo por completo y todos mis sentidos más sensibles se activaron ante el contacto cálido y húmedo de tu boca en mi cuello, no pude evitar suspirar de placer ante la sensación tan agradable que me producía tu boca en él al mismo tiempo que tus traviesas manos recorrían mi cuerpo. Mis dientes atraparon entre ellos de forma leve parte de mi labio inferior, sin embargo algunos jadeos se escapaban de mi boca lo que terminaba por separarles al sentir aquella suave mordida en el lóbulo de mi oreja. Sonreí otra vez al escuchar tu voz en forma de susurro pero no respondí ante la agitación de mi respiración.