Notes

Un suave y melodioso tintineo roba tu atención, llevando consigo un latido del corazón, haciendo que tu respiración se detenga en el pulmón por un instante.

Incapaz de ignorar lo que te llega como un llamado, te permites dejarte guiar por las notas místicas sopladas hacia tu persona desde el jardín, donde tu mirada descansa en un Carillón de Viento moviéndose con gracia desde la rama de un árbol.

Compuesto de pequeños tubos metálicos huecos que danzaban de un lado a otro entre conchas de mar de de diferentes aspectos y tamaños, en compañía de cristales marinos multicolores que han sido esculpidos a mano, uno a uno, en forma de ballenas, estrellas de mar, mantarrayas; tortugas y medusas, cada detalle del Carillón de Viento fue concebido para evocar la mujer extraordinaria que eres, incluso la temática. A parte de nuestro mutuo aprecio por el agua y la vida marina, la presencia de las conchas y la elección intuitiva de cada uno de los animales marinos orbitan alrededor de parte del todo infinito de la mujer que eres y que te descubres ser cada día.


Dentro de uno de los tubos de metal hueco había un pergamino:


Feliz día internacional de la mujer, alma de mi alma.

«No quiero tenerte para llenar las partes vacías que hay en mí, quiero estar llena por mí misma. Quiero estar tan completa que pueda iluminar una ciudad entera y luego quiero tenerte porque nosotros dos combinados podemos prenderle fuego. »
Con este poema de Rupi Kaur quisiera vestirme de recuerdo de una verdad que ya llevas arraigada en tu ser, floreciendo por doquier; sobreviviendo a las tormentas, bebiendo de su agua, si energizando con sus rayos, dejándose iluminar por sus relámpagos mientras convierte sus truenos en una extraordinaria sinfonía en tu honor, luna de mi vida.

La verdad floreciente:

I. No hay partes vacías en tu persona, Audrey.
Si alguna vez has sentido la presencia de estos espacios, es porque estás en constante expansión amada mía. Natural, eres todo un universo. Ya lo sabes, y lo he dicho yo. Y si no lo dije suficiente se me olvido porque estaba justamente contemplando tus galaxias y pensando esto.
II. Eres, siempre has sido y siempre serás completa.
Independientemente de la compañía, la propia o la ajena. Y si alguna vez te hicieron olvidar tu infinita y solar completud, que eres capaz de iluminar y calentar mundos enteros, no solo ciudades. Perdónalos la metedura de pata, porque no todo el mundo está preparado para ver más allá de su propio horizonte.
III. Me tienes y me tendrás hasta que la vida ya no resurja entre las grietas cósmicas de cada universo. Me tienes y me tendrás para siempre no para que juntos incendiemos toda una ciudad, sino para que la energía creadora y sanadora que emana de nuestro amor lo haga resurgir de sus propias cenizas.

Con amor que nada y nadie es capaz de estancar o extinguir,
Darko, tu Dragón cuyas alas te abrigará siempre el ser, aunque tienes tú la capacidad de una valquiria en ser tu propio abrigo.